Introducción
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés), causada por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2), es una emergencia de salud pública en todo el mundo. Los síntomas característicos de COVID-19 incluyen la fiebre, la tos, las mialgias y la fatiga. Hasta 22 de julio de 2021 se habían comunicado 191 773 590 casos confirmados de COVID-19, y 4 127 963 decesos en todo el mundo.
Estudios previos sugirieron que la presencia de ciertas comorbilidades, en pacientes con COVID-19, podría incrementar el riesgo de evolución clínica adversa. Según los trabajos más recientes, entre 20% y 51% de los pacientes con COVID-19 tienen por lo menos una comorbilidad asociada, fundamentalmente hipertensión arterial (16.9%) y diabetes (8.2%). En un análisis global, la hipertensión arterial aumentó el riesgo de COVID-19 grave o fatal, especialmente entre los pacientes de edad avanzada.
La enzima convertidora de angiotensina 2 (ECA2) constituye el receptor para el ingreso de SARS-CoV-2 a las células del organismo; la ECA2 transforma la angiotensina II en Ang-(1-7), de modo que el péptido vasoconstrictor se convierte en vasodilatador, el cual promueve la liberación de óxido nítrico, disminuye la actividad simpática, aumenta la sensibilidad de los barorreceptores, y disminuye la presión arterial. Sin embargo, la relación entre COVID-19 y la hipertensión arterial sigue sin conocerse con precisión. El objetivo del presente estudio fue dilucidar el riesgo y la gravedad de COVID-19 en pacientes con hipertensión arterial, por medio de la investigación de las características clínicas, los hallazgos bioquímicos y en los estudios radiográficos, y la evolución clínica de COVID-19 en pacientes con hipertensión arterial, respecto de sujetos no hipertensos.
Pacientes y métodos
El ensayo tuvo un diseño retrospectivo; se incluyeron 944 pacientes internados por COVID-19 en el Hubei Provincial Hospital of Integrated Traditional Chinese and Western Medicine, entre enero y marzo de 2020. Todos los pacientes tenían infección por SARS-CoV-2 confirmada por reacción en cadena de la polimerasa por transcripción inversa (RT-PCR por su sigla en inglés) en esputo, hisopado de fauces o muestras de secreciones del tracto respiratorio inferior. Los pacientes se clasificaron en dos grupos según presentaran o no hipertensión arterial.
Se tuvieron en cuenta las características demográficas, los signos y los síntomas, los resultados de los estudios de laboratorio y por imágenes, las comorbilidades y el tratamiento. Sobre la base de las guías para la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial en China (edición de 2018), los pacientes se clasificaron en dos grupos: pacientes con COVID-19 e hipertensión arterial y enfermos con COVID-19 sin hipertensión arterial. La hipertensión arterial se definió en presencia de valores de presión arterial sistólica ≥ 140 mmHg o de presión arterial diastólica ≥ 90 mmHg, en ausencia de tratamiento antihipertensivo en tres consultas realizadas en días diferentes, o en sujetos con valores de presión arterial <140/90 mmHg tratados con antihipertensivos.
Para conocer la evolución de COVID-19 en relación con la presencia o no de hipertensión arterial se consideraron la internación en unidades de cuidados intensivos, el alta, la duración de la internación y la mortalidad (criterio principal de valoración).
Resultados
Un total de 311 pacientes (32.94%) tenían hipertensión arterial.
Entre los pacientes con COVID-19 e hipertensión arterial, la frecuencia de diabetes fue de 56.06% (en comparación con 43.94%, entre los sujetos no hipertensos), en tanto que las frecuencias de enfermedad coronaria (65.71% y 34.29%, respectivamente), síndrome posterior al accidente cerebrovascular (68.75% en comparación con 31.25% en el mismo orden) y enfermedad renal crónica (77.78%, en comparación con 22.22%) fueron significativamente más altas. En cambio, la prevalencia de hepatitis B (13.04% y 86.96%, respectivamente) fue significativamente más baja entre los pacientes con COVID-19 e hipertensión arterial, respecto de los pacientes con COVID-19 sin hipertensión arterial.
El análisis de los datos de la tomografía computarizada de tórax mostró que los pacientes con COVID-19 e hipertensión arterial tuvieron índices más altos de derrame pleural, en comparación con los pacientes sin hipertensión arterial (56.60%, en comparación con 43.40%). Asimismo, los niveles séricos de glucosa, los valores de la eritrosedimentación, y la concentración de proteína C-reactiva y de amiloide A fueron significativamente más altos entre los pacientes con COVID-19 e hipertensión arterial, en comparación con los pacientes con COVID-19 sin hipertensión arterial.
No se registraron diferencias significativas entre los grupos en los índices de internación en UCI y la cantidad de enfermos dados de alta. Sin embargo, la mediana de la internación fue de 14 días entre los pacientes con hipertensión arterial, en comparación con los pacientes con COVID-19 sin hipertensión arterial (mediana de 13 días; p = 0.022).
Conclusión
Los resultados del presente estudio confirman que los pacientes con COVID-19 a menudo tienen hipertensión arterial y que en ellos es más frecuente la presencia simultánea de diabetes y enfermedad coronaria, y el derrame pleural en la tomografía computarizada; además, en los pacientes con COVID-19 e hipertensión arterial se registran valores más altos de eritrosedimentación, proteína C-reactiva y amiloide A. La duración de la internación fue mayor entre los pacientes hipertensos.
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