Introducción

A pesar de las medidas de distanciamiento social sin precedentes y los esfuerzos de desarrollo de vacunas, la rápida propagación de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) continúa imponiendo una gran carga a la atención médica a escala mundial, lo que resultó en 183 millones de casos reportados y 3.9 millones de muertes en todo el mundo, al 4 de julio de 2021. En la actualidad, en Corea del Sur se administran vacunas contra el coronavirus 2 (SARS- síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés). Sin embargo, el suministro de vacunas es limitado. Este virus evoluciona constantemente y han surgido numerosas variantes. Algunas de estas generar enorme preocupación ya que han demostrado propagarse y transmitirse de forma más rápida. En Corea del Sur, la tasa de detección de las principales variantes del virus (alfa, beta, gamma y delta) en la transmisión comunitaria en junio de 2021 fue superior al 30%; mientras tanto, los casos de la variante delta han aumentado. Además, el 7 de julio de 2021, se anunció que la cuarta ola ha golpeado a Corea del Sur, con más de 1200 nuevos casos diarios reportados en ese mes. Dado que las variantes del SARS-CoV-2 continúan propagándose a nivel mundial, es imperativo evaluar su impacto en los programas de vacunación a nivel de la población.

El objetivo del presente estudio fue evaluar el impacto de la aparición de nuevas cepas de SARS-CoV-2 sobre programa de vacunación contra el COVID-19 durante la cuarta ola de la pandemia en Corea del Sur.

Métodos

Se desarrolló un modelo estructurado por edad de transmisión del SARS-CoV-2 parametrizado con la demografía coreana y los resultados de COVID-19 específicos por edad considerando dos cepas de SARS-CoV-2 co-circulantes. Utilizando este modelo, se analizó el impacto del programa de vacunación COVID-19 durante la cuarta ola de la pandemia en Corea del Sur en la reducción de la incidencia, la hospitalización en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y las muertes. El modelo asumió que la cepa mutante sería más transmisible en contacto con una persona infecciosa que la cepa de tipo salvaje preexistente. La población se estratificó en ocho grupos de edad de 0 a 9, 10 a 19, 20 a 29, 30 a 39, 40 a 49, 50 a 59, 60 a 69 y más de 70 años según los datos del censo de Corea. Se asumió que la infectividad de los individuos asintomáticos, sintomáticos leves y severamente sintomáticos sería del 26%, 22% y 44%, respectivamente, en relación con la etapa presintomática, considerando el impacto del autoaislamiento de los pacientes sintomáticos. Al 5 de julio de 2021, se habían administrado 19 537 712 dosis de vacunas contra el COVID-19 aprobadas en Corea del Sur. La administración de vacunas en Corea del Sur está parcialmente restringida debido al suministro limitado de vacunas y la capacidad de administrar dosis. Además, la vacunación contra el COVID-19 se realiza en orden decreciente de edad. El modelo fue simulado en un período de tiempo de 150 días, asumiendo una inmunidad natural e inducida por la vacuna preexistente al inicio de la vacunación.

Resultados

Se proyectó que el programa de vacunación puede reducir la tasa de ataque general de 6.9% a 3.9%, durante 150 días, a partir del 5 de julio de 2021. Sin la aparición de una variante del SARS-CoV-2, el programa de vacunación contra el COVID-19 en Corea del Sur evitaría el 45% de las infecciones sintomáticas con el escenario de referencia sin la aparición de nuevas variante del SARS-CoV-2. La reducción relativa más alta (50%) se observó entre personas de 50 a 59 años. En presencia de la variante delta del SARS-CoV-2, se espera que la vacunación reduzca la tasa de ataque general de 26.9% a 11.9%.

En ausencia de vacunación, se proyectó que el total de hospitalizaciones en la UCI y muertes sería de 12.4 y 5.1 por 10 000 personas, respectivamente, en el día 150 sin la aparición de cepas variantes. La vacunación reduciría de forma notable las hospitalizaciones en la UCI y las muertes, disminuyéndolos en un 45% y un 43%, respectivamente. Cuando se consideró la situación después de la aparición de la variante delta, se puede esperar una mayor reducción de las hospitalizaciones y muertes. Sí aparece una nueva cepa, se proyectó que el total de hospitalizaciones en la UCI y muertes sería de 77.6 y 35.1 por 10 000 personas, respectivamente, el día 150 sin vacunación. En este escenario, la vacunación reduciría el total de hospitalizaciones en la UCI y muertes a 31.3 y 14.5 por cada 10 000 personas, respectivamente.

Conclusiones

Los resultados del presente estudio indican que el impacto del programa de vacunación contra el COVID-19 puede verse afectado de forma sustancial por la aparición de variantes del SARS-CoV-2. Además, es poco probable que se logre la inmunidad colectiva con la posible aparición de la variante delta.