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Introducción
En pacientes con enfermedad coronaria y riesgo elevado o muy elevado de eventos cardiovasculares ateroscleróticos se recomienda la reducción intensiva de los niveles de colesterol asociado con lipoproteínas de baja densidad (LDLc). Las estatinas representan el tratamiento hipolipemiante de primera línea. La capacidad de reducción del LDLc varía según el tipo de estatina y es un determinante a la hora de elegir el tratamiento. Las preocupaciones acerca de la seguridad, incluidos los efectos adversos relacionados con las estatinas y la intolerancia, son aspectos que también deben considerarse en la práctica del mundo real. Los efectos adversos relacionados con las estatinas son más frecuentes con las de alta potencia que con las de baja potencia. Sin embargo, no está claro si los efectos adversos se deben al fármaco en sí o a los efectos de la clase de fármacos.
El objetivo de este análisis secundario del ensayo Low-Density Lipoprotein Cholesterol-Targeting Statin Therapy Versus Intensity-Based Statin Therapy in Patients With Coronary Artery Disease (LODESTAR) fue comparar la eficacia y la seguridad a largo plazo del tratamiento con rosuvastatina respecto de la atorvastatina, durante tres años, en pacientes con enfermedad de las arterias coronarias.
Métodos
El ensayo aleatorizado, abierto, multicéntrico LODESTAR fue realizado en 12 hospitales en Corea del Sur, de septiembre de 2016 a noviembre de 2019. Se incluyeron 4400 pacientes adultos (≥ 19 años) con enfermedad coronaria diagnosticada clínicamente, incluida cardiopatía isquémica estable y síndrome coronario agudo, que requirieron tratamiento con estatinas para reducir sus niveles de LDLc. Los participantes fueron asignados a recibir rosuvastatina (n = 2204) o atorvastatina (n = 2196) mediante aleatorización factorial 2 × 2. El criterio principal de valoración fue la combinación de muerte por todas las causas, infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular o cualquier revascularización coronaria a lo largo de 3 años. Los criterios secundarios de valoración fueron variables de seguridad: diabetes mellitus de nueva aparición, ingresos hospitalarios por insuficiencia cardíaca, trombosis venosa profunda o tromboembolismo pulmonar, revascularización endovascular para la enfermedad arterial periférica, intervención o cirugía aórtica, enfermedad renal en estadio terminal, suspensión de los fármacos en estudio debido a intolerancia, cirugía de cataratas, y un conjunto de anomalías detectadas en laboratorio.
Resultados
Las características basales de los participantes estuvieron bien equilibradas entre los dos grupos. La edad promedio fue de 65 años y el 27.9% eran mujeres, el 33.4% tenía diabetes mellitus, el 55.8% había sido sometido a intervención coronaria percutánea y el 74.3% había recibido el diagnóstico inicial o había sido sometido a revascularización coronaria hacía más de un año. Un total de 4341 de los 4400 participantes (98.7%) completaron el ensayo. La media de la dosis diaria del fármaco de estudio fue de 17.1 mg en el grupo de rosuvastatina y de 36.0 mg en el grupo de atorvastatina a los tres años (p < 0.001). El criterio principal de valoración se presentó en 189 participantes (8.7%) en el grupo de rosuvastatina y en 178 (8.2%) en el grupo de atorvastatina (hazard ratio [HR]: 1.06; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.86 a 1.30; p = 0.58). El nivel promedio de LDLc durante el tratamiento fue de 1.8 mmol/l en el grupo de rosuvastatina y de 1.9 mmol/l en el grupo de atorvastatina (p < 0.001). El grupo de rosuvastatina tuvo mayor incidencia de diabetes mellitus de nueva aparición que requirió el inicio de antidiabéticos (7.2% frente a 5.3%; HR: 1.39; IC 95%: 1.03 a 1.87; p = 0.03) y de cirugía de catarata (2.5% frente a 1.5%; HR: 1.66, IC 95%: 1.07 a 2.58; p = 0.02). Otros criterios de valoración de seguridad no difirieron entre los dos grupos.
Conclusiones
En pacientes adultos con enfermedad coronaria, la rosuvastatina y la atorvastatina mostraron una eficacia comparable para el criterio de valoración combinado de muerte por todas las causas, infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular o cualquier revascularización coronaria a los tres años. El tratamiento con rosuvastatina se asoció con niveles más bajos de LDLc y con mayor proporción de participantes que alcanzaron valores de LDLc < 1.8 mmol/l durante todo el período de estudio, en comparación con el tratamiento con atorvastatina. Sin embargo, la rosuvastatina se asoció con mayor riesgo de diabetes mellitus de nueva aparición que requirió antidiabéticos y cirugía de cataratas, en comparación con la atorvastatina.
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