IMPORTANCIA DEL CONTENIDO CORPORAL DE CINC EN PACIENTES CON TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD
Columbus, EE.UU.:
La nutrición con cinc influiría sobre los resultados del tratamiento farmacológico de los pacientes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Journal of Child and Adolescent Psychopharmacology 10(2):111-117
Autores:
Arnold LE, Pinkham SM, Votolato N
Institución/es participante/s en la investigación:
Ohio State University
Título original:
Does Zinc Moderate Essential Fatty Acid and Amphetamine Treatment of Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder?
Título en castellano:
Evaluación del Efecto Moderador del Cinc sobre el Tratamiento de los Pacientes con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad que Reciben Acidos Grasos Esenciales y Anfetaminas
Extensión del Resumen-SIIC en castellano:
2.24 páginas impresas en papel A4
Introducción y objetivos
El cinc es un elemento necesario para la actividad de diferentes enzimas, muchas de las cuales se encuentran en el sistema nervioso central. Además, contribuye a la estructura y el funcionamiento cerebral y se requiere para la conversión de piridoxina en piridoxal fosfato, su forma activa. A su vez, la piridoxina es necesaria para la conversión del triptófano en serotonina. Por otro lado, también interviene en la sÃntesis y la modulación de la melatonina, que participa en la modulación de la neurotransmisión dopaminérgica, un factor clave respecto del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y su tratamiento. Es más, se cree que el efecto de los estimulantes simpaticomiméticos en los pacientes con TDAH serÃa parcialmente mediado por la melatonina.
Según lo hallado en diferentes estudios, el déficit de cinc se encuentra involucrado en la hiperactividad. Asimismo, la actividad y la atención pueden afectarse durante el desarrollo si hay un déficit de este elemento. Entre los signos y sÃntomas caracterÃsticos del déficit de cinc se incluyen los trastornos de la concentración, el nerviosismo y el retraso de la maduración cognitiva. En los pacientes con TDAH se informó un déficit significativo de cinc en comparación con los sujetos sanos. La disminución del nivel de cinc se verificó en el plasma, en los eritrocitos y en el cabello. Asimismo, la deficiencia fue superior en casos de comorbilidad entre TDAH y trastorno oposicionista desafiante. Es decir, el déficit de cinc puede desempeñar un papel etiopatogénico en los pacientes con TDAH.
El cinc también está involucrado en el metabolismo de los ácidos grasos esenciales. Actúa como coenzima y modula la actividad de la ciclooxigenasa. Esta enzima es esencial para la sÃntesis de prostaglandinas y tromboxanos a partir de los ácidos grasos esenciales. De hecho, las prostaglandinas facilitan la absorción intestinal de cinc. Además, los ácidos grasos esenciales y sus metabolitos también participan en el metabolismo de la dopamina y la noradrenalina. Se halló una correlación significativa entre el nivel plasmático de cinc y de ácidos grasos esenciales en los niños con TDAH, que presentaron niveles significativamente menores de esos compuestos en comparación con los sujetos sanos.
Se propone la existencia de un sinergismo entre el cinc y los ácidos grasos esenciales respecto de la facilitación y regulación de la actividad de la dopamina, la serotonina y la noradrenalina. Esto tendrÃa consecuencias para el tratamiento estimulante de los pacientes con TDAH. En el presente estudio se evaluó la relación entre el contenido de cinc de la dieta, los efectos de los ácidos grasos esenciales y los efectos estimulantes del tratamiento en pacientes con TDAH. El objetivo fue valorar la interacción entre estos factores.
Métodos
Se analizaron los datos obtenidos en un estudio anterior sobre el tratamiento de 18 niños de 6 a 12 años con TDAH, en el que se comparó el resultado de la administración de d-anfetamina, un aceite rico en ácido gammalinolénico llamado efamol o placebo. Además, se evaluó el nivel de cinc en los eritrocitos, la orina y el cabello. El tratamiento duró un mes; al finalizar se aplicaron la Conners 39-item Teacher Rating Scale y la Davis Hyperkinetic Rating Scale.
Un pediatra especializado en la interpretación del nivel de minerales clasificó a los participantes en 3 grupos según presentaran un contenido nutricional de cinc adecuado, intermedio o deficitario. El profesional no conocÃa a los pacientes ni tenÃa acceso a la información clÃnica. Debido a la imposibilidad de evaluar el nivel de cinc en el sistema nervioso central, se lo infirió de los datos disponibles. No obstante, debe tenerse en cuenta que su concentración puede variar en los diferentes tejido. Por último, se evaluó el efecto del tratamiento según el nivel encontrado.
Resultados
El efecto de la d-anfetamina se asociarÃa de manera lineal con el nivel de cinc. En cambio, el análisis del efecto del efamol según ese nivel arrojó una curva en U invertida. Es decir, en los pacientes con un nivel adecuado de cinc no tuvo ningún efecto, en los pacientes con un nivel intermedio el efecto fue similar al de la d-anfetamina y en los pacientes con déficit de cinc el efecto disminuyó nuevamente. Al evaluar la magnitud del efecto de la d-anfetamina y del efamol se observó que en los pacientes con un nivel intermedio de cinc fue elevada en comparación con el placebo. En cambio, disminuyó significativamente ante la deficiencia leve de cinc.
Discusión
Los resultados del presente estudio autorizan a pensar que la nutrición con cinc es importante para el tratamiento farmacológico de los pacientes con TDAH. Asimismo, los beneficios del efamol en este tipo de pacientes se relacionarÃan con la compensación o la mejorÃa del nivel de cinc en los casos de disminución intermedia de éste. En los casos de deficiencia, aunque sea leve, el efamol no tuvo el mismo efecto beneficioso. Aún resta evaluar si la interacción entre la d-anfetamina y el cinc puede generalizarse al resto de los fármacos estimulantes o antidepresivos. También deberÃa determinarse si el efecto del efamol sobre el nivel de cinc puede aplicarse a otras formulaciones de ácidos grasos esenciales.
La proporción de pacientes con TDAH y niveles deficientes o intermedios de cinc fue 44% y 28%, respectivamente. Estos porcentajes parecen elevados, pero coinciden con lo informado en otros estudios. Por ejemplo, en un trabajo realizado en 1973 se informó que la nutrición con cinc en la población estadounidense era casi siempre subóptima. En otro estudio realizado en 1996 se comunicaron niveles séricos medios de cinc de 60.6 ± 9.9 µg/dL en los niños con TDAH y de 105.8 ± 13.2 µg/dL en los voluntarios sanos. Asimismo, en un estudio publicado en 1996 se informó que el nivel de cinc en pacientes de 6 a 16 años con TDAH era significativamente inferior y más variable en comparación con lo hallado en sujetos sanos. Además, el 35% de los pacientes con TDAH presentaban valores anormales de cinc, por lo general, bajos. La evaluación de un solo tejido puede ser inadecuada para estimar la prevalencia real de deficiencia de cinc. No obstante, la inclusión de otros tejidos es útil para detectar deficiencias leves o estados intermedios de nutrición con cinc.
En diferentes estudios clÃnicos y efectuados en animales se informó una asociación entre el nivel de cinc y el comportamiento relacionado con el TDAH. No obstante, en otro estudio no se halló una correlación significativa entre el nivel de cinc en el cabello o en el plasma y el puntaje de las escalas de hiperactividad completadas por los padres y maestros de los pacientes con TDAH. Asimismo, se informaron resultados negativos respecto de la utilidad del efamol en pacientes con TDAH. Al igual que lo observado para otros minerales, como el selenio y el yodo, la ingesta de cinc varÃa según la región geográfica analizada. Diversas variables relacionadas con la cantidad de cinc en la tierra, la flora y la fauna y los hábitos alimenticios locales pueden afectar los niveles ingeridos. SerÃa de utilidad comparar las caracterÃsticas de la dieta consumida en diferentes regiones. Son necesarios otros estudios para obtener datos más concluyentes.