Introducción
Hasta abril de 2021 se habían confirmado 141 millones de casos de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en todo el mundo, con alrededor de 3 millones de fallecidos. La edad constituye el factor de riesgo más importante de COVID-19 grave; en Suecia, el 91% de los 13 000 decesos por COVID-19 ocurrió en pacientes de más de 70 años. El sexo masculino, el nivel socioeconómico bajo, la obesidad, la hipertensión arterial, la enfermedad renal crónica y la diabetes son otros factores conocidos de riesgo. En un metanálisis reciente con 76 estudios, la edad y el sexo, la obesidad y los cánceres en actividad fueron los factores predictivos más fuertes de evolución clínica desfavorable, en pacientes con COVID-19. Sin embargo, los pacientes de edad muy avanzada, es decir aquellos de más de 80 años, suelen no estar correctamente representados en los estudios clínicos. Durante la primera ola de la pandemia de COVID-19, en la primavera de 2020 en Suecia, se refirió un índice de mortalidad intrahospitalaria de 24% entre sujetos de edad avanzada, residentes en instituciones geriátricas. El riesgo de mortalidad casi se duplicó entre los pacientes con mayor grado de fragilidad, determinada con la Clinical Frailty Scale (CFS), en comparación con los pacientes de edad avanzada, en buen estado general. El daño renal agudo constituye un fuerte factor de riesgo de mortalidad en estos enfermos. Si bien la obesidad se considera un factor de riesgo de evolución desfavorable de COVID-19, el papel de la composición corporal no se ha definido con exactitud. El objetivo del presente estudio fue determinar si las desviaciones del índice de masa corporal (IMC) y el estado nutricional, valorado con el Mini-Nutritional Assessment-Short Form (MNA-SF), se asocian con el riesgo de mortalidad por COVID-19 en pacientes de instituciones geriátricas; los resultados se compararon con los de pacientes internados por otras enfermedades, no COVID-19, en las mismas instituciones y durante los mismos períodos.
Pacientes y métodos
Fueron analizados 10 031 pacientes geriátricos con mediana de edad de 83 años; el 14% (n: 1409) estaba internado por COVID-19, y el 86% (n: 8622) estaban internados con otros diagnósticos. El estudio se llevó a cabo en 7 hospitales de geriatría de la región de Estocolmo, Suecia, entre marzo de 2020 y enero de 2021. Específicamente se analizaron las asociaciones entre el IMC, el estado nutricional, valorado con el MNA-SF, y la mortalidad intrahospitalaria a corto plazo, para lo cual se aplicaron modelos de regresión logística.
Resultados
Luego de considerar la edad, el sexo, las comorbilidades, el uso de múltiples fármacos, el estado de fragilidad y la ola de la pandemia (primera, respecto de segunda), el peso por debajo del normal (IMC < 18.5 kg/m2) se asoció con aumento del riesgo de mortalidad intrahospitaria por COVID-19 (odds ratio [OR]= 2.30; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.17 a 4.31). En cambio, el sobrepeso y la obesidad no fueron factores de riesgo asociados con la mortalidad intrahospitalaria. La desnutrición, es decir el puntaje de 0 a 7 puntos en l MNA-SF, aumentó el riesgo de mortalidad intrahospitalaria en pacientes tratados por COVID-19 (OR = 2.03; IC 95%: 1.16 a 3.68), como también en enfermos internados por otras causas (OR = 6.01; IC 95%: 2.73 a 15.91).
Conclusión
Según los resultados del presente estudio, la obesidad no parece representar un factor de riesgo de mortalidad por COVID-19 en pacientes de edad muy avanzada; en cambio, el peso por debajo del normal y la desnutrición son factores fuertemente asociados con la mortalidad por COVID-19 y por otras enfermedades, en pacientes de edad muy avanzada, residentes en instituciones geriátricas.
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