Introducción
En la India se registró un incremento de los casos de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) desde finales de marzo de 2021, con alrededor de 400 000 casos y 4000 decesos referidos por día a principios de mayo de 2021. Este incremento en el número de casos se asoció con desborde de los servicios hospitalarios y escasez de oxígeno para el tratamiento. Si bien se realizó secuenciación de un porcentaje reducido de muestras se comprobó un predominio de infección por la variante B.1.617 del Severe Acute Respiratory Syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2).
La variante delta se detectó, por primera vez, en la India en diciembre de 2020 y desde entonces se transformó en la variante más común en ese país, desde mediados de abril de 2021. Hasta el 19 de mayo de 2021, la variante de identificó en 43 países de 6 continentes, según la Global Initiative on Sharing Avian Influenza Data (GISAID), un registro de secuenciación viral inicialmente creado para virus de influenza y coronavirus que pueden ser causa de pandemia. En el Reino Unido se observó un incremento rápido del número de infecciones por la variante delta, en asociación con los viajes desde la India y con la transmisión comunitaria del virus.
En el Reino Unido, en la vacunación se priorizaron grupos particulares de riesgo, como adultos de edad avanzada, personas a cargo de pacientes y trabajadores de la salud y sociales; posteriormente se destinó a los grupos con riesgo clínico y a cohortes más jóvenes. Según recomendaciones del Joint Committee on Vaccination and Immunisation se aplicó un intervalo de 12 semanas para la aplicación de las dos dosis de vacunas, con el objetivo de maximizar el número de personas vacunadas con, el menos, una dosis durante la segunda ola de la pandemia, en el contexto de la escasez de vacunas y de las limitaciones logísticas para la inmunización a gran escala.
Numerosos estudios clínicos y la experiencia en la práctica diaria mostraron que las vacunas contra COVID-19 son altamente eficaces para prevenir enfermedad sintomática. La variante alfa B.1.1.7, identificada originalmente en el Reino Unido, fue la que predominó entre enero y mayo de 2021. Los niveles de protección conferidos por la vacunación son similares a los referidos en los estudios clínicos; también se observó protección adicional contra la enfermedad grave.
Los estudios de laboratorio indicaron que la variante B.1.351 (beta) es neutralizada menos eficientemente por las vacunas. Información observacional de Qatar indicó eficacia moderadamente reducida contra la enfermedad sintomática causada por esta variante, aunque niveles altos de eficacia contra enfermedad grave, crítica o fatal en personas que habían recibido la vacuna BNT162b2, de Pfizer–BioNTech. En un estudio, la aplicación de la vacuna NVX-CoV2373 (Novavax) tuvo una eficacia del 51% contra la variante beta de SARS-CoV-2. En cambio, se comprobaron niveles elevados de neutralización con la variante P.1 (gamma) en muestras de suero obtenidas de pacientes vacunados con la BNT162b2; en un estudio se refirió eficacia sólo mínimamente reducida, luego de la aplicación de una dosis de vacuna con ARN mensajero (ARNm).
La variante delta se caracteriza por mutaciones en la proteína de la espiga T19R, Δ157-158, L452R, T478K, D614G, P681R, y D950N. Algunas de estas mutaciones podrían afectar la respuesta inmunológica contra regiones antigénicas principales de la proteína de unión al receptor (452 y 478) y ocasionar deleción del dominio aminoterminal. La mutación P681R afecta el sitio de fragmentación de S1–S2; se ha sugerido que las variantes con estas mutaciones tienen mayor replicación, cargas virales más altas y mayor capacidad de transmisión. Hasta ahora se dispone de muy poca información acerca de la eficacia clínica de las vacunas contra COVID-19, con esta variante. El objetivo del presente estudio fue estimar la eficacia de dos vacunas contra SARS-CoV-2 (BNT162b2 y ChAdOx1 nCoV-19 de AstraZeneca) contra la enfermedad sintomática asociada con la variante delta.
Pacientes y métodos
Se aplicó un diseño de casos y controles con pruebas negativas para estimar la eficacia de las vacunas contra COVID-19 sintomática, asociada con la variante delta o la variante alfa (B.1.1.7) en el período durante el cual comenzó la circulación de la variante delta. Las variantes se identificaron por medio de secuenciación y del estado del gen de la proteína de la espiga (S). A partir del total de casos sintomáticos de COVID-19 en Inglaterra se estimó el porcentaje de casos por cada una de las variantes, según el estado de vacunación del paciente.
Resultados
La eficacia asociada con la aplicación de una dosis de vacuna (BNT162b2 o ChAdOx1 nCoV-19) fue considerablemente más baja para la variante delta (30.7%; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 25.2 a 35.7), en comparación con la variante alfa (48.7%; IC 95%: 45.5 a 51.7); los resultados fueron similares para ambas vacunas.
Luego de aplicación de dos dosis de la vacuna BNT162b2, la eficacia fue de 93.7% (IC 95%: 91.6 a 95.3) para la variante alfa, y de 88.0% (IC 95%: 85.3 a 90.1) para la variante delta.
Para la vacuna ChAdOx1 nCoV-19, la eficacia de la aplicación de dos dosis de vacuna fue de 74.5% (IC 95%:68.4 a 79.4) para la variante alfa y de 67.0% (IC 95%: 61.3 a 71.8) para la variante delta.
Conclusión
Luego de la aplicación de dos dosis de vacunas sólo se comprobaron diferencias moderadas en la eficacia contra la variante delta, en comparación con la variante alfa de SARS-CoV-2. Sin embargo, las diferencias fueron más pronunciadas luego de la aplicación de la primera dosis. Los hallazgos ponen de manifiesto la importancia de maximizar la vacunación con dos dosis en las poblaciones vulnerables.
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