Resúmenes amplios

DEMUESTRAN QUE EL CONSUMO DE MAYOR CANTIDAD Y VARIEDAD DE VEGETALES Y FRUTA SE ASOCIA CON MENOR INCIDENCIA DE DIABETES TIPO 2


Cambridge, Reino Unido:
En este análisis epidemiológico se verificó que la ingesta de una mayor variedad de vegetales y frutas se asocia con menor riesgo de diabetes tipo 2; de igual modo, el consumo de mayor cantidad de vegetales se relaciona con la reducción de ese riesgo.

Diabetes Care 35(6):1293-1300

Autores:
Cooper AJ, Sharp SJ, Forohui NG

Institución/es participante/s en la investigación:
Addenbrooke's Hospital

Título original:
A Prospective Study of the Association between Quantity and Variety of Fruit and Vegetable Intake and Incident Type 2 Diabetes

Título en castellano:
Estudio Prospectivo de la Asociación entre la Cantidad y la Variedad de la Ingesta de Frutas y Vegetales y la Incidencia de Diabetes Tipo 2

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.71 páginas impresas en papel A4
Introducción
La diabetes tipo 2 es una de las principales causas de mortalidad temprana y se asocia con altos gastos para el sistema de salud. Se ha demostrado que las intervenciones sobre el estilo de vida, como los cambios en la alimentación, son estrategias eficaces para la prevención de la enfermedad. Sin embargo, aún no se ha definido cuáles son los parámetros de la dieta que se vinculan con efectos beneficiosos directos. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud han propuesto el consumo mínimo de 400 g (5 porciones) de frutas y vegetales (FyV) para la prevención de numerosas enfermedades no transmisibles, como la diabetes tipo 2. En esta estrategia, también recomendada por organismos de otras naciones, se sugiere un consumo adecuado de micronutrientes, fibras y otras sustancias bioactivas. Sin embargo, la participación específica de la variedad de FyV en la diabetes no ha sido estudiada; de igual modo, no se dispone de investigaciones acerca de la importancia del consumo de 5 porciones diarias de estos productos.
En el presente ensayo se describe una evaluación de la asociación entre la cantidad y la variedad de la ingesta de FyV y la incidencia de diabetes tipo 2.
Pacientes y métodos
En el capítulo de Norfolk de la European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC-Norfolk) participaron 25 639 personas de entre 40 y 79 años al momento del comienzo del ensayo (1993 a 1997). Este ensayo se inició para investigar la relación entre la dieta y el cáncer, pero se expandió en etapas posteriores para incluir otras enfermedades crónicas como la diabetes. Los participantes se incluyeron a partir de evaluaciones realizadas en el ámbito de la medicina general y se controlaron en etapas posteriores en lapsos predefinidos.
A partir del grupo total inicial, se identificaron los nuevos casos de diabetes tipo 2 durante el seguimiento (n = 892). Se seleccionó, además, un subgrupo control de 4 000 integrantes de forma aleatoria, constituido por una muestra representativa de los participantes del estudio EPIC-Norfolk. Tras la exclusión de sujetos con falta de datos, así como de aquellos con antecedente de accidente cerebrovascular, infarto de miocardio o cáncer, el grupo final de análisis para el presente modelo estuvo conformado por 653 individuos con diabetes tipo 2 detectada durante el seguimiento y 3 166 integrantes del subgrupo control (incluidos 115 sujetos con nuevos casos de diabetes tipo 2).
En la evaluación inicial se instruyó a los participantes para completar un registro del consumo diario de alimentos durante 7 días, mediante diarios con imágenes. Estos registros se validaron mediante comparación con el control del peso de las porciones de alimentos, muestras de orina de 24 horas y biomarcadores séricos. El consumo de FyV se estimó mediante el cálculo de los componentes disgregados de los alimentos que incluían estos productos. No se consideraron las papas como vegetales, dada su diferente composición energética y de hidratos de carbono, así como por su utilización como frecuente sustituto de los cereales. Asimismo, se excluyó el consumo de jugos por las diferencias en sus fuentes de origen y por su asociación disímil con la diabetes. En la fase inicial, se realizó además un cuestionario con datos acerca de la salud, el estilo de vida, el nivel educativo, el tipo de trabajo, el tabaquismo y otros parámetros. Se obtuvieron datos antropométricos, así como muestras para las determinaciones de parámetros de laboratorio.
La información reunida se procesó con pruebas estadísticas específicas. Se cuantificaron los riesgos proporcionales por medio del cálculo de los hazard ratio (HR) con sus intervalos de confianza del 95% (IC). Se definieron dos modelos de regresión ajustados por el sexo o bien por las restantes variables consideradas (índice de masa corporal, circunferencia de la cintura, nivel educativo, ocupación, actividad física, tabaquismo, antecedente familiar de diabetes, consumo calórico total, estación del año y puntaje en la escala de privación y desventaja Townsend Deprivation Index). Los hallazgos se validaron mediante análisis de sensibilidad.
Resultados
La mediana del seguimiento se estimó en 10.9 años. De acuerdo con los autores, la mediana del consumo diario de FyV fue de 3.7 porciones, con una mediana de variedad semanal de 11.7 productos distintos. Se advirtió que menos del 26% de los participantes consumió al menos 5 porciones de FyV al día. En este contexto, se señala que los individuos que consumieron mayor cantidad y variedad de FyV presentaron un mejor perfil antropométrico, nutricional y del estilo de vida. La magnitud del consumo combinado de FyV se correlacionó en forma positiva con la variedad de la ingesta de estos productos (coeficiente de Pearson: 0.60).
Se destaca que la cantidad y la combinación de FyV se correlacionaron de forma inversa con la incidencia de diabetes tipo 2; el ajuste estadístico por las variables de ambos modelos de riesgo proporcional se asoció con HR similares. La incorporación al modelo de un ajuste en relación con los efectos de la variedad de FyV ingeridos se vinculó con la persistencia de la asociación inversa con la cantidad de vegetales consumidos. En cambio, se observó atenuación de la correlación entre la menor incidencia de diabetes y la cantidad de fruta o el consumo combinado de FyV. Estos resultados no se modificaron con el posterior ajuste por nuevos parámetros (hipertensión arterial, total de fibras ingeridas, proporción de hidratos de carbono en la dieta y consumo de proteínas, grasas, carnes rojas o alcohol). Los sujetos que cumplieron con la recomendación de consumir al menos 5 porciones diarias de FyV no difirieron de los restantes participantes en relación con el riesgo de diabetes tipo 2. La reducción relativa del riesgo de diabetes por cada incorporación de 2 variedades de FyV por semana fue de 8% (HR: 0.92; IC: 0.87 a 0.97). Asimismo, el HR de diabetes tipo 2 se redujo ante la ingesta de 3.5 a 7.0 porciones diarias; esta asociación no se modificó pese al ajuste estadístico por la variedad de FyV. Se agrega que el consumo de al menos 12 variedades semanales diferentes de FyV se correlacionó con una reducción del riesgo de diabetes tipo 2; esta correlación no se modificó ante el ajuste por la cantidad de FyV ingeridas.
La aplicación de análisis de sensibilidad no permitió reconocer cambios en los resultados, pese a la exclusión de los pacientes que evolucionaron con diabetes durante los primeros 2 años de seguimiento, con hemoglobina glucosilada > 6.5% o con valores extremadamente elevados o reducidos del cociente entre la ingesta y el consumo de energía.
Discusión y conclusiones
En este protocolo prospectivo con casi 4 000 participantes se observó que un mayor consumo de vegetales y de una mayor variedad de frutas, vegetales o su combinación se asociaron con beneficios independientes en términos de la reducción del riesgo de diabetes tipo 2. Después del ajuste estadístico por potenciales variables de confusión y por los efectos de la cantidad ingerida, cada incorporación de 2 variedades semanales de FyV se asoció con una reducción del 8% en la incidencia de diabetes tipo 2.
En modelos epidemiológicos previos se informaron incongruencias en términos de la asociación entre la cantidad de FyV consumidas y el riesgo de diabetes tipo 2. En la mayor parte de los ensayos anteriores se aplicaron cuestionarios para definir la frecuencia de la ingesta de estos productos. Si bien estos cuestionarios pueden ser útiles para definir los riesgos relativos individuales, resultan menos apropiados para la evaluación de la ingesta absoluta de FyV. Por lo tanto, no se consideran una herramienta ideal para evaluar el cumplimiento de un tratamiento o para definir normativas. Por otra parte, los cuestionarios se fundamentan en la percepción de la ingesta habitual, mientras que los registros con imágenes permiten un recuento de la ingestión de alimentos en tiempo real. Además, los cuestionarios sólo incluyen una lista de comidas predefinidas que tienden a agruparse, mientras que los registros con imágenes son abiertos. Si bien diversos organismos han recomendado la ingesta de variedad de FyV, no se habían efectuado estudios en los cuales se vinculara este parámetro con el riesgo de diabetes tipo 2. En el presente modelo se sugirió que la cantidad (no menor de 3.5 porciones diarias) y la variedad (no menos de 12 FyV diferentes semanales) se correlacionan de forma inversa e independiente con la diabetes tipo 2. Se admite que en este análisis sólo el 50% y el 40% de los participantes, en orden respectivo, cumplieron con los umbrales sugeridos para la cantidad y la variedad en la ingesta de FyV.
No se han definido los mecanismos biológicos involucrados en la asociación inversa entre el consumo de FyV y el riesgo de diabetes. Se presume que esta correlación podría estar mediada por procesos diferentes y complementarios. Se estima que uno de los mecanismos biológicos involucrados es el menor consumo energético y la mayor ingesta de fibras a partir de las FyV. Por otra parte, otra explicación señala que los vegetales acompañan en general otros alimentos, por lo cual podrían reducir los efectos perjudiciales de otros productos, como los alimentos de alta densidad energética o que incrementan el riesgo de diabetes. Asimismo, la reducción del riesgo de esta enfermedad podría deberse a que el mayor consumo de vegetales, con especial énfasis en las verduras de hoja, se asociaría con una mayor ingestión de compuestos bioactivos beneficiosos, como los fotoquímicos (vitamina C, carotenos).
De este modo, los autores concluyen que la ingesta de una mayor variedad de vegetales, de frutas y de su combinación se asocian con menor riesgo de diabetes tipo 2. De igual forma, el consumo de mayor cantidad de vegetales se relaciona con la reducción de ese riesgo. Estos resultados fundamentan las recomendaciones actuales de salud pública, en las cuales se propone un mayor consumo de FyV como parte de una dieta equilibrada, en el marco de la prevención de la aparición de diabetes tipo 2.


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