Casos Clínicos

INVESTIGACION DE UN CASO DE EXTROFIA DE LA CLOACA PRODUCTO DE EMBARAZO TRIGEMELAR

El manejo actual de la secuencia de extrofia de la cloaca se basa en un abordaje multidisciplinario, con metas enfocadas en optimizar las funciones del paciente, su desarrollo psicosocial y su calidad de vida. Del mismo modo, el diagnóstico prenatal ha permitido una mejor preparación para recibir el nacimiento da la oportunidad para una adecuada educación y asesoramiento a los padres.
Autor
Harry Pachajoa
Columnista Experta de SIIC
Institución del autor
Universidad ICESI, Cali, Colombia

Coautores
Andrés Felipe Ramirez* Sara Vanegas** Diana Ramírez** Raúl Astudillo*   
Médico, Universidad ICESI, Cali, Colombia*
Médica, Universidad ICESI, Cali, Colombia**

Clasificación en siicsalud
Artículos originales > Expertos del Mundo >
página  /dato/casiic.php/156335

Especialidades
GH.gif P.gif   Bq.gif Ci.gif Ne.gif U.gif 
Primera edición en siicsalud
12 de diciembre, 2017
Introducción
La secuencia de extrofia de la cloaca, también conocida como complejo OEIS (omphalocele, exstrophy of the cloaca, imperforate anus and spinal defects; MIM 258040) es un defecto congénito poco común con una prevalencia mundial de aproximadamente un caso entre 200 000 a 400 000 nacidos vivos.1 Esta anomalía se ha informado en gemelos monocigóticos, lo que parece sugerir que existen factores genéticos que tienen un papel importante en esta condición. Sin embargo, el patrón de herencia es desconocido.2-4 Este complejo es considerado como el más grave dentro de un espectro de defectos congénitos, la secuencia de extrofia-epispadias, que en orden de gravedad ascendente incluye separación fálica con epispadias, diástasis púbica, extrofia de la vejiga, extrofia de la cloaca y complejo OEIS.4
La extrofia de cloaca fue descrita por primera vez en 1709 por Littre como una enfermedad con muy mal pronóstico, asociada con otras malformaciones del sistema esquelético, renal y gastrointestinal.5 En la actualidad, este pronóstico ha mejorado hasta alcanzar una supervivencia cercana al 100%, requiere un abordaje multidisciplinario y un diagnóstico prenatal oportuno, en que el el gold-standard es la ecografía prenatal.2
Se presenta el caso clínico de una recién nacida de 33 semanas producto de embarazo trigemelar, a quien se le identifica onfalocele y defectos renales en la ecografía efectuada en la semana 21 de gestación como parte de su control prenatal rutinario; al nacer se confirman dichos hallazgos y además se visualiza extrofia de cloaca y ano imperforado. Al ser llevada a cirugía se encuentra además colon posterior atrésico y múltiples anomalías urogenitales. Se realiza una revisión de la literatura que incluye la embriología, diagnóstico y manejo de dicha enfermedad.
Caso clínico
Madre de 23 años de edad con embarazo trigemelar tricorial-triamniótico en quien se realiza ecografía prenatal a las 21 semanas y se detecta un feto con defecto en pared abdominal tipo onfalocele y pielectasia renal; los otros dos fetos son normales. Por lo anterior se ordena amniocentesis para obtención de cariotipo, la cual se realiza a las 23 semanas de edad gestacional, obteniéndose un resultado femenino normal 46XX. Se realiza nueva ecografía a las 28 semanas que muestra nuevamente embarazo trigemelar tricorial-triamniótico con feto con onfalocele, riñón izquierdo poliquístico y riñón derecho de aspecto displásico; los otros dos fetos son normales. El padre es un hombre sano de 26 años; no hay historia de consanguinidad entre los padres, ni antecedentes personales o familiares de importancia.
El embarazo transcurre de manera normal, con inicio de actividad uterina a las 32.6 semanas de gestación; al ingreso a la unidad de obstétrica se confirma corioamnionitis, por lo que se programa finalización del embarazo vía cesárea. La recién nacida número 2 presenta puntaje de Apgar de 3-5-10 y bradicardia sostenida, por lo que requiere maniobras de reanimación que son exitosas. Posteriormente es trasladada a la unidad de cuidados intensivos neonatales. Las recién nacidas 1 y 3 no presentaron complicaciones.
Los datos biofísicos de la recién nacida número 2 al nacimiento fueron peso de 1465 g (P10), talla 35 cm (P3), perímetro cefálico 29 cm (P50). Al examen físico se encontró defecto de la pared abdominal con onfalocele, extrofia de cloaca y ano imperforado sin pliegues glúteos.
Se inició apoyo nutricional, apoyo psicosocial para la madre y manejo por cirugía urológica. Fue valorada por Genética, que ordena estudios de extensión, por lo cual se realiza ecografía cerebral, ecocardiograma transtorácico y valoración por oftalmología, todos arrojan resultados normales. Se realiza ecografía renal y de vías urinarias que muestra riñón derecho displásico multiquístico y riñón izquierdo con ectasia de la pelvis renal y dilatación de los sistemas caliciales. Al quinto día de vida, la paciente es llevada a laparotomía exploratoria en donde encuentran dos hemiúteros cada uno con una trompa y un ovario, dos hemivejigas, dos hemivaginas, ciego extrófico, colón atrésico sin desarrollo (cordón fibroso sin luz), uréter izquierdo único y sínfisis púbica diastasada. Se realiza corrección quirúrgica de vejiga, neouretra e ileostomía. Por evolución favorable se da salida y por alto riesgo de infecciones urinarias se mantiene tratamiento antibiótico profiláctico. La paciente presenta al quinto mes de vida un episodio convulsivo afebril de más de cinco minutos de duración, por lo que se considera síndrome convulsivo y se ordena electroencefalograma que revela actividad epileptogénica en región frontocentral derecha. Por lo anterior, el Servicio de Neuropediatría decide iniciar manejo con ácido valproico por seis meses, con lo que se logra el control de las convulsiones; a la fecha está pendiente un nuevo electroencefalograma de control. Durante los primeros siete meses de vida, la paciente consulta en seis ocasiones a urgencias por fiebre, irritabilidad e hiporexia, y se realiza diagnóstico de infección de vías urinarias a repetición. Se realiza gammagrafía renal estática DMSA que concluye que hay un aporte funcional del 100% del riñón izquierdo, y exclusión funcional del riñón derecho; la urografía por resonancia magnética nuclear muestra riñón derecho multiquístico, riñón izquierdo con hidronefrosis de grado I, uréter izquierdo con dilatación posterior a compresión extrínseca por vasos ilíacos, vejiga bilobulada con tabique que sugiere duplicación vesical y útero bicorne. Posteriormente se realiza gammagrafía MAG3 que concluye que hay exclusión funcional de riñón derecho (el riñón izquierdo aporta el 100%), función tubular izquierda levemente comprometida sin hidronefrosis. Es valorada en junta de nefro-urología, se la consideran paciente con malformación urogenital compleja e insuficiencia renal aguda/crónica por lo que es necesario seguimiento por cirugía urológica pediátrica para definir conducta quirúrgica y continuación de la profilaxis antibiótica. Al séptimo mes de vida es valorada nuevamente por el genetista, la paciente se encuentra en buenas condiciones generales, con facies normales, abdomen con masa en hipogastrio, ileostomía, extrofia cloacal, ano imperforado, masa blanda en región lumbar posterior izquierda y miembros inferiores en abducción.


Se realiza resonancia nuclear magnética de columna cervical total que muestra malformación Chiari I, espina bífida oculta lumbosacra, dilatación siringohidromiélica y médula anclada a la altura del segmento sacro medio. Se solicitó hibridación genómica comparativa (Array-CGH) la cual fue negativa para deleciones o duplicaciones patogénicas.
Discusión
La secuencia de extrofia de la cloaca es un defecto congénito poco común secundario a un defecto alrededor del día 29 en el mesodermo que posteriormente contribuirá a la formación del tabique urorrectal, mesénquima infraumbilical y las somitas lumbosacros.2,3 Se postula que se suceden cuatro grandes defectos: 1) un fallo en la formación del tabique urorectal, que origina la no separación del tracto urogenital y anorectal; 2) ruptura total en la membrana cloacal y falla en la unión de los tubérculos genitales y las ramas del pubis; 3) cierre defectuoso de la pared abdominal ventral secundario a un plegamiento transversal anómalo, y 4) desarrollo incompleto de las vértebras lumbosacras y cierre anómalo del tubo neural asociado.2,6,7


En el caso de la paciente se puede observar cómo cada uno de estos procesos alterados tuvo repercusiones fenotípicas. El primero ocasionó una cloaca persistente, ciego extrófico, colon posterior atrésico, ano imperforado y alteraciones en el tracto urinario; en nuestra paciente adicionalmente se halló riñón multiquístico. Lo segundo produjo extrofia de la cloaca, sínfisis diastasada, dos hemivejigas, dos hemivaginas y un útero bicorne; lo tercero llevó a la aparición de un defecto de pared abdominal semejando un onfalocele; lo último originó espina bífida oculta lumbosacra, dilatación siringohidromiélica y médula anclada.2,7,8 Se ha descrito una predilección por el sexo masculino en la secuencia de extrofia de la cloaca, con una relación 2:1.6 La mayoría de los casos de OEIS son esporádicos, por lo que se considera una alteración de etiología multifactorial;9 sin embargo, se ha documentado recurrencia en algunas familias, gemelos monocigóticos siameses e informes de pacientes con alteraciones cromosómicas tales como trisomía 18, del 9q34.1-qter,3del (q2.2-q13.2), del 1p36 y la mutación mitoncondrial 125rARN.2,3,10 Asimismo, recientemente se ha cuestionado un posible papel etiológico a mutaciones en el gen homeobox HLXB9. Por otro lado, se ha considerado la posibilidad de que existan factores ambientales involucrados como el hábito de fumar.11 La extrofia de cloaca fue descrita por primera vez en 1709 por Littre y posteriormente por Meckel en 1812;6,10 sin embargo, fue en 1978 cuando Carey y colaboradores le dieron el nombre de complejo OEIS a la combinación de los defectos de onfalocele, extrofia de cloaca, ano imperforado y defectos espinales.6,12 En 1985 se realizó el primer diagnóstico ecográfico por Meizner y Bar-Ziv Austin13 evaluó el uso de la ecografía prenatal a las 22 semanas en pacientes con extrofia de cloaca. A partir de lo anterior se han planteado diferentes criterios diagnósticos. Aquellos defectos que se visualizan en más del 50% de los pacientes se definen como criterios mayores, y estos incluyen dificultad en la visualización de la vejiga, defecto infraumbilical de la pared abdominal anterior, onfalocele y mielomeningocele lumbosacro; entre los criterios menores se han definido defectos de las extremidades inferiores, anomalías renales, ascitis, arcos púbicos ensanchados, hidrocefalia, tórax estrecho y arteria umbilical única.13 En 1999, Humanda y colaboradores agregaron a los criterios el componente intestinal, atribuyéndolo el prolapso del íleo distal a través del defecto hacia la cavidad amniótica que crea una imagen similar a “la trompa de un elefante”.14 Sin embargo, cabe destacar que la identificación de estos defectos en casos de embarazo múltiple tiende a ser más difícil por ecografía, en especial a mayor edad gestacional. Algunos estudios han comunicado un diagnóstico preciso en solo el 25% de los casos. Por lo anterior, puede ser conveniente el uso de otras imágenes diagnósticas como la resonancia magnética.15 El diagnóstico diferencial en esta etapa se basa en diferenciar este defecto de otros de la pared abdominal, como la gastrosquisis; el diagnóstico adecuado es fundamental para el asesoramiento prenatal y la preparación del equipo quirúrgico.16 En cuanto a la asociación de esta malformación con embarazo múltiple, en la literatura no se ha informado una cifra exacta de prevalencia o de riesgo; sin embargo, se conoce que existe mayor riesgo de malformaciones congénitas en los embarazos múltiples.5 Tang y colaboradores realizaron un estudio de cohorte retrospectivo de todos los nacidos residentes del estado de Florida en los Estados Unidos, entre 1996 y 2000, con el fin de determinar este riesgo y cuáles son las malformaciones que tienen lugar con mayor frecuencia en este tipo de embarazos; tras ajustar por diferentes variables encontraron un aumento del 46% en el riesgo de malformaciones congénitas en productos de embarazo múltiple, la extrofia de vejiga aparece entre las cinco malformaciones con más alto riesgo relativo.17 Por otro lado, se ha propuesto también una asociación entre el complejo extrofia de vejiga/extrofia de cloaca y la fertilización in vitro.18 El manejo actual de la secuencia de extrofia de la cloaca se basa en un abordaje multidisciplinario, con metas enfocadas en optimizar las funciones del paciente, su desarrollo psicosocial y su calidad de vida; los avances en cuidados intensivos neonatales y en las técnicas quirúrgicas han permitido mejorar la tasa de supervivencia a aproximadamente un 100%.8,19 Del mismo modo, el diagnóstico prenatal ha permitido una mejor preparación para recibir el nacimiento, da la oportunidad para una adecuada educación y asesoramiento a los padres.5,17,19 Algunos principios importantes del manejo inicial incluyen un adecuado soporte nutricional, cierre temprano de la extrofia y preservación de la longitud intestinal; aún hoy sigue siendo un reto difícil alcanzar continencia fecal y urinaria óptima, pero continúan los avances en técnicas quirúrgicas.19 Es importante mencionar que existen complicaciones asociadas con este cuadro, tales como síndrome de intestino corto, pielonefritis aguda, prolapso del piso pelviano, riesgo de cáncer de vejiga e infertilidad.6 Las familias y los pacientes deben recibir un manejo multidisciplinario e individualizado.





Enviar correspondencia a:
Harry Pachajoa, 76001, CALI, Colombia,
e-mail: hmpachajoa@icesi.edu.co

Bibliografía del caso clínico
1. Feldkamp ML, Botto LD, Amar E, Bakker MK, Bermejo Sánchez E, Bianca S, y col. Cloacal exstrophy: an epidemiologic study from the International Clearinghouse for Birth Defects Surveillance and Research. Am J Med Genet C Semin Med Genet 157C(4):333-43, 2011.
2. Jones KL, Jones MC, Del Campo M, Smith DW. Smith's recognizable patterns of human malformation. Editorial Philadelphia: Elsevier Saunders, 2013.
3. Tu W, Chueh J, Kennedy W. Dichorionic diamniotic twin pregnancy discordant for bladder exstrophy. Adv Urol 186483, 2009.
4. McLaughlin JF, Marks WM, Jones G. Prospective management of exstrophy of the cloaca and myelocystocele following prenatal ultrasound recognition of neural tube defects in identical twins. Am J Med Genet 19(4):721-7, 1984.
5. Ben-Neriah Z, Withers S, Thomas M, Toi A, Chong K, Pai A, y col. OEIS complex: prenatal ultrasound and autopsy findings. Ultrasound Obstet Gynecol 29(2):170-7, 2007.
6. Smith NM, Chambers HM, Furness ME, Haan EA. The OEIS complex (omphalocele-exstrophy-imperforate anus-spinal defects): recurrence in sibs. J Med Genet 29(10):730-2, 1992.
7. Carlson BM. Human embryology and developmental biology. Editorial Philadelphia: Elsevier Saunders, 2013.
8. Woo LL, Thomas JC, Brock JW. Cloacal exstrophy: a comprehensive review of an uncommon problem. J Pediatr Urol 6(2):102-11, 2010.
9.Keppler-Noreuil KM. OEIS complex (omphalocele-exstrophy-imperforate anus-spinal defects): a review of 14 cases. Am J Med Genet 99(4):271-9, 2001.
10. Mandrekar SR, Amoncar S, Banaulikar S, Sawant V, Pinto R. Omphalocele, exstrophy of cloaca, imperforate anus and spinal defect (OEIS complex) with overlapping features of body stalk anomaly (limb body wall complex). Indian J Hum Genet 20(2):195, 2014.
11. Lizcano L, Garcia D, Sánchez J. Omphalocele-exstrophy-imperforate-anus-spina bifida (OEIS) complex in a male prenatally exposed to diazepam. Arch Med Res 26(1):95-6, 1995.
12. Carey JC, Greenbaum B, Hall BD. The OEIS complex (omphalocele, exstrophy, imperforate anus, spinal defects). Birth Defects Orig Artic Ser 14(6B):253-63, 1978.
13. Austin PF, Homsy YL, Gearhart JP, Porter K, Guidi C, Madsen K, et al. The prenatal diagnosis of cloacal exstrophy. J Urol 160(3 Pt 2):1179-81, 1998.
14. Hamada H, Takano K, Shiina H, Sakai T, Sohda S, Kubo T. New ultrasonographic criterion for the prenatal diagnosis of cloacal exstrophy: elephant trunk-like image. J Urol 162(6):2123-4, 1999.
15. Yamano T, Ando K, Ishikura R, Hirota S. Serial fetal magnetic resonance imaging of cloacal exstrophy. Jpn J Radiol 29(9):656-9, 2011.
16. Goto S, Suzumori N, Obayashi S, Mizutani E, Hayashi Y, Sugiura M. Prenatal findings of omphalocele-exstrophy of the bladder-imperforate anus-spinal defects (OEIS) complex. Congenit Anom (Kyoto) 52(3):179-81, 2012.
17. Tang Y, Ma CX, Cui W, Chang V, Ariet M, Morse SB, y col. The risk of birth defects in multiple births: a population-based study. Matern Child Health J 10(1):75-81, 2006.
18. Wood HM, Babineau D, Gearhart JP. In vitro fertilization and the cloacal/bladder exstrophy-epispadias complex: a continuing association. J Pediatr Urol 3(4):305-10, 2007.
19. Vliet R, Roelofs LA, Rassouli-Kirchmeier R, De Gier RP, Claahsen-Van der Grinten HL, Verhaak C, et al. Clinical outcome of cloacal exstrophy, current status, and a change in surgical management. Eur J Pediatr Surg 25(1):87-93, 2015.
Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de la Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC) S.A. sin previo y expreso consentimiento de SIIC.
ua91218
Inicio/Home

Copyright siicsalud © 1997-2024 ISSN siicsalud: 1667-9008