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Introducción
La glucosamina y el condroitín sulfato se administran en conjunto para tratar la artrosis; esta combinación representa uno de los suplementos dietarios más utilizados en los EE.UU. y se considera segura, puesto que no se ha asociado con efectos adversos graves. Si bien su eficacia para el tratamiento de la artrosis es discutible, existen indicios de que podría ser útil para reducir el riesgo de otras enfermedades crónicas, incluido el cáncer. En el estudio VITAL, una cohorte prospectiva que incluyó a 77 738 individuos, los autores informaron que el uso de glucosamina y condroitín sulfato se asoció con 27% a 35% menor incidencia de cáncer colorrectal y con 26% a 28% menor riesgo de cáncer de pulmón, además de 17% menor mortalidad general y 13% menor mortalidad por cáncer.
Es sabido que la inflamación crónica contribuye con los procesos de carcinogénesis; la mayoría de los eventos celulares relacionados con el primer fenómeno requieren la acción del factor nuclear kappaB (NFkappaB), un factor de transcripción con un papel importante en la generación de citoquinas, quemoquinas y otros factores solubles relacionados con la respuesta inmune. Las especies reactivas de oxígeno, asociadas con el estrés oxidativo, son capaces de dañar las membranas celulares y el ADN, por lo que contribuyen con la inestabilidad genómica y la aparición del cáncer.
Varios estudios informaron que la combinación de glucosamina y condroitín sulfato podría desempeñar un papel en la reducción de la inflamación, posiblemente con impacto sobre los biomarcadores de inflamación y el estrés oxidativo. El objetivo del presente estudio fue determinar el efecto de esta combinación sobre varios biomarcadores plasmáticos de inflamación, como la proteína C-reactiva (PCR), la interleuquina (IL) 6 y los receptores solubles 1 y 2 del factor de necrosis tumoral (TNF), además de un marcador urinario de inflamación (metabolito E2 de prostaglandina) y un marcador urinario de estrés oxidativo (isoprostano F2). Además, se buscó evaluar cambios inducidos por la combinación de glucosamina y condroitín sulfato sobre los patrones del proteoma plasmático mediante análisis de vías.
Métodos
Se realizó un estudio cruzado, aleatorizado y a doble ciego en el que se comparó el uso de suplementos con condroitín sulfato y glucosamina contra placebo. Los participantes fueron asignados a recibir estas intervenciones durante 28 días cada una, separados entre sí por otros 28 días. Se incluyeron sujetos sanos, no tabaquistas, de 20 a 55 años, con sobrepeso (índice de masa corporal [IMC] de > 25 a < 32.5 kg/m2), debido a que este factor se asocia con niveles basales más altos de inflamación (el IMC es un predictor fuerte de la PCR y la IL-6) respecto de las personas sin sobrepeso, lo que permitiría evaluar mejor la reducción de los biomarcadores de inflamación en respuesta a la intervención.
Fueron excluidos los individuos con enfermedades clínicas crónicas o con cuadros inflamatorios (como enfermedades autoinmunes o inflamatorias), con antecedentes de trastornos gastrointestinales, hepáticos o renales, embarazadas o en período de lactancia, a las personas que estaban haciendo dieta para bajar de peso, que tomaran más de 2 bebidas con alcohol por día, que recibieran fármacos distintos de los anticonceptivos orales, endoceptivos liberadores de hormonas o multivitaminas, que tomaran aspirina o antiinflamatorios no esteroides más de 2 días por semana y a aquellos que no pudieran o no quisieran tomar comprimidos. Se evaluó la función renal y hepática y la glucemia para incluir pacientes sin alteraciones en estos parámetros.
Fueron evaluadas 27 personas: 20 fueron aleatorizadas para recibir las dos intervenciones, pero se invitó a una mujer a abandonar el estudio luego del primer período (por haber comenzado un tratamiento de dieta y ejercicio que pudo haber afectado los biomarcadores), en tanto que un hombre fue excluido por haber concurrido a una de las consultas de control con resfrío. Finalmente, 9 hombres y 9 mujeres completaron el estudio.
Durante el período de tratamiento activo, los sujetos recibieron 1 500 mg diarios de clorhidrato de glucosamina y 1 200 mg diarios de condroitín sulfato de sodio, repartidos en tres tomas diarias de suplementos combinados. No se informaron efectos adversos asociados con los fármacos. Se tomaron muestras de sangre y orina antes del estudio y luego de cada período de 28 días para la evaluar biomarcadores plasmáticos y urinarios de inflamación, biomarcadores urinarios de estrés oxidativo y análisis del proteoma plasmático.
Para el análisis estadístico se utilizó la prueba de la t y la corrección de Bonferroni.
Resultados
Las determinaciones basales de todos los biomarcadores de inflamación fueron mayores en hombres, en tanto que la concentración de isoprostano F2 fue menor. Se observaron niveles significativamente menores de PCR luego del uso de glucosamina y condroitín sulfato en comparación con placebo (23% de reducción, p = 0.048), sin diferencias significativas en los otros biomarcadores evaluados de inflamación o estrés oxidativo (aunque sus niveles fueron levemente menores después del empleo de suplementos con estos fármacos, excepto por los receptores 1 y 2 del TNF, cuya concentración aumentó 1% a 3%). De los 3 000 anticuerpos utilizados para la prueba del proteoma, se detectaron 2 938 y se identificaron 5 vías en la Enciclopedia de Kyoto con diferencias significativas: las interacciones entre citoquinas y sus receptores, la vía JAK/STAT, la producción de inmunoglobulina A intestinal, la migración transendotelial de leucocitos y la proteólisis mediada por ubiquitina. Se hallaron 25 vías con diferencias significativas en la base de datos de ontología de genes, relacionadas con la actividad de las citoquinas, la unión a receptores, la unión a receptores de citoquinas de hematopoyetina e interferón, la actividad del factor de crecimiento, las regiones extracelulares, la actividad de quemoquinas, el espacio y la porción extracelular, la unión a receptores acoplados a proteína G, la unión a receptores de quemoquinas, la conducta de locomoción, la fracción de membrana, la respuesta a estímulos externos, la regulación del largo de los filamentos de actina, la regulación de la polimerización o despolimerización de la actina y estos procesos, la regulación del tamaño de los componentes celulares, la conducta, la regulación de la organización y la biogénesis de las organelas y el citoesqueleto, la respuesta a estímulos biológicos, el núcleo, los procesos basados en microtúbulos, las respuestas a otros organismos y la fracción celular. En ambos análisis se observó que la principal vía afectada fue la actividad de las citoquinas o la de la unión a sus receptores; excepto por la proteólisis mediada por ubiquitina y las proteínas nucleares, todas las vías fueron reguladas por inhibición luego del uso de condroitín sulfato y glucosamina. Con respecto a las proteínas individuales, 508 fueron significativamente diferentes entre las dos intervenciones.
Conclusiones
En el presente estudio aleatorizado se observó que la administración de suplementos con glucosamina y condroitín se asoció con concentraciones plasmáticas medias de PCR significativamente menores (en 23%) en comparación con el empleo de placebo. La principal vía proteica que se redujo en los pacientes que recibieron la primera intervención fue la actividad de las citoquinas, además de otros factores relacionados con la inflamación. Estos resultados fueron similares a informes previos sobre las propiedades antiinflamatorias de estos fármacos, que parecen deberse a la capacidad de impedir la degradación del factor inhibitorio del NFkappaB, que no es capaz de translocar al núcleo y activar la expresión de genes relacionados con la inflamación y la proliferación celular. Estos efectos se corroboraron en modelos en animales, como en ratones con aterosclerosis y artritis crónica inducidas, en los que su uso se asoció con niveles menores de PCR e IL-6 (con regulación por disminución de la ciclooxigenasa-2). En ratones alimentados con glucosamina, los niveles de esta IL y el TNF-alfa fueron menores en comparación con los animales control.
Existen informes sobre los efectos antiinflamatorios sobre el colon asociados con el uso de glucosamina. En un estudio se observó que esta intervención se relacionó con niveles menores de expresión del ARN mensajero del TNF-alfa, la IL-1beta y el NFkappaB en la mucosa colónica de ratones en los que se había inducido colitis. En ratas, este fármaco mejoró los síntomas de colitis, a la vez que redujo los niveles sistémicos y colónicos de inflamación (determinada por la concentración plasmática de IL-8 y componente amiloide P, y NFkappaB, IL-1beta y TNF-alfa en el colon, respectivamente). En el presente estudio se observó que el uso de estos fármacos se asoció con la reducción de los niveles de la molécula de adhesión celular 1 relacionada con el antígeno carcinoembrionario, sustancia involucrada en la unión entre células, cuya sobreexpresión se ha vinculado con el cáncer colorrectal.
Los autores concluyeron que la combinación de glucosamina y condroitín sulfato redujo las concentraciones circulantes de PCR en comparación con placebo y se asoció con menor actividad proteica de las vías relacionadas con la actividad de las citoquinas y otras involucradas en la inflamación. Estos hallazgos podrían explicar la observación clínica de que los suplementos con estos fármacos se asocian con menor riesgo de cáncer de pulmón y colon, y menor mortalidad general.
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