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Introducción
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) durante el embarazo puede estar asociada con una morbilidad materna grave. En los Estados Unidos (EE.UU.), se aprobó una vacuna contra el COVID-19 y dos se autorizaron para su uso en embarazadas. Hasta la fecha, los datos sobre la seguridad materna de la vacuna contra el COVID-19 provienen principalmente de la vigilancia pasiva, y los estudios carecen de un grupo de comparación sin vacunar. El aborto espontáneo se ha identificado como un resultado prioritario en los estudios de seguridad materna de la vacuna materna, y las preocupaciones sobre los riesgos de aborto espontáneo pueden ser una barrera para la vacunación durante el embarazo.
El objetivo del presente reporte fue presentar los resultados de la vigilancia de casos y controles de la vacunación contra el COVID-19 durante el embarazo y el aborto espontáneo.
Métodos
El Vaccine Safety Datalink es una colaboración entre los Centers for Disease Control and Prevention y 9 sistemas de salud, que representan aproximadamente el 3% de la población de EE.UU. Se aplicó un algoritmo de embarazo validado, que incorporó códigos de diagnóstico y procedimiento y datos de historia clínica electrónica (HCE), para identificar y asignar edades gestacionales para abortos espontáneos y embarazos en curso. Se incluyeron los datos de 8 sistemas de salud durante 7 períodos de vigilancia de 4 semanas desde el 15 de diciembre de 2020 hasta el 28 de junio de 2021. Los embarazos en curso entre las 6 y las 19 semanas de gestación se identificaron el último día de cada período de vigilancia de 4 semanas (fecha índice) y contribuyeron con datos a uno o más períodos de vigilancia. Los abortos espontáneos se asignaron a un período de vigilancia de 4 semanas según la fecha de resultado. Estos abortos espontáneos podrían haberse incluido en las categorías de embarazos en curso durante períodos anteriores. Los datos de vacunación se extrajeron de las HCE, los reclamos médicos y de farmacia, y los sistemas de información de vacunación regionales o estatales. Se analizó las probabilidades de recibir la vacuna contra el COVID-19 en los 28 días anteriores al aborto espontáneo en comparación con las probabilidades de recibir la vacuna COVID-19 en los 28 días anteriores a las fechas índice para embarazos en curso. Tanto los abortos espontáneos como los embarazos en curso se asignaron a grupos de edad gestacional (6 a 8, 9 a 13 y 14 a 19 semanas), períodos de vigilancia, sitio, grupos de edad materna (16 a 24, 25 a 34 y 35 a 49 años), número de visitas prenatales (≤ 1 o ≥ 2), y raza y etnia. Se utilizaron ecuaciones de estimación generalizadas con distribución binomial y enlace logit para dar cuenta de los embarazos repetidos en curso a lo largo de los períodos de vigilancia. También se realizaron análisis por fabricante y grupo de edad gestacional. El análisis se realizó utilizando la versión 9.4 del software SAS/STAT.
Resultados
De 105 446 embarazos únicos, se identificaron 13 160 abortos espontáneos y 92 286 embarazos en curso. En general, el 7.8% de las mujeres recibió una o más vacunas BNT162b2; el 6.0% recibió una o más vacunas de acido ribonucleico mensajero (ARNm)-1273; y el 0.5% recibió la vacuna Ad26.COV.2.S durante el embarazo y antes de las 20 semanas de gestación. La proporción de mujeres de 35 a 49 años con abortos espontáneos fue mayor (38.7%) que con embarazos en curso (22.3%). Se recibió la vacuna contra el COVID-19 dentro de los 28 días anteriores a la fecha índice entre el 8.0% de los períodos de embarazo en curso frente al 8.6% de los abortos espontáneos. Los abortos espontáneos no tuvieron mayores probabilidades de exposición a la vacuna contra el COVID-19 en los 28 días anteriores en comparación con los embarazos en curso (cociente de probabilidades ajustado: 1.02; intervalo de confianza del 95%: 0.96 a 1.08). Los resultados fueron consistentes para la vacuna de ARNm-1273 y la vacuna BNT162b2 y por grupo de edad gestacional.
Discusión y conclusiones
Entre las mujeres con abortos espontáneos, las probabilidades de exposición a la vacuna contra el COVID-19 no aumentaron en los 28 días anteriores en comparación con las mujeres con embarazos en curso. Los puntos fuertes del presente estudio de vigilancia incluyen la disponibilidad de una población diversa en diversos sitios con una sólida captura de datos. Sin embargo, se deberían tener en cuenta ciertas limitaciones. Primero, la edad gestacional de los abortos espontáneos y los embarazos en curso no se confirmaron en la gráfica; la datación del embarazo puede ser inexacta al principio del embarazo. En segundo lugar, aunque el estado de vacunación se identificó utilizando múltiples fuentes de datos, el lanzamiento de la vacuna contra el COVID-19 ha sido complejo y algunas vacunas pueden haberse pasado por alto, lo que podría sesgar los hallazgos hacia el nulo. En tercer lugar, no se disponía de datos sobre factores de confusión importantes, como los antecedentes de embarazos previos. En cuarto lugar, no fue posible evaluar los riesgos específicos de la vacuna Ad26.COV.2.S dada la pequeña cantidad de exposiciones. A pesar de las limitaciones, estos datos se pueden utilizar para informar las recomendaciones de vacunas y aconsejar a los pacientes.
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