Introducción

El parto pretérmino se define como un nacimiento antes de las 37 semanas de gestación y afecta a cerca del 10% de todos los partos. Es una causa de morbimortalidad neonatal e infantil dado que estos niños pueden tener deficiencias cognitivas y un aumento de enfermedades cardiometabólicas y pulmonares en la vida adulta. Si bien la mayoría de estos partos se producen en las etapas tardías (semanas 34 a 36), los nacidos antes de las 34 semanas tienen tasas desproporcionadamente más altas de complicaciones relacionadas con la prematurez.
Se ha observado que, en comunidades de pescadores escandinavos, las gestaciones y los pesos al nacer suelen ser altos. Esto llevó a la hipótesis de que una ingesta con un alto contenido de ácidos grasos de cadena larga durante el embarazo puede retrasar el momento del parto espontáneo. Si bien algunos estudios no apoyan esta afirmación, otras investigaciones sí concluyeron que la ingesta de ácidos grasos omega-3 de cadena larga se asocia con un mayor tiempo de gestación. Sin embargo, el tamaño de efecto obtenido en estos estudios fue modesto.

El objetivo de este trabajo fue evaluar si una baja concentración de ácidos grasos omega-3 de cadena larga en una cohorte de mujeres danesas con embarazos en etapas tempranas y medias se asocia con un mayor riesgo de parto pretérmino. La comprensión del efecto de umbral de las asociaciones no lineales es una prioridad de investigación dado que algunos estudios previos sugieren la existencia de un umbral de saturación por encima del cual no existiría un efecto.

Metodología

Se empleó un diseño de casos y controles a partir de datos de una cohorte nacional de partos de Dinamarca. Se identificaron 376 casos de parto pretérmino, con menos de 34 semanas de gestación sin preeclampsia y 348 controles al azar. Se realizaron dos mediciones de ácido eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA) en las semanas 9 y 25 (los niveles de EPA y DHA se calcularon como porcentaje del total de ácidos grasos).

Se calcularon los odds ratio y sus intervalos de confianza del 95% para las asociaciones entre EPA más DHA y el riesgo de parto pretérmino mediante regresión logística ajustada por la edad de la madre, altura, índice de masa corporal preembarazo, tabaquismo y factores socioeconómicos.

Resultados

La edad gestacional al momento del parto fue, en promedio, de 219.8 días, con un intervalo de 171 y 237 días para las mujeres dentro del grupo de casos y de 280.8 días con un intervalo de 238 y 307 días dentro del grupo control. La edad gestacional promedio al momento de la primera toma de muestra fue de 59.7 ± 17.4 días y 60.1 ± 16.0 días para los casos y los controles. Para la segunda muestra la edad gestacional fue de 175.7 ± 11.9 días y 177.3 ± 13.0 días.

El riesgo de parto pretérmino varió con la edad, el índice de masa corporal previo al emabarazo y el tabaquismo, y estos factores tendieron a asociarse con las concentraciones plasmáticas de EPA más DHA en ambos momentos de muestreo.

Entre los casos, la concentración de EPA más DHA fue de 1.57% y 1.41% en la primera y en la segunda muestra, respectivamente, lo cual fue un 25% menos en comparación con los controles, que fue de 2.06% y 1.99%, respectivamente.

La hipótesis principal empleó los valores promedio de la primera y la segunda muestra para un modelo de curvas spline. Se observó una asociación significativamente fuerte y no lineal (p < 0.0001). La inspección de las curvas spline tuvo un punto de inflexión entre las concentraciones de EPA más DHA de 2% y 2.5%, por debajo del cual el riesgo de parto pretérmino se incrementó marcadamente y por encima del momento en el que las curvas se volvieron planas. Las pacientes con el quintilo más bajo tuvieron una posibilidad 10.27 veces mayor de tener parto pretérmino (IC 95%: 6.8 a 15.79, p < 0.0001). mientras que las mujeres en el segundo de los quintilos más bajos tuvieron una posibilidad 2.86 veces mayor (IC 95%:1.79 a 4.59, p < 0.0001) en comparación con las mujeres de los tres quintilos más altos.

Al limitar la población de este trabajo a los quintilos concordantes, estar en el quintilo más bajo en ambas ocasiones se asoció con un riesgo 48.3 veces mayor de parto pretérmino (IC 95%: 20.2 a 129.0), mientras que las mujeres en el segundo quintilo menor tuvieron un riesgo 6.4 veces mayor (IC 95%: 2.4 a 18.4) comparado contra los tres quintilos mayores. Para más detalles, véase la Figura 1.

Discusión

Éste es el primer estudio en evaluar la hipótesis de la asociación entre bajas concentraciones plasmáticas de ácidos omega-3 de cadena larga durante las etapas tempranas y medias del embarazo y el riesgo de parto pretérmino.

Al tomar el promedio de las mediciones del primer y segundo trimestre, las mujeres en el quintilo más bajo de la distribución tuvieron un riesgo 10 veces mayor de parto pretérmino en comparación con las de los tres quintilos mayores. Al limitar la población en estudio a sólo las mujeres de los tres quintilos más altos, estar dentro del quintilo más bajo se asoció con un riesgo 48 veces mayor de parto pretérmino.

Las curvas spline mostraron un efecto umbral a concentraciones de EPA más DHA entre 2% y 2.5%, con un aumento pronunciado del riesgo en niveles bajos, el cual se aplana a niveles altos.

Los hallazgos de este trabajo pueden contribuir a incrementar el conocimiento de los mecanismos fisiológicos subyacentes al parto pretérmino y la prevención de este, así como de sus complicaciones.

Algunos de los mecanismos propuestos han sido la disminución en la producción de eicosanoides involucrados durante el parto, la actividad eléctrica del miometrio, la regulación de la señalización de oxitocina y la modulación de las vías inflamatorias.

Las asociaciones inversas observadas entre las concentraciones plasmáticas de los ácidos grasos estudiados y el parto pretérmino sugieren que los niveles de estos nutrientes están implicados causalmente en los procesos fisiopatológicos.

Estas observaciones pueden apoyar la utilidad de una intervención enfocada en cambios alimentarios o suplementación basada en los niveles circulantes de EPA más DHA. La extensión del embarazo, inclusive por unos pocos días, podría tener un valor clínico significativo en fetos con riesgo de nacer antes de las 34 semanas.

Los autores concluyen que las bajas concentraciones plasmáticas de EPA y DHA totales durante el embarazo son un factor de riesgo alto para un parto pretérmino en mujeres danesas.