Resúmenes amplios

EL REFUERZO DE LA VACUNA BNT162B2 REDUCE LA MORTALIDAD POR COVID-19


Tel Aviv, Israel:
Los sujetos que recibieron un refuerzo al menos 5 meses después de una segunda dosis de BNT162b2 tuvieron un 90% menos de mortalidad debido a enfermedad por coronavirus 2019 que los sujetos que no recibieron el refuerzo.

New England Journal of Medicine 1-8

Autores:
Arbel R

Institución/es participante/s en la investigación:
Clalit Health Services Headquarters

Título original:
BNT162b2 Vaccine Booster and Mortality Due to Covid-19

Título en castellano:
Refuerzo de la Vacuna BNT162b2 y Mortalidad Debida a COVID-19

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.89 páginas impresas en papel A4

Introducción

La aplicación de la vacuna BNT162b2 y otras vacunas contra el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés) resultó en una disminución significativa de la mortalidad debido a la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés). Sin embargo, el surgimiento de la variante delta del SARS-CoV-2 y la disminución de la eficacia de la vacuna BNT162b2 a lo largo del tiempo llevaron a un resurgimiento de casos de COVID-19 en diversos países como Israel. En agosto de 2021, Israel tenía la mayor incidencia de COVID-19 en todo el mundo. El 30 de julio de 2021, el Ministerio de Salud de Israel aprobó el uso de una tercera dosis de BNT162b2 (refuerzo).

El objetivo del presente estudio fue evaluar eficacia del refuerzo de BNT162b2 para reducir la mortalidad por COVID-19.

 

Métodos

Se obtuvieron datos de todos los miembros de Clalit Health Services que tenían 50 años o más al comienzo del estudio y habían recibido dos dosis de BNT162b2 al menos 5 meses antes. El período de estudio comenzó el 6 de agosto de 2021, que fue 7 días después de la aprobación del refuerzo para su uso en personas de 60 años o más en Israel. El período de estudio finalizó el 29 de septiembre de 2021, que fue la última fecha para la que los datos sobre muertes confirmadas por COVID-19 estaban disponibles el día en que se extrajeron los datos (3 de octubre de 2021). La mortalidad por COVID-19 entre los participantes que recibieron el refuerzo durante el período de estudio (grupo de refuerzo) se comparó con la de los participantes que no recibieron el refuerzo (grupo sin refuerzo). Se utilizó un modelo de regresión de riesgos proporcionales de Cox con covariables dependientes del tiempo para estimar la asociación del estado de refuerzo con la muerte por COVID-19, con ajuste por factores sociodemográficos y enfermedades coexistentes.

 

Resultados

Un total de 843 208 participantes cumplieron con los criterios de elegibilidad, de los cuales 758 118 (90%) recibieron el refuerzo durante el período de estudio de 54 días. La media de edad fue de 68.5 años, el 60% de los participantes tenían más de 65 años. Las enfermedades coexistentes más frecuentes fueron hipertensión (46%), obesidad (33%) y diabetes (29%). Para la mayoría de las características sociodemográficas y clínicas, la diferencia entre el grupo de refuerzo y el grupo sin refuerzo fue significativa.

La muerte por COVID-19 ocurrió en 65 participantes en el grupo de refuerzo (0.16 por 100 000 personas por día) y en 137 participantes en el grupo sin refuerzo (2.98 por 100 000 personas por día). El cociente de riesgo ajustado para la muerte por COVID-19 en el grupo de refuerzo, en comparación con el grupo sin refuerzo, fue de 0.10 (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.07 a 0.14; p < 0.001).

El cociente de riesgos instantáneos de muerte por COVID-19 en los participantes hasta 7 días después de la administración del refuerzo, en comparación con el grupo sin refuerzo, fue de 0.95 (IC 95%: 0.86 a 1.05; p: 0.32). Sin embargo, el cociente de riesgo de muerte por COVID-19 en los participantes hasta 14 días después de la administración del refuerzo, en comparación con el grupo sin refuerzo, fue de 0.67 (IC 95%: 0.60 a 0.74; p < 0.001). Por lo tanto, se confirmó la suposición de un lapso de tiempo de 7 días entre la administración del refuerzo y la eficacia del refuerzo.

Entre los participantes mayores de 65 años, la muerte por COVID-19 ocurrió en 60 de 470 808 participantes en el grupo de refuerzo y en 123 de 35 208 participantes en el grupo sin refuerzo (cociente de riesgo ajustado: 0.09; IC 95%: 0.07 a 0.13; p < 0.001). Entre los participantes menores de 65 años, la muerte por COVID-19 ocurrió en 5 de 287 310 participantes en el grupo de refuerzo y en 14 de 49 882 participantes en el grupo sin refuerzo (cociente de riesgo ajustado: 0.13; IC 95%: 0.04 a 0.40; p < 0.001). Entre las mujeres participantes, la muerte por COVID-19 ocurrió en 13 de 400 300 participantes en el grupo de refuerzo y en 54 de 47 972 participantes en el grupo sin refuerzo (cociente de riesgo ajustado: 0.06; IC 95%: 0.03 a 0.11; p < 0.001). Entre los participantes masculinos, la muerte por COVID-19 ocurrió en 52 de 357 818 participantes en el grupo de refuerzo y en 83 de 37 118 participantes en el grupo sin refuerzo (cociente de riesgo ajustado: 0.12; IC 95%: 0.08 a 0.18; p < 0.001).

Durante el período de estudio, se observó infección confirmada por SARS-CoV-2 en 2888 participantes en el grupo de refuerzo y en 11 108 participantes en el grupo sin refuerzo. El cociente de riesgo ajustado para la infección por SARS-CoV-2 en el grupo de refuerzo, en comparación con el grupo sin refuerzo, fue de 0.17 (IC 95%: 0.16 a 0.18; p < 0.001).

 

Conclusiones

Los resultados del presente estudio indican que los participantes que recibieron un refuerzo al menos 5 meses después de una segunda dosis de BNT162b2 tuvieron un 90% menos de mortalidad debido a COVID-19 que los participantes que no recibieron un refuerzo. 



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