ReSIIC editado en: Infectología Salud Mental Salud Pública Cuidados Intensivos Epidemiología Neumonología |
Introducción
En septiembre de 2021, el número de casos notificados de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés) supera los 225 millones en todo el mundo, con más de 4.6 millones de muertes. A lo largo de la pandemia, la mortalidad hospitalaria se ha reducido. No se comprende bien el impacto de la COVID-19 en la salud física y mental y el empleo después de la hospitalización por enfermedad aguda.
El objetivo del presente estudio fue determinar los efectos de la hospitalización relacionada con la COVID-19 sobre la salud y el empleo, identificar factores asociados con la recuperación y describir fenotipos de recuperación.
Métodos
El presente fue un estudio multicéntrico de seguimiento a largo plazo de pacientes adultos (≥ 18 años) dados de alta de un hospital en el Reino Unido con un diagnóstico clínico de COVID-19, que implicó una evaluación entre 2 y 7 meses después del alta, e incluyó un registro detallado de los síntomas y pruebas fisiológicas y bioquímicas. Se realizó una regresión logística multivariable para el resultado primario de recuperación percibida por el paciente, con edad, sexo, origen étnico, índice de masa corporal, comorbilidades y gravedad de la enfermedad aguda como covariables. Además, se realizó un análisis de grupos post-hoc de los resultados de disnea, fatiga, salud mental, deterioro cognitivo y rendimiento físico utilizando el enfoque de agrupamiento de aplicaciones grandes de k-medoides. La gravedad de la enfermedad aguda se determinó por el nivel más alto de apoyo orgánico recibido durante la hospitalización. Los participantes se estratificaron según la gravedad de su enfermedad aguda COVID-19 (según cuatro categorías independientes definidas por la Organización Mundial de la Salud), por número de comorbilidades preexistentes o por grupo.
Resultados
Se incluyeron un total de 1077 pacientes dados de alta del hospital entre el 5 de marzo y el 30 de noviembre de 2020, que se sometieron a evaluación en una mediana de 5.9 meses después del alta. Los participantes tenían una media de edad de 58 años; 384 (36%) eran mujeres, 710 (69%) eran de etnia blanca, 288 (27%) habían recibido ventilación mecánica y 540 (50%) tenían al menos dos comorbilidades. Las comorbilidades más frecuentes fueron la enfermedad cardiovascular, la enfermedad respiratoria y la diabetes tipo 2. Los datos demográficos de la cohorte y las comorbilidades preexistentes fueron similares en todas las categorías de gravedad de la enfermedad aguda, excepto por una mayor proporción de hombres (73.6%) entre los que recibieron ventilación mecánica (clase 7 a 9 de la OMS). Antes de su ingreso hospitalario, 641 (67.5%) de los 950 participantes trabajaban a tiempo completo (n = 547) o a tiempo parcial (n = 94). La mediana de la estadía hospitalaria fue de 9 días y 894 (89.5%) de 999 pacientes tuvieron una prueba de laboratorio positiva para COVID-19 en el momento del ingreso. Más del 50% de la cohorte eran obesos.
En el seguimiento, solo 239 (29%) de 830 participantes se sintieron completamente recuperados, 158 (20%) de 806 tenían una nueva discapacidad (evaluada con e la Washington Group Short Set on Functioning) y 124 (19%) de 641 experimentaron un cambio de ocupación relacionado con la salud.
Los factores asociados con la no recuperación fueron el sexo femenino, la mediana edad (40 a 59 años), dos o más comorbilidades y la enfermedad aguda más grave. Un total de 632 (92.8%) de 855 participantes tenían al menos un síntoma persistente, con una mediana de 9 síntomas. El número de síntomas persistentes fue mayor en aquellos con comorbilidades preexistentes (mediana del número de síntomas = 10), pero también fue alto en aquellos sin comorbilidad preexistente (mediana =7). La magnitud de la carga de salud persistente fue sustancial, pero solo se asoció débilmente con la gravedad de la enfermedad aguda. Se identificaron cuatro grupos con diferentes grados de deterioro de la salud mental y física (n = 767): muy grave (131 pacientes, 17%), grave (159, 21%), moderado junto con deterioro cognitivo (127, 17%) y leve (350, 46%). De los resultados utilizados en el análisis de conglomerados, todos estaban estrechamente relacionados, excepto el deterioro cognitivo. Tres (3%) de 113 pacientes en el grupo muy grave, nueve (7%) de 129 en el grupo grave, 36 (36%) de 99 en el grupo moderado y 114 (43%) de 267 en el grupo leve informó sentirse completamente recuperado. La proteína C reactiva en suero elevada persistentemente se asoció positivamente con la gravedad del grupo.
Conclusiones
A los 6 meses, la mayoría de los pacientes dados de alta después de la hospitalización por COVID-19 no se han recuperado por completo, tienen síntomas persistentes y el 20% presenta una nueva discapacidad. Se han identificamos factores relacionados con la falta de recuperación después del ingreso hospitalario por COVID-19 a los 6 meses después del alta (sexo femenino, mediana edad, dos o más comorbilidades y enfermedad más aguda y grave) y cuatro fenotipos de recuperación diferentes. La gravedad de las deficiencias de salud física y mental estaban estrechamente relacionadas, mientras que las deficiencias de salud cognitiva eran independientes. En la atención clínica, se necesita un enfoque proactivo en todo el espectro de gravedad aguda, con trabajo interdisciplinario, amplio acceso a los servicios clínicos holísticos de COVID-19 y el potencial de estratificar la atención.
Copyright siicsalud © 1997-2024 ISSN siicsalud: 1667-9008