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Introducción
Las enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, los trastornos musculoesqueléticos y las neoplasias, incluido el cáncer de mama, están relacionadas de forma directa con la obesidad. Recientemente, se ha demostrado una relación positiva entre el exceso de peso y el aumento del riesgo de cáncer de mama y malos resultados para todos los subtipos de tumores de mama. En general, se acepta que las mujeres obesas tienen un mayor riesgo de cáncer de mama posmenopáusico, pero no premenopáusico. Esta asociación podría explicarse por la elevación de los estrógenos circulantes derivados de la aromatización de andrógenos periféricos en el tejido adiposo de mujeres posmenopáusicas con sobrepeso u obesidad. Otra teoría presenta la obesidad como un factor asociado al síndrome metabólico que aumenta la insulina circulante y el factor de crecimiento similar a la insulina, ambos conocidos mitógenos. Parte de su acción también está mediada por la comunicación de esta vía con la de la vía del receptor de estrógenos en las células mamarias. Además, se ha postulado que los adipocitos secretan diversas citoquinas, polipéptidos y moléculas similares a las hormonas (adipocitocinas), que influyen en el crecimiento tumoral. Con el fin de controlar mejor el crecimiento neoplásico, los oncólogos recomiendan la pérdida de peso saludable en las personas afectadas por el cáncer de mama. La integridad hepática es un punto esencial durante la quimioterapia. Se ha establecido que la mayoría de los fármacos utilizados para la quimioterapia en pacientes con cáncer de mama provocan cambios tóxicos, afectando predominantemente a las mitocondrias de las células hepáticas. En consecuencia, se debe iniciar un abordaje terapéutico hepático seguro para el manejo de la obesidad en pacientes con cáncer de mama. La dieta cetogénica es una dieta alta en grasas, baja en carbohidratos y moderada en proteínas que produce cambios metabólicos que conducen a un aumento de los niveles de ácidos grasos libres y cetonas séricas y a una reducción de las concentraciones de insulina, glucosa y glucagón en sangre.
Este estudio tuvo como objetivo evaluar el impacto de la dieta cetogénica en el índice de masa corporal (IMC) y evaluar su seguridad en la función hepática en mujeres con cáncer de mama.
Métodos
El presente estudio prospectivo se llevó a cabo en el Centro de Oncología Compleja de Plovdiv, Bulgaria. Se incluyeron 520 mujeres con cáncer de mama ductal que se sometieron a una dieta cetogénica modificada de 60 días. Antes y después de la dieta cetogénica, se evaluó el IMC, el tiempo de protrombina (TP), el tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPa), el índice de relación aspartato aminotransferasa/recuento plaquetario (APRI, por sus siglas en inglés) y la elasticidad hepática por ecografía. Los criterios de inclusión fueron el diagnóstico de cáncer de mama, la ausencia de tratamiento quimioterápico previo o en curso y el IMC ≥ 30 kg/m2.
Resultados
La edad de los pacientes osciló entre 43 y 75 años, con una mediana de 60 años. Los resultados demostraron una disminución significativa del IMC y una mejora de la elasticidad hepática medida por ecografía en todos los participantes después de completar la dieta. Antes de la dieta cetogénica, todas las participantes fueron categorizadas como obesas y la mediana del IMC de los participantes era de 35 kg/m2, y después de la dieta de 60 días, la mediana del IMC se redujo a 30 kg/m2, con valores individuales que oscilaron entre 24 kg/m2 y 40 kg/m2. Tras completar la pauta cetogénica de 60 días, 30 pacientes (5.80%) se clasificaron como normopesos (IMC = 18.5 a 24.9 kg/m2), 180 pacientes (34.60%) pasaron al rango de sobrepeso (IMC = 25.0 a 29.9 kg/m2) y 310 pacientes (59.60%) permanecieron en la categoría de obesidad (IMC > 30 kg/m2). Sin embargo, se estableció que todos estos redujeron su IMC en varias unidades. No se encontraron cambios significativos en los parámetros hepáticos después de la dieta. Se observó una reducción de la elasticidad hepática medida con elastografía transitoria en 380 de los pacientes (73%), ningún cambio en 130 pacientes (25%) y un aumento en 10 pacientes (2%).
Conclusiones
La incidencia de cáncer de mama entre las mujeres obesas va en aumento. La relación entre la obesidad y el cáncer de mama obliga a los profesionales de la salud a aconsejar a las pacientes afectadas que pierdan peso. Los resultados de este estudio demuestran que la dieta cetogénica no empeora los parámetros hepáticos, sino todo lo contrario, y conduce a una normalización de la elasticidad hepática. En conclusión, la dieta cetogénica representa una opción segura para la reducción del peso corporal total en pacientes con cáncer de mama, incluso en aquellas que requieren quimioterapia. Además, se puede promover de manera segura entre las personas con una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama y asegurarles que ayudará a reducir el peso y mejorar la salud de su hígado. En ese sentido, la dieta cetogénica puede ayudar a prevenir enfermedades.
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