Casos Clínicos

LIPOMA ENDOBRONQUIAL COMO CAUSA DE OBSTRUCCION BRONQUIAL Y ATELECTASIA. INFORME DE UN CASO

El lipoma endobronquial es un tumor benigno poco frecuente que afecta en su mayor parte a varones de mediana edad, con predilección por el lado derecho. Suele presentarse como una lesión polipoide, de crecimiento endoluminal, y simular una patología de tipo obstructiva o una neoplasia pulmonar maligna
Autor
Verónica Yanina Presas
Columnista Experta de SIIC
Institución del autor
Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, El Palomar, Argentina

Coautores
Maria Soledad Cuello*   
Médica especialista en Anatomía patológica., Hospital nacional profesor alejandro posadas*

Clasificación en siicsalud
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Especialidades
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Primera edición en siicsalud
9 de marzo, 2016
Introducción
El lipoma endobronquial es un tumor benigno poco frecuente que representa entre el 0.1% y 0.5% de todos los tumores pulmonares y entre el 3.2% y 9.5% de los tumores benignos endobronquiales.1-3 Afecta principalmente a varones de mediana edad, con predominio del lado derecho. El tabaquismo y la obesidad han sido informados como factores de riesgo.2-5
El lipoma endobronquial es un tumor mesenquimal que tiene origen en los adipocitos del tejido submucoso y peribronquial, y se localiza en las tres primeras divisiones del árbol traqueobronquial. Estos tumores se caracterizan por la ausencia de hemoptisis, y su lento crecimiento dentro de la luz bronquial provoca obstrucción grave. Los síntomas clínicos dependen del grado de obstrucción y de las consecuencias morfofuncionales del parénquima distal. Por este motivo, el diagnóstico temprano y la resección oportuna de la lesión son esenciales.
Caso clínico
Paciente de sexo femenino, de 66 años, que concurre a nuestra institución con atelectasia del lóbulo inferior izquierdo, secundaria a lesión obstructiva endobronquial; en otra institución se le habían realizado dos biopsias endoscópicas previas, con resultado negativo para neoplasia. En el Servicio de Neumonología se le realiza broncoscopia rígida, la cual muestra una lesión tumoral que obstruye el 100% de la luz al ingreso del lóbulo inferior (bronquio lobular inferior izquierdo). Se procede a la resección endoscópica de la lesión. Durante el procedimiento se constata un mínimo sangrado con buena hemostasia y se aspiran abundantes secreciones purulentas retenidas. Se remite el material resecado (dos fragmentos de tejido amarillo rosado, el mayor de 1.5 x 1 cm, y el menor, de 1 x 1 cm), su impronta citológica y lavado bronquial. Tanto en el lavado como en la impronta no se detectan signos neoplásicos malignos. En la biopsia se observa una proliferación benigna constituida por lóbulos de tejido adiposo maduro sin atipia citológica, de aspecto polipoide, que engloba estructuras glandulares, revestido por epitelio de tipo respiratorio (Figuras 1 y 2). Con estos hallazgos se arriba al diagnóstico de lipoma endobronquial.



Discusión
Los tumores benignos del árbol traqueobronquial son entidades poco frecuentes, y el lipoma endobronquial es aun más infrecuente entre éstos. Predomina en los varones, en la quinta y la sexta década de vida. Los casos descriptos en la literatura refieren un fuerte predominio por el pulmón derecho.3,4 El tabaquismo y la obesidad han sido infomrados como factores de riesgo.1,2 La sintomatología depende del grado de obstrucción de la vía aérea. Los síntomas clínicos más frecuentes incluyen tos seca persistente, dolor torácico, sibilancias, disnea y neumonías recurrentes. La hemoptisis es poco común pero puede presentarse. La clínica, por sí sola, no permite diferenciar el lipoma endobronquial de otras neoplasias. Incluso el cuadro clínico podría ser interpretado como asma bronquial o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El 80% de los pacientes presentan anormalidades en la radiografía de tórax, que son indistinguibles de otros procesos patológicos.
La principal utilidad de la tomografía computarizada radica en el reconocimiento de lesiones constituidas por grasa homogénea no vascularizada que no invade ni destruye tejido adyacente, sumado a la localización característica, permite descartar el diagnóstico de tumores malignos. En la tomografía computarizada, el hallazgo de una masa de tejido blando con bajos valores de atenuación y que no capta contraste se considera diagnóstico. Dichas características imagenológicas obligan a plantear el diagnóstico diferencial con otras neoplasias benignas endobronquiales como el hamartoma lipomatoso. En el estudio broncoscópico se observa como una lesión de apariencia blanda, pediculada o sésil que protruye hacia la luz, generalmente cubierta por una mucosa indemne, la ausencia de sangrado durante el procedimiento aleja el diagnóstico de tumores más vascularizados como el tumor carcinoide. El estudio citológico de la punción transbronquial no suele ser diagnóstico, debido a la escasa descamación y adherencia al portaobjeto.
Macroscópicamente, el lipoma endobronquial se manifiesta como una lesión ovalada, pediculada o sésil, amarillo-grisácea, de crecimiento endobronquial, que puede estar adherido a la pared bronquial. El tamaño varía entre 1 y 4 cm de diámetro. El límite entre el tumor y la pared bronquial es a menudo poco definido. La superficie del corte es gris o amarillenta. Puede presentar bronquiectasias, abscesos y signos de bronconeumonía en el parénquima distal a la obstrucción. Histológicamente, está compuesto por adipocitos maduros, sin atipia citológica, dispuestos en lóbulos, acompañado en ocasiones de infiltrado inflamatorio linfoplasmocitario. La lesión se halla revestida por epitelio de tipo respiratorio o escamoso metaplásico.
Debido a su naturaleza benigna, el tratamiento de este tumor debería ser conservador. El tratamiento de elección de los lipomas endobronquiales es la resección endoscópica con conservación del parénquima pulmonar adyacente, excepto que se observe extensión extrabronquial, o que los cambios en el parénquima pulmonar sean irreversibles.
Presentamos una paciente de sexo femenino con un cuadro de obstrucción endobronquial en el pulmón izquierdo, cuya lesión se interpreta, endoscópicamente, como un tumor carcinoide. Luego de dos estudios citológicos previos con resultado negativo para lesión neoplásica, se decide la resección endoscópica del tumor, con diagnóstico definitivo por estudio histopatológico de lipoma endobroquial.
Queremos destacar la importancia de plantear el lipoma como diagnóstico diferencial de otros tumores endoluminales bronquiales, el tratamiento de elección es la resección endoscópica temprana, para evitar lesiones irreversibles del parénquima pulmonar adyacente.


Los autores participantes de este trabajo declaramos no poseer ningún conflicto de interés, ni haber recibido ningún tipo de beca o ayuda económica.


Enviar correspondencia a:
Verónica Presas, Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, Ciudad de Buenos Aires, Argentina,
e-mail: veropresas@gmail.com

Bibliografía del caso clínico
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Basoglu A, Celik B, Akdag AO, Sengul AT. Endobronchial lipoma: a rare cause of bronchial occlusion. Interactive Cardiovascular and Thoracic Surgery 3:263-264, 2004.
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