La resistencia antimicrobiana constituye una amenaza que pone en riesgo la sustentabilidad de las respuestas de la salud pública global para enfrentar las enfermedades infecciosas. El mal uso y el abuso de los antimicrobianos en medicina y la producción de alimentos constituye un riesgo a nivel mundial. Debido a esta crisis, en mayo de 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó un plan de acción global dirigido a enfrentar la resistencia antimicrobiana, con cinco objetivos principales que se delinean a continuación. Mejorar la concientización y comprensión de la resistencia antimicrobiana mediante la comunicación, la educación y el entrenamiento eficaces; fortalecer el conocimiento y la base de pruebas existentes mediante la vigilancia y la investigación; reducir la incidencia de infecciones mediante medidas de prevención e higiene; optimizar el uso de antimicrobianos para la salud humana y de los animales; y generar un plan de inversiones sostenibles que tenga en cuenta las necesidades de todos los países y aumentar los gastos en nuevos medicamentos, herramientas diagnósticas, vacunas y otras intervenciones. El plan de acción enfatiza la necesidad de un enfoque conjunto que involucre la coordinación de sectores internacionales y diferentes partícipes del campo de la medicina y veterinaria, la agricultura, las finanzas y los consumidores. A continuación se analizan los cinco objetivos estratégicos con la intención de que los diferentes países elaboren sus propios planes de acción nacionales sobre resistencia antimicrobiana en línea con el plan global.
Objetivo 1
Mejoras en la concientización y comprensión de la resistencia antimicrobiana mediante la comunicación, la educación y el entrenamiento eficaces.
Deben implementarse inmediatamente los pasos necesarios para crear conciencia acerca de la resistencia antimicrobiana y promover los cambios conductuales mediante programas de comunicación pública sobre la salud humana y animal y la agricultura, dirigidos a los consumidores. La inclusión en el plan de estudios escolar del uso de agentes antimicrobianos y la resistencia permitirá promover una mejor concientización desde etapas tempranas de la vida. La concientización y la comprensión adecuadas del problema de la resistencia antimicrobiana entre los profesionales puede llevarse a cabo si constituye un componente central de la educación profesional, el entrenamiento, la certificación y la educación continua en el ámbito de la salud humana y veterinaria.
Objetivo 2
Fortalecer el conocimiento y la base de pruebas existentes mediante la vigilancia y la investigación.
Los gobiernos nacionales, las organizaciones intergubernamentales, las organizaciones no gubernamentales, la industria y los ámbitos académicos cumplen un papel importante en la generación del conocimiento sobre la resistencia antimicrobiana y en su traslado a la práctica. El conocimiento debe dirigirse a obtener información sobre la incidencia, prevalencia, patrones geográficos y de patógenos relacionados con la resistencia antimicrobiana a fin de orientar el tratamiento, informar las acciones locales, nacionales y regionales y controlar la eficacia de las intervenciones. La comprensión de cómo se genera y disemina la resistencia antimicrobiana entre los seres humanos y los animales y a través de los alimentos, del agua y del ambiente es importante para la elaboración de nuevas herramientas, políticas y regulaciones para poder enfrentarla. Es importante caracterizar rápidamente la resistencia emergente reciente en los microorganismos y dilucidar los mecanismos subyacentes para asegurar que la vigilancia y las pruebas y métodos diagnósticos están vigentes. Es necesaria la investigación que incluya la realización de estudios clínicos, conducidos en concordancia con las organizaciones gubernamentales nacionales e internacionales, sobre los tratamientos y la prevención de las infecciones bacterianas comunes, especialmente en las regiones de bajos recursos. Asimismo, es importante la realización de estudios de investigación básica y los que permitan vincularlos con la atención del paciente sobre la elaboración de nuevos tratamientos, herramientas diagnósticas, vacunas y otras intervenciones. Son necesarias las investigaciones dirigidas a identificar alternativas sobre los usos no terapéuticos de los agentes antimicrobianos en la agricultura y acuacultura, como su uso para la promoción del crecimiento y la protección de las cosechas; así como la investigación económica que incorpore la elaboración de modelos que evalúen los costos de la resistencia antimicrobiana y de los beneficios de este plan de acción. El informe global de la OMS sobre la vigilancia de la resistencia antimicrobiana también reveló brechas en la información sobre la resistencia antimicrobiana de los patógenos de significación en la salud pública. No hay estándares acordados internacionalmente para la recolección de los datos y los informes de la resistencia bacteriana sobre la salud humana, veterinaria y los sectores vinculados con la agricultura. Tampoco se cuenta con un foro global para compartir rápidamente la información disponible sobre la resistencia antimicrobiana. En 2013, algunos miembros de la Unión Europea publicaron una agenda de investigación estratégica sobre la resistencia antimicrobiana. Esta iniciativa, que incluye a algunos países por fuera de la Unión Europea, puede brindar un marco inicial para la elaboración de una agenda de investigación estratégica global.
Objetivo 3
Reducir la incidencia de infección mediante medidas de prevención de infecciones e higiene.
Las medidas inadecuadas para evitar y controlar las infecciones en el ámbito hospitalario pueden contribuir a la diseminación de los microorganismos resistentes. Las medidas de prevención de la infección y las mejoras en la higiene limitan la aparición y diseminación de infecciones resistentes y bacterias multirresistentes. La higiene, como el lavado de manos, la seguridad del agua y de los alimentos deben ser componentes centrales de prevención de infecciones; así como la evitación de la transmisión de infecciones de transmisión sexual o por la drogadicción. Debe alentarse la vacunación como una medida eficaz de prevención de infecciones. Los antibióticos se utilizan también para la prevención de la diseminación de enfermedades en el ganado cuando se produce una infección y como estimulante del crecimiento cuando se administran en el agua y el alimento. Las prácticas de ganadería sustentables que incluyan el uso de vacunas, pueden reducir las tasas de infección y la dependencia de los antibióticos y el riesgo de aparición y diseminación de microorganismos resistentes a través de la cadena alimentaria.
Objetivo 4
Optimizar el uso de antimicrobianos para la salud humana y de los animales.
Las pruebas indican que la resistencia antimicrobiana está exacerbada por el volumen de antibióticos utilizado que puede reflejar la sobreprescripción, el acceso fácil de productos de venta lilbre y las compras por internet. A pesar de las medidas tomadas por algunos estados miembros de la OMS, el uso de antibióticos en los seres humanos, los animales y la agricultura es creciente a nivel global. En muchos países de ingresos medianos a altos se recaba información sobre el uso de antibióticos y la World Organisation for Animal Health, al momento de la publicación de este informe, se encontraba elaborando una base de datos sobre la utilización de antibióticos en los animales. No obstante, la información proveniente de países de bajos recursos en seres humanos es casi nula. Es necesario el reconocimiento de los antibióticos como un bien público para fortalecer la regulación de su distribución, la calidad de uso y el fomento de las inversiones en investigación. La decisión sobre indicar antibióticos se basa raramente en diagnósticos definitivos. Es necesario contar con herramientas eficaces, rápidas, de bajo costo para orientar el uso óptimo de antibióticos en medicina y veterinaria y que puedan integrarse en las prácticas clínicas, farmacéuticas y veterinarias. La prescripción de antibióticos basada en la evidencia debe ser el estándar de atención. La regulación sobre el uso de antibióticos en los seres humanos es inadecuada en muchas áreas, como la venta libre o por internet; así como su uso en la agricultura o veterinaria.
Objetivo 5
Generar un plan de inversiones sostenibles que tenga en cuenta las necesidades de todos los países y aumentar los gastos en nuevos medicamentos, herramientas diagnósticas, vacunas y otras intervenciones.
Es necesaria la capacitación que incluya el entrenamiento en los países de bajos recursos y la necesidad de intervenciones basadas en la evidencia en los sistemas de salud humana y animal que comprenda los medicamentos, las herramientas diagnósticas y las vacunas. Es importante la evaluación del impacto económico de la resistencia antimicrobiana sobre la salud y la carga socioeconómica que genera. Los pocos estudios que evaluaron el costo económico de la resistencia antimicrobiana se limitaron a los países desarrollados. Es necesaria la inversión en la elaboración de nuevos antimicrobianos y vacunas; así como de herramientas diagnósticas. Los antibióticos deben suplementarse con herramientas diagnósticas accesibles en el lugar de atención en medicina y veterinaria, que permitan detectar la sensibilidad de los patógenos a los antimicrobianos disponibles. Debe considerarse la aplicabilidad y accesibilidad a dichas herramientas en los países de ingresos medianos a bajos.
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