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Introducción
La infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-COV-2, por sus siglas en inglés) es altamente contagiosa y causa diversos grados de enfermedad. Estudios recientes han demostrado una asociación entre la amplitud de distribución eritrocitaria (ADE) y los resultados adversos entre pacientes adultos con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés). La identificación de marcadores tempranos de la gravedad de la enfermedad facilitaría en gran medida la selección de pacientes con COVID-19 que requieren una monitorización y un manejo más agresivos, así como un uso adecuado de los recursos sanitarios. Múltiples hipótesis pueden explicar el posible papel pronóstico de RDW en la infección por SARS-CoV-2. Los niños positivos para SARS-COV-2 evaluados en el servicio de urgencias rara vez tienen síntomas graves de la enfermedad, pero representan una carga organizacional. Sin embargo, algunos de estos demuestran presentaciones raras y potencialmente mortales y quedan preguntas abiertas sobre la causa y la gravedad de la manifestación clínica en la población pediátrica. Hay pocos datos sobre la ADE y su posible impacto clínico en niños, sin embargo, los valores elevados de ADE demuestran que desempeñan un papel como un biomarcador pragmático temprano para los resultados en enfermedades críticas pediátrica. Dado que la mayoría de los niños infectados por SARS-COV-2 son asintomáticos o presentan síntomas leves, no se toman muestras de sangre con frecuencia, por lo que los datos de los análisis de sangre, como ADE, son limitados.
El objetivo del presente estudio fue describir los valores de ADE en niños infectados por SARS-COV-2 ingresados en el Departamento de Emergencias Pediátricas para analizar el papel potencial de la ADE como factor pronóstico en este grupo específico.
Métodos
Se realizó un estudio transversal que incluyó niños que dieron positivo para SARS-COV-2 en el Departamento de Emergencias Pediátricas de un Hospital Universitario en Francia. Se recopilaron datos demográficos, síntomas clínicos en el momento de la presentación, resultados clínicos (hospitalización y mortalidad), carga viral (valores de umbral de ciclo [UC]) y valores de ADE disponibles. Los pacientes se dividieron en categorías de enfermedad (asintomática, leve, moderada, grave y crítica).
Resultados
De 1086 niños examinados observados desde marzo de 2020 hasta abril de 2021, 48 (4.4 %) dieron positivo para SARS-COV-2. Veintidós (46%) eran mujeres, la mediana de edad fue de 19.5 meses. En la presentación, el 10% estaba asintomático, el 67% tenía una enfermedad leve, el 8% una enfermedad moderada, el 13% una enfermedad grave y uno presentó enfermedad crítica; 32 (67%) niños fueron hospitalizados durante una mediana de tres días; todos los pacientes sobrevivieron. Los valores de ADE en la presentación estaban disponibles para 36 pacientes (75%). Se observaron valores por encima del rango normal (ADE > 15%) en cuatro pacientes: todos eran varones, todos europeos con una mediana de edad de 1.5 meses. Entre estos, tres presentaron síntomas leves, uno graves y tres fueron hospitalizados en sala ordinaria para vigilancia, por una mediana de cinco días. De siete pacientes que presentaron una enfermedad grave o crítica, solo uno demostró valores de ADE por encima del rango normal. Los datos demuestran una asociación inversa entre la ADE y la edad y ninguna otra asociación clínicamente significativa (categorías de enfermedad, días de hospitalización, presencia de síndrome inflamatorio multisistémico en niños [MIS-C, por su sigla en inglés], o carga viral).
Conclusiones
El presente estudio es el primero en investigar los valores de ADE como factor pronóstico de enfermedad grave en una población pediátrica infectada por SARS-COV-2. A diferencia de lo observado en adultos, los resultados del presente estudio no sugieren la existencia de diferencias clínicamente significativas en los valores de ADE en niños (0 a 16 años) infectados por SARS-CoV-2 según categorías de enfermedad, hospitalización y presencia de MIS-C, días de hospitalización o carga viral. A pesar de estos resultados negativos, dada la alta incidencia de la variante delta del SARS-CoV-2 en niños, el bajo costo del examen, su papel pronóstico descrito en adultos y su asociación con otras enfermedades pediátricas, se cree que el papel de la ADE en niños infectados por SARS-CoV-2 debe evaluarse más a fondo y se requieren estudios colaborativos más amplios sobre este tema.
Los resultados negativos del presente estudio podrían estar relacionados con la baja prevalencia de resultados graves en la población pediátrica y el tamaño de muestra limitado de la cohorte pueden subestimar el poder de la ADE como factor pronóstico. Además, dado que la mayoría de los niños infectados por SARS-COV-2 son asintomáticos o presentan síntomas leves, no siempre se toman muestras de sangre y, por lo tanto, los datos de los análisis de sangre, como ADE, no están disponibles para todos los niños positivos. Por último una limitación importante del presente estudio viene dada por el hecho de que los pacientes con enfermedad crónica pueden tener acceso directo a la planta clínica responsable de su seguimiento sin pasar por el Departamento de Emergencias Pediátricas.
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