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Introducción
Se estima que aproximadamente el 8% de las personas son hospitalizadas después de la infección por el coronavirus 2 causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por su sigla en inglés), el agente etiológico de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés). El plasma de convaleciente policlonal se puede obtener de donantes que se hayan recuperado de la COVID-19. La eficacia de este plasma para prevenir complicaciones graves en pacientes ambulatorios con COVID-19 de inicio reciente es incierta.
El objetivo del presente estudio fue determinar si el plasma de convaleciente previene la progresión de la enfermedad que conduce a la hospitalización, en pacientes con COVID-19.
Métodos
Se realizó un ensayo multicéntrico, a doble ciego, aleatorizado y controlado, para evaluar la eficacia y la seguridad del plasma de convalecientes de COVID-19, en comparación con el plasma de control, en adultos sintomáticos (≥ 18 años de edad) que dieron positivo para la infección por SARS-CoV-2, independientemente de sus factores de riesgo para la progresión de la enfermedad o el estado de vacunación. Los participantes se inscribieron dentro de los 8 días posteriores al inicio de los síntomas y recibieron una transfusión dentro de un día después de la aleatorización. Esta se estratificó según el sitio del ensayo y la edad de los participantes (< 65 años o ≥ 65 años). El criterio de valoración primario fue la hospitalización relacionada con la COVID-19 dentro de los 28 días posteriores a la transfusión, evaluada como la incidencia acumulada en el grupo de plasma de convaleciente, en comparación con el grupo de plasma de control. La decisión de hospitalizar a los pacientes quedó a discreción de los médicos tratantes. La incidencia de efectos adversos también fue registrada.
Resultados
Los participantes se inscribieron en 23 sitios de los Estados Unidos, desde el 3 de junio de 2020 hasta el 1 de octubre de 2021. Se aleatorizó un total de 1225 participantes, de los cuales 592 recibieron plasma de convaleciente y 589 recibieron plasma de control, para un total de 1181 participantes que se incluyeron en el análisis por intención de tratar modificado (individuos que recibieron una transfusión). Las características demográficas y clínicas de los pacientes fueron similares entre los grupos. La mediana de edad fue de 43 años. Las mujeres, incluidas 3 que estaban embarazadas, constituían el 57% de los participantes. La mediana de tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la transfusión fue de 6 días. La proporción de participantes de raza negra en el ensayo fue similar a la de la población general de los Estados Unidos (alrededor del 10%), pero la proporción de participantes hispanos fue menor. Además, los sujetos de 65 años o más (8%) y los varones estuvieron menos representados que los participantes más jóvenes y las mujeres.
El criterio de valoración primario ocurrió en 17 de 592 participantes (2.9%) que recibieron plasma de convaleciente y en 37 de 589 (6.3%) que recibieron plasma de control (reducción del riesgo absoluto: 3.4 puntos porcentuales; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1 a 5.8; p = 0.005), lo que corresponde a una reducción del riesgo relativo del 54%. Los resultados fueron similares en subgrupos preespecificados, definidos según el sexo, el índice de masa corporal, la edad, el estado de vacunación y el estado con respecto a la hipertensión arterial y a la diabetes. Los resultados estimados puntuales fueron mejores en los participantes que recibieron una transfusión dentro de los 5 días posteriores al inicio de los síntomas que en aquellos que recibieron una transfusión más tarde. La mayoría de los participantes que fueron hospitalizados no estaban vacunados (53 de 54 individuos). Las características demográficas y clínicas iniciales de los participantes hospitalizados fueron similares a las de los participantes que no fueron hospitalizados. Los niveles de anticuerpos en las unidades de plasma de convaleciente transfundido fueron similares en los pacientes hospitalizados y no hospitalizados. La media de la duración de la hospitalización fue la misma (6 días en ambos grupos de prueba). En la población con intención de tratar modificada, 12 participantes en el grupo de plasma de convaleciente y 26 sujetos en el grupo de plasma de control tuvieron progresión de la enfermedad que llevó al uso de oxígeno en el hospital. Las tres muertes después de la hospitalización ocurrieron en el grupo de plasma de control.
Se registró un total de 16 eventos adversos de grado 3 o 4 (7 en el grupo de plasma de convaleciente y 9 en el grupo de plasma de control) en participantes que no fueron hospitalizados.
Conclusiones
En el presente estudio se observó que, en los pacientes con COVID-19, la mayoría de los cuales no estaban vacunados, la administración de plasma de convaleciente dentro de los 9 días posteriores al inicio de los síntomas redujo el riesgo de progresión de la enfermedad que condujo a la hospitalización. La razón más frecuente de hospitalización fue la hipoxemia sintomática que resultó de la inflamación pulmonar en respuesta a la infección por SARS-CoV-2.
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