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Introducción
El deterioro cognitivo leve se considera un síndrome de deterioro cognitivo más allá de lo que cabría esperar según la edad y el nivel de educación de una persona. Es de gran importancia para el diagnóstico precoz y la predicción de la demencia. La función cognitiva disminuye con la edad. La población mundial está envejeciendo de forma rápida, lo que aumenta la carga del deterioro cognitivo. El deterioro cognitivo relacionado con la edad se ha convertido en un problema de salud pública mundial, por lo tanto, la identificación de los factores de riesgo del deterioro cognitivo puede proporcionar la base científica para la prevención y el control de enfermedades. Diversos estudios indican que la contaminación del aire ambiental puede afecta la función cognitiva; sin embargo, los resultados son incongruentes y estos estudios se han realizado en países en desarrollo. Debido al bajo nivel de desarrollo económico y al relativo retraso en la protección del medio ambiente, el problema del envejecimiento y los problemas ambientales en los países en desarrollo son relativamente graves. Por lo tanto, es necesario explorar la asociación entre la contaminación del aire y la función cognitiva entre personas de mediana edad y ancianos en países en desarrollo.
El objetivo del presente estudio fue explorar el efecto del material particulado ambiental (PM 1, PM 2.5, y PM 10) en la función cognitiva de personas adultas chinas de mediana edad y ancianas.
Métodos
El presente estudio longitudinal se basó en datos del Estudio Longitudinal de Salud y Jubilación de China (CHARLS, por sus siglas en inglés). Esta es una encuesta longitudinal nacional realizada entre los residentes mayores de 45 años en China de 2008 a 2018, que incluyó la evaluación de los antecedentes demográficos, el estado de salud y el desempeño, el estado social y económico y la información sobre la jubilación. En 2011 se llevó a cabo la encuesta de referencia nacional (relevamiento 1), que incluyó 17 708 participantes, y en 2013 y 2015 siguieron los relevamientos 2 y 3. La función cognitiva se evaluó a partir de dos dimensiones, la primera fue la memoria episódica y la segunda dimensión el estado mental. El puntaje total de la función cognitiva fue la suma de las dos dimensiones anteriores (0 a 31 puntos). La exposición de los participantes a las partículas ambientales se estimó mediante el uso de un modelo espaciotemporal basado en satélites. Se realizó una validación cruzada de diez veces para evaluar la precisión predictiva del método. Sobre la base de la longitud y latitud de la ciudad donde viven los participantes, se midió el promedio de las concentraciones de material particulado ambiental de todas las ciudades y las ventanas de exposición fueron de 30, 60, 90 y 180 días antes de la fecha de la entrevista. Se aplicaron modelos mixtos lineales para analizar el impacto de PM 1, PM 2.5 y PM 10 en la función cognitiva. Además, se examinaron las posibles modificaciones del efecto en la asociación por edad, sexo, residencia, nivel de educación, ingresos familiares anuales, categorías regionales, tabaquismo, consumo de alcohol, enfermedades crónicas, síntomas depresivos y estado civil. El rango intercuartílico (RIC) se calculó con intervalos de confianza del 95% (IC 95%).
Resultados
Se incluyeron en total 7928 participantes mayores de 45 años de CHARLS cuyos datos se recolectaron en 2011, 2013 y 2015. La media de edad de los participantes fue de 57.6 años y el 52.31% eran varones. La mayoría de ellos vivían en áreas rurales (60.91%) y tenían un nivel educativo primario o inferior (60.28%). El promedio del índice de masa corporal fue de 23.88 kg/m2, el 69.49% de los participantes informaron antecedentes de enfermedad crónica, y el 32.80%, antecedentes de síntomas depresivos. La media del puntaje de la función cognitiva de los participantes fue 15.54, 15.57 y 14.76 durante los relevamientos 1, 2 y 3, respectivamente.
Después de ajustar por los factores de confusión, se encontró que un aumento de RIC en las tres partículas ambientales se asoció de forma significativa con una disminución en el puntaje de la función cognitiva, con el mayor efecto en la ventana de exposición de 90 días para PM 1 (beta: -0.227, IC 95%: -0.376 a -0.078) y PM 2.5 (beta: -0.220, IC 95%: -0.341 a -0.099). Para las PM 10 ambientales, la ventana de exposición más significativa fue de 60 días (beta: -0.158, IC 95%: -0.274 a -0.042). Los análisis de interacción demostraron que la asociación entre PM y función cognitiva podría modificarse por sexo (mayor efecto en el sexo femenino), región, consumo de alcohol, tabaquismo, nivel educativo, enfermedades crónicas y síntomas depresivos.
Conclusiones
La exposición a partículas ambientales (PM 1, PM 2.5 y PM 10) durante un cierto período parece disminuir de forma significativa la función cognitiva entre los sujetos chinos de mediana edad y ancianos. Además, las mujeres o las personas que vivían en el centro de China eran más susceptibles al efecto adverso de las partículas. Los resultados del presente estudio complementan aun más los datos existente sobre los efectos de la contaminación del aire, especialmente PM 1, en el deterioro cognitivo entre las personas de mediana edad y ancianos en los países en desarrollo.
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