Introducción
El Reino Unido fue el primer país en implementar un programa de vacunación contra la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés), el 8 de diciembre de 2020, luego de que fuera aprobada la vacuna con ARN mensajero de Pfizer-BioNTech, BNT162b2, para uso de emergencia. Posteriormente, el programa se expandió y se incluyó a la vacuna con vectores adenovirales de Oxford-AstraZeneca, ChAdOx1-S; desde entonces, más de 28 millones de adultos han sido vacunados contra COVID-19.
Sin embargo, la morbilidad por la enfermedad sigue siendo alta en el Reino Unido; la evidencia acerca de la eficacia de las vacunas es un aspecto decisivo para la implementación de políticas sanitarias y de medidas no farmacológicas de control.
Durante las primeras semanas del programa, los grupos prioritarios para la vacunación fueron adultos en instituciones geriátricas, sus cuidadores, los pacientes de 80 años o más, el personal de la salud y los trabajadores sociales. Desde 18 de enero, el programa abarca también a los pacientes de 70 años o más y a los sujetos con riesgo clínico particularmente elevado. Los resultados preliminares de los ensayos clínicos con las vacunas contra COVID-19, BNT162b2 y ChAdOx1-S, revelaron índices altos de eficacia, luego de la aplicación de dos dosis, separadas entre sí por 3 o 4 semanas, respectivamente. Los datos de los estudios con la vacuna ChAdOx1-S sugirieron que la protección podría ser, incluso, mayor cuando las dosis se aplican a intervalos más prolongados. Un nuevo análisis con la vacuna BNT162b2 sugiere, además, que una única dosis se asociaría con eficacia de 92.6% en el período precoz que sigue a la vacunación. Con otras vacunas, se ha visto que el intervalo extendido entre la primera dosis y la dosis de refuerzo se acompañaría de una mejor respuesta inmunológica. A partir de esta evidencia, la incidencia creciente de COVID-19 en el Reino Unido y la necesidad de vacunar rápidamente a las poblaciones vulnerables, el 20 de diciembre de 2020, el Joint Committee on Vaccination and Immunisation estableció que el intervalo entre las dos dosis de ambas vacunas podría extenderse hasta por 12 semanas. Por lo tanto, las autoridades sanitarias decidieron priorizar la vacunación con una única dosis a la mayor cantidad posible de personas.
En diciembre de 2020 surgió una nueva variante de SARS-CoV-2 (B.1.1.7), asociada con un número creciente de casos en el sudeste de Inglaterra. Los estudios revelaron que esta variante, la cual sería más transmisible, se tornó predominante en muchas regiones del Reino Unido. La variante B.1.1.7 se caracteriza por presentar 23 mutaciones, incluidas mutaciones en los genes que codifican para la proteína de la espiga, el blanco de las dos vacunas actualmente en uso en el Reino Unido y, también, para la mayoría de las otras vacunas contra SARS-CoV-2. Por lo tanto, surgió preocupación acerca de las posibles consecuencias de la aparición de esta nueva variante, en relación con la efectividad de las vacunas.
En el presente estudio se estiman los efectos de la aplicación de las vacunas BNT162b2 y ChAdOx1-S sobre COVID-19 confirmada sintomática en adultos de 70 años o más, luego de la aplicación de una y dos dosis de vacuna.
Pacientes y métodos
El estudio de casos y controles con pruebas negativas se realizó en el ámbito de la comunidad en Inglaterra. Se analizaron 156 930 adultos de 70 años o más que refirieron síntomas de COVID-19 entre 8 de diciembre de 2020 y 19 de febrero de 2021; los datos se vincularon con la información acerca de la vacunación contra COVID-19 en el National Immunisation Management System. Las variables de exposición fueron la aplicación de las vacunas BNT162b2 o ChAdOx1-S, en tanto que los criterios principales de valoración fueron las infecciones sintomáticas por SARS-CoV-2 confirmadas por reacción en cadena de la polimerasa por transcripción inversa, las internaciones y la mortalidad por COVID-19.
Resultados
Los participantes de 80 años o más que recibieron la vacuna BNT162b2 antes del 4 de enero de 2021 tuvieron probabilidades más altas de tener pruebas positivas para COVID-19 en los primeros 9 días después de la vacunación (odds ratio [OR] de hasta 1.48, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.23 a 1.77), de modo que los pacientes que fueron inicialmente blanco para la vacunación tuvieron riesgo subyacente aumentado de infección.
Los efectos de las vacunas se observaron entre 10 y 13 días después de la aplicación, con una eficacia que alcanzó el 70% (IC 95%: 59% a 78%), con posterior estabilización. A partir de los 14 días de la aplicación de la segunda dosis, la eficacia fue de 89% (IC 95%: 85% a 93%), en comparación con el riesgo basal aumentado.
Los participantes de 70 años o más que fueron vacunados a partir de 4 de enero con la vacuna ChAdOx1-S tuvieron un riesgo basal de COVID-19 similar al de los sujetos no vacunados.
Luego de la aplicación de la vacuna BNT162b2, la eficacia alcanzó un 61% (IC 95%: 51% a 69%), entre los días 28 y 34 posteriores a la vacunación, con posterior estabilización.
Luego de la aplicación de la vacuna ChAdOx1-S, los efectos se observaron entre 14 y 20 después de la aplicación, con eficacia de 60% (IC 95%: 41% a 73%) entre los días 28 y 34 días, y con aumento posterior a 73% (IC 95%: 27% a 90%), a partir del día 35.
También se comprobó reducción del 43% (IC 95%: 33% a 52%) en el riesgo de internación de urgencia entre los enfermos que recibieron una dosis de la vacuna BNT162b2. Los sujetos que recibieron una dosis de la vacuna ChAdOx1-S tuvieron una reducción adicional del riesgo de 37% (IC 95%: 3% a 59%) de internación de urgencia.
Los datos para el seguimiento no fueron suficientes para determinar los efectos de la vacuna ChAdOx1-S sobre la mortalidad.
La información sugiere que la aplicación de una única dosis de cualquiera de estas vacunas se asocia con una eficacia cercana al 80% para la prevención de internación por COVID-19 y que una dosis de la vacuna BNT162b2 es 85% eficaz para prevenir la mortalidad por la enfermedad.
Conclusión
La administración de una única dosis de las vacunas contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech y de Oxford-AstraZeneca se asocia con una reducción significativa del riesgo de infección sintomática y de enfermedad grave, en adultos de edad avanzada. Ambas vacunas se asocian con efectos similares y la protección perdura durante más de 6 semanas. La aplicación de una segunda dosis de la vacuna BNT162b2 se asocia con mayor protección aún contra la enfermedad; ambas serían eficaces contra la variante B.1.1.7 de SARS-CoV-2.
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