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Introducción y objetivos
El aire no contaminado es esencial para una vida saludable. Sin embargo, en la actualidad la atmósfera en la que respiramos contiene diversos contaminantes nocivos para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana, y ha emitido una guía para la calidad global del aire, que contiene recomendaciones para el control de seis contaminantes considerados de máxima relevancia: materia particulada (PM10, PM2.5), ozono (O3), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO) y plomo (Pb). Otro contaminante atmosférico que ha adquirido importancia son las partículas ultrafinas (PUF). Las variaciones meteorológicas (temperatura, humedad, viento) y las fuentes naturales (polvo de zonas desérticas, polen, erupciones volcánicas, aerosoles de sal marina, incendios, material orgánico emitido por las plantas, etcétera) pueden influir sobre la acumulación de contaminantes.
Los efectos de los contaminantes atmosféricos sobre la salud son amplios e incluyen enfermedades respiratorias, hipertensión arterial, trastornos cardiovasculares, deterioro cognitivo y enfermedad de Alzheimer. La materia particulada aumenta también el riesgo de enfermedades inflamatorias, como la esclerosis múltiple. Durante el embarazo, la contaminación atmosférica ha sido relacionada con el parto prematuro y, en niños pequeños, con hipertensión arterial.
La guía de la OMS provee estándares de calidad para el aire ambiental que han sido incorporados a la legislación de muchos países. Para controlar la calidad del aire se utilizan índices validados, que permiten instrumentar medidas de mitigación si la contaminación alcanza niveles riesgosos para la salud. Si bien la pandemia de SARS CoV-2 estuvo asociada con reducción transitoria de las emisiones de gas de los motores, los expertos creen que una mejoría permanente de la calidad del aire puede lograrse solo con políticas de aire puro sostenidas en el tiempo.
Un campo de investigación de especial importancia en la actualidad son las PUF, cuya contribución a los riesgos para la salud parece ser significativa. Los resultados de los avances en las investigaciones deben ser adecuadamente comunicados no solo a la comunidad científica sino a la población general, lo que representa un desafío para los científicos en estas áreas.
Los autores de esta revisión tuvieron el objetivo de recabar la información existente en la bibliografía actual sobre la comunicación de los riesgos de contaminación atmosférica. Dada la heterogeneidad de las publicaciones existentes, los autores definieron que el modelo de revisión más apropiado era el de la revisión exploratoria, con la siguiente pregunta de investigación: ¿Qué alcance ha tenido la comunicación científica, la información y la percepción pública en lo referente a los contaminantes ambientales (i) en el tiempo, (ii) en diferentes tipos de publicaciones y (iii) en diferentes disciplinas? A partir de estos datos preliminares, el objetivo de los autores fue identificar sistemáticamente los temas centrales que hubieran recibido la atención de la investigación interdisciplinaria.
Métodos
Esta revisión exploratoria fue llevada a cabo con las recomendaciones PRISMAScR (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses Extension for Scoping Reviews). Las búsquedas se realizaron en las bases de datos Pubmed y Scopus y llegaron hasta abril de 2022. Fueron utilizados métodos computacionales para exploración de grandes colecciones de textos, con capacidad para identificar estructuras temáticas latentes, mediante modelos estadísticos para datos a gran escala: Topic Modelling (TPM). El número de unidades temáticas fue determinado para lograr un equilibrio entre exclusividad y coherencia semántica, para evitar una alta especificidad de los términos. Las unidades temáticas definidas fueron “comunicación del riesgo”, “medidas para la calidad del aire”, “cambio climático y adaptaciones”, “energía”, “modelos predictivos”, “análisis epidemiológicos”, “enfermedades respiratorias”, “embarazo y nacimiento”, “fuentes de contaminantes y concentraciones”, “filtros y membranas”, y “análisis preclínicos”.
Resultados
La búsqueda inicial en las bases de datos arrojó 11 052 publicaciones. Después de aplicar los criterios de inclusión y de exclusión, se alcanzó una muestra final de 6467 referencias, publicadas entre 1958 y 2022. El análisis final fue hecho sobre cinco unidades temáticas seleccionadas según la densidad de estudios que contenía cada una: “impacto sobre la salud”, “protección ambiental, clima y sustentabilidad”, “comunicación de riesgo”, “modelos predictivos” y “medidas para la calidad del aire”. Los autores de la revisión indican que el número de publicaciones se incrementó en el tiempo para todas las unidades temáticas, especialmente a partir de 1990.
Impactos sobre la salud
Esta unidad temática estuvo representada en 1529 estudios (30.2%) y contiene datos sobre las enfermedades humanas relacionadas con la exposición a contaminantes atmosféricos. Abarca factores de riesgo y efectos patológicos intrauterinos, en la niñez y en la edad adulta, incluidas enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tuberculosis y enfermedades cardiovasculares. Los estudios subrayan la necesidad de acciones de salud pública dirigidas a reducir la contaminación atmosférica en el ambiente domiciliario.
Protección del medio ambiente, clima y sustentabilidad
Este tema estuvo comprendido en 1273 artículos (25.1%). Un aspecto clave es el cambio climático, en el que la contaminación atmosférica desempeña un papel principal. Los estudios analizan las estrategias adaptativas y las medidas de mitigación necesarias para contrarrestar los efectos negativos del cambio climático. El análisis identifica algunos aspectos deficitarios, como la escasa intervención estatal y la poca consideración hacia los grupos vulnerables. Se proponen mejoras en la información y en la educación de la población, a cargo de organismos gubernamentales y de organizaciones de la sociedad civil. Por otro lado, se estimula la incorporación de estos temas en la currícula de profesionales en la primera línea del cuidado de la salud, como médicos y enfermeras.
El análisis concluye que las metas climáticas y los objetivos ambientales solo pueden lograrse si la población general es consciente de los riesgos.
Comunicación del riesgo
El núcleo temático de comunicación del riesgo emergió en tercer lugar, en 947 referencias (18.7%). Los estudios analizados evalúan diferentes abordajes para comunicar los riesgos de la contaminación atmosférica: formas comunicacionales específicas para transmitir riesgos (cine, televisión, fotografía, medios escritos), factores que influyen sobre la percepción del riesgo por parte de la población (diferencias culturales, grado de disciplina social), efectividad de estrategias específicas en poblaciones seleccionadas (p. ej.: adolescentes), desarrollo de métodos para que el público monitoree los niveles de contaminación, entre otros.
Modelos predictivos
Esta unidad temática apareció en 664 referencias (13.1%). Sus aspectos principales son la predicción de la calidad atmosférica y los modelos de monitoreo. Estas herramientas proveen información predictiva a través de cálculos matemáticos por sistemas de inteligencia artificial. Algunos de estos modelos generan un índice de calidad atmosférica (ICA), basado en diferentes contaminantes. Los sistemas de monitoreo tienen el objetivo final de prevenir a la población general.
Medidas para la calidad del aire
Esta unidad temática tuvo la menor representación en la muestra analizada (n = 653; 12.9%). La calidad del aire fue examinada en diferentes contextos: al aire libre y puertas adentro. El análisis de calidad incluye detección de contaminantes específicos individuales (p. ej.: formaldehído) y de mezclas de contaminantes. El núcleo temático estuvo enfocado también en grupos específicos de influencia, para lograr políticas públicas y leyes para alcanzar los objetivos.
Bibliografía sobre PUF
Las PUF constituyen actualmente un importante tema de investigación en el campo de la contaminación atmosférica. Los autores de la revisión incluyeron un análisis específico sobre este núcleo temático. Las PUF estuvieron mencionadas en 84 de 6423 referencias (1.3%), a partir de 1998. Los estudios analizados señalan que las PUF representan una seria amenaza potencial a la salud pública, que debe ser informada a la población por distintos actores gubernamentales y no gubernamentales. Han sido propuestos diferentes modelos predictivos, incluidos aquellos con técnicas basadas en satélites, para elaborar mapas visuales de contaminación atmosférica con PUF, que ayuden a comunicar el riesgo a la población general.
Discusión y conclusiones
Esta revisión exploratoria identificó 6423 referencias desde 1958 hasta 2022. Los autores señalan que el flujo de bibliografía se incrementó especialmente a partir de 1990, lo que atribuyen a los cambios ocurridos en los sistemas científicos, con la incorporación de la digitalización de datos, de Internet, de bases de macrodatos, y de mayor acceso a la información científica. Los investigadores hacen notar también que la mayor parte de los estudios se encuentran en publicaciones dedicadas a las ciencias ambientales, y no en aquellas enfocadas en la salud, en la comunicación de temas de salud, y en la información en general. Las publicaciones enfocadas específicamente en estrategias comunicacionales para informar sobre los riesgos de la contaminación atmosférica fueron escasas en esta muestra y, en general, no incluyeron poblaciones específicas (adolescentes, ancianos, habitantes de determinadas regiones, etcétera). En numerosos estudios, el núcleo temático de la comunicación del riesgo es solamente mencionado, pero sin profundizar en los abordajes para optimizarla.
La intervención de expertos para optimizar el proceso de comunicación de riesgos es importante para los autores de la revisión. Estos expertos pueden provenir de esferas gubernamentales o de tareas cercanas a la población afectada (p. ej.: enfermeras). La población general en sí misma adquiere participación prominente en el proceso de comunicación, a medida que avanza la concientización del problema, generando incluso los datos de monitoreo ambiental necesarios para elaborar los avisos de riesgo, y compartiendo la información con las herramientas tecnológicas disponibles (aplicaciones de celulares, redes sociales, etcétera).
Con respecto a las PUF, si bien los datos científicos han ido en aumento en las últimas décadas, existe para los autores un hiato de investigación sobre el mejor abordaje comunicacional.
Los expertos mencionan algunas limitaciones del estudio: (i) los hallazgos de la búsqueda bibliográfica son el resultado de una estrategia de búsqueda específica, que podría ser cambiada o perfeccionada; (ii) las bases de datos consultadas podrían tener sesgos específicos (sesgo de publicación, sesgo de lenguaje); (iii) no se incluyó en la búsqueda la denominada “literatura gris”.
En conclusión, el núcleo temático “comunicación de riesgo” está subrepresentado en la bibliografía sobre contaminación atmosférica, riesgo ambiental y efectos nocivos sobre la salud. Las investigaciones sobre PUF deben incluir evaluaciones de las diferentes estrategias comunicacionales.
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