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Introducción
El impacto de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) en la salud pública y las economías mundiales ha sido profundo. Al 14 de octubre de 2021, había 239 007 759 millones de casos de COVID-19 confirmado y 4 871 841 millones de muertes por esta enfermedad en todo el mundo. Se han adoptado diversas estrategias de contención y mitigación para responder adecuadamente al COVID-19, con la intención de aplazar las oleadas importantes de pacientes en los hospitales y proteger a las personas más vulnerables de la infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés), incluidas las personas de edad avanzada y las personas con comorbilidades. Se ha demostrado que las intervenciones de salud pública son beneficiosas para combatir las infecciones respiratorias transmitidas por contacto, gotitas y aerosoles. Dado que el SARS-CoV-2 es altamente transmisible, es un desafío determinar qué medidas podrían ser más eficaces y sostenibles para una mayor prevención.
El objetivo de la presente revisión sistemática y metanálisis fue analizar la eficacia de las medidas de salud pública para reducir la incidencia de COVID-19, la transmisión del SARS-CoV-2 y mortalidad por COVID-19.
Métodos
La búsqueda bibliográfica se realizó en las bases de datos Medline, Embase, CINAHL, Biosis, Joanna Briggs, Global Health y la base de datos COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud hasta el 7 de junio de 2021. Se incluyeron estudios observacionales e intervencionistas que evaluaron la eficacia de las medidas de salud pública para reducir la incidencia de COVID-19, la transmisión del SARS-CoV-2 y mortalidad por COVID-19. Los datos se extrajeron de forma independiente. El riesgo de sesgo fue analizado con una herramienta validada. El criterio principal de valoración fue la incidencia de COVID-19. Los resultados secundarios incluyeron la transmisión del SARS-CoV-2 y la mortalidad por COVID-19. Se realizó un metanálisis de efectos aleatorios de DerSimonian Laird para investigar el efecto del uso de mascarillas, el lavado de manos y las medidas de distanciamiento físico sobre la incidencia de COVID-19. Se calcularon las estimaciones agrupadas del efecto con los correspondientes intervalos de confianza del 95% (IC 95%) y se evaluó la heterogeneidad entre los estudios mediante la prueba Q de Cochran y las métricas I2, con valores de p de dos colas.
Resultados
Un total de 72 estudios cumplieron con los criterios de inclusión, de los cuales 35 evaluaron medidas de salud pública individuales y 37 evaluaron múltiples medidas de salud pública como un "paquete de intervenciones". Los estudios incluidos comprendieron 34 estudios observacionales y un estudio de intervención, 8 de los cuales se incluyeron en el metanálisis. El riesgo de sesgo se calificó como moderado en 24 estudios.
El metanálisis indicó una reducción en la incidencia de COVID-19 asociado con el lavado de manos (riesgo relativo: 0.47; IC 95%: 0.19 a 1.12; I2: 12%), el uso de mascarilla (RR: 0.47, IC 95%: 0.29 a 0.75, I2: 84%) y el distanciamiento físico (RR: 0.75, IC 95%: 0.59 a 0.95, I2: 87%).
Debido a la heterogeneidad de los estudios, el metanálisis no fue posible para los resultados de cuarentena y aislamiento, el confinamiento general y cierres de fronteras, escuelas y lugares de trabajo.
Los tres estudios que evaluaron el confinamiento general y la mortalidad por COVID-19 generalmente informaron una disminución de la mortalidad. En general, los países registraron un aumento en la incidencia de COVID-19 después del cierre de la frontera. Estos estudios concluyeron que la implementación de cierres de fronteras dentro de los países africanos tuvo un efecto mínimo sobre la incidencia del COVID-19. Se reportó que la detección de fiebre carecía de sensibilidad (que oscilaba entre el 18% y el 24%) para detectar personas con infección por SARS-CoV-2. Todos los estudios que evaluaron la permanencia en casa o las medidas de aislamiento informaron reducciones en la transmisión del SARS-CoV-2. El uso diario de desinfectante a base de cloro o etanol en los hogares fue 77% eficaz para reducir la transmisión secundaria del SARS-CoV-2 dentro de los hogares.
Conclusiones
Los resultados de la presente revisión sistemática y metanálisis sugieren que diversas medidas sociales y de protección personal, incluido el lavado de manos, el uso de mascarillas y el distanciamiento físico, están asociadas con reducciones en la incidencia de COVID-19. Las medidas de salud pública para combatir esta pandemia deben considerar las necesidades socioculturales y de salud de la comunidad, y se necesitan investigaciones adicionales para comprender mejor la eficacia de las medidas de salud pública en el contexto de la vacunación contra la COVID-19. Las medidas estrictas, como los cierres de fronteras, escuelas y lugares de trabajo, deben evaluarse cuidadosamente sopesando los posibles efectos negativos de estas medidas en la población en general. Es probable que un mayor control de la pandemia de COVID-19 dependa no solo de una alta cobertura de vacunación y su eficacia, sino también de la adhesión continúa a las medidas de salud pública eficaces y sostenibles.
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