Introducción
El Reino Unido fue uno de los países de Europa más afectados por la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). Por ser una enfermedad nueva, la historia natural de COVID-19 a mediano y largo plazo, y las posibles secuelas todavía no se conocen con exactitud.
Sin embargo, se sabe que algunos pacientes con antecedente de COVID-19 presentan enfermedad prolongada o discapacitante (síndrome posCOVID [SPC] o COVID prolongada [CP]) durante semanas o meses después de la infección aguda.
La frecuencia y la duración de los síntomas persistentes de COVID-19 todavía se conocen poco, pero representan un desafío sustancial en términos terapéuticos. En el contexto del SPC, los síntomas referidos con mayor frecuencia a largo plazo son la fatiga, la falta de aire, el dolor en el pecho, la fiebre, las palpitaciones, el deterioro cognitivo (“neblina cerebral”), la anosmia, la ageusia, los exantemas, y el dolor o el edema articular. Las estimaciones para la prevalencia varían considerablemente de un estudio a otro, esencialmente como consecuencia de la heterogeneidad de los diseños de los estudios y las definiciones aplicadas. Se ha sugerido que el SPC describe un grupo diferente de entidades, incluidos los síndromes posvirales, el daño orgánico o tisular a largo plazo, y la inflamación persistente. La incidencia de SPC parece asociarse con la gravedad de los síntomas de COVID-19 en la fase aguda; de hecho se han referido cifras altas de prevalencia de síntomas persistentes en pacientes internados por COVID-19. El número de síntomas agudos también se ha asociado con el riesgo de CP; la edad avanzada y el sexo femenino serían otros factores de riesgo.
La mayoría de los trabajos prestó atención a pacientes internados por COVID-19; para los enfermos con COVID-19 en la comunidad, la información en este sentido es muy escasa. En el presente estudio se analiza una cohorte aleatoria de la comunidad, en el Reino Unido, con más de medio millón de pacientes que participaron en las olas 3 a 5 del Real-Time Assessment of Community Transmission-2 (REACT-2), entre septiembre de 2020 y febrero de 2021. El objetivo fue estimar la prevalencia de síntomas persistentes de 12 semanas o más de duración, luego del diagnóstico presuntivo o confirmado de COVID-19.
Pacientes y métodos
En las olas 3 a 5 del estudio REACT-2, 508 707 sujetos de la comunidad de Inglaterra fueron interrogados acerca del antecedente de COVID-19 y de la presencia y la duración de 29 síntomas particulares. Mediante modelos univariados y de variables múltiples se identificaron los factores predictivos de la persistencia de los síntomas.
Resultados
Entre la totalidad de entrevistados, la prevalencia ponderada de COVID-19 por referencia de los enfermos fue de 19.2% (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 19.1 a 19.3). El 37.7% de 76 155 sujetos con síntomas posCOVID refirió al menos una manifestación clínica, mientras que el 14.8% presentó 3 o más síntomas, de 12 semanas o más de duración, de modo que la prevalencia ponderada poblacional de síntomas persistentes fue de 5.75% (IC 95%: 5.68 a 5.81) para un síntoma, y de 2.22% (IC 95%: 2.1 a 2.26) para 3 síntomas o más.
Alrededor de la tercera parte de los enfermos (8771 de 28 713 [30.5%]) con al menos un síntoma de 12 semanas o más de duración refirieron haber tenido síntomas graves de COVID-19, con compromiso significativo de las actividades cotidianas en el momento de la enfermedad, con una prevalencia ponderada en este grupo de enfermos de 1.72% (IC 95%: 1.69 a 1.76). La prevalencia de síntomas persistentes fue más elevada en las mujeres, en comparación con los hombres (odds ratio de 1.51; IC 95%: 1.46 a 1.55); asimismo el riesgo de síntomas persistentes aumentó de manera lineal con la edad, en 3.5 puntos porcentuales por cada 10 años más de vida. La obesidad, el tabaquismo o el vapeo, la internación y la privación fueron factores asociados con mayor probabilidad de síntomas persistentes; en cambio, la etnia asiática se asoció con probabilidad más baja de persistencia sintomática.
Se identificaron dos grupos en relación con los síntomas que persistieron a largo plazo: pacientes con cansancio como síntoma predominante, y enfermos que refirieron esencialmente síntomas respiratorios y manifestaciones asociadas.
Conclusión
Los resultados del presente estudio realizado con más de 500 000 pacientes con antecedente de infección sintomática por SARS-CoV-2 indican que un porcentaje sustancial de enfermos persiste sintomático durante 12 semanas o más; este fenómeno depende de la edad y es más común en mujeres.
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