Introducción
El síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), relacionado con la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), puede asociarse con necesidad de asistencia ventilatoria mecánica por períodos prolongados. Además, se asocia con índices de mortalidad de más de 50%. La evaluación de las consecuencias de COVID-19 sobre los pacientes que sobreviven, luego de haber estado internados en unidades de cuidados intensivos (UCI), podría ser de gran ayuda para identificar aquellos enfermos con posibilidades de beneficiarse con seguimientos prolongados y rehabilitación.
Diversos estudios pusieron especial atención en la identificación de herramientas aptas para reconocer, definir y tratar las secuelas a largo plazo de la internación en UCI sobre la calidad de vida. El síndrome posterior a la internación en UCI (S-pos-UCI) se caracteriza por compromiso cognitivo, psicológico, y físico. Además, el SDRA, la sepsis, el delirio y la necesidad de asistencia ventilatoria mecánica son hallazgos habituales en pacientes con COVID-19 y constituyen factores de riesgo conocidos de S-pos-UCI.
Si bien en algunos estudios en marcha se analiza la calidad de vida después de COVID-19, ninguno de ellos se realiza con pacientes con antecedente de enfermedad muy grave y de internación en UCI.
La calidad de vida relacionada con la salud (HRQoL por su sigla en inglés) se compromete en los pacientes que sobreviven a SDRA clásico; con estos antecedentes, el objetivo del presente estudio fue determinar la HRQoL a los 90 días del alta de UCI, en pacientes con antecedente de COVID-19 muy grave que requirieron asistencia ventilatoria mecánica. Los resultados se compararon con los de la población general de Italia y de Finlandia, comparable en edad y sexo. De manera secundaria se identificaron los factores clínicos, demográficos y sociales que pueden influir en el compromiso de la HRQoL, posCOVID-19.
Pacientes y métodos
Se incluyeron pacientes con antecedente de SDRA por COVID-19 internados en 16 UCI; los enfermos fueron seguidos hasta 90 días después del alta de UCI. La HRQoL se valoró con un instrumento de 15 secciones. Paralelamente se entrevistó una población italiana comparable en edad y sexo, con residentes en las mismas regiones geográficas, y una última cohorte emparejada de Finlandia, participante del National Health survey de 2011. Mediante modelos de regresión lineal se evaluaron las posibles asociaciones entre diversos factores y la HRQoL.
Resultados
Durante el período de estudio se analizaron 632 pacientes, 470 de los cuales se incluyeron para el presente trabajo; 282 de los 470 enfermos (60%) fueron datos de alta de UCI y 4 de ellos fallecieron en el transcurso de los 90 días que siguieron al alta de UCI, de modo que los análisis finales se realizaron con 278 pacientes. Un total de 205 de los 278 enfermos (73.7%) respondieron el cuestionario de 15 secciones.
En general, los pacientes eran hombres (74.1%), con mediana de edad de 64.5 años. La comorbilidad más común fueron la hipertensión arterial (51.8%). La mayoría de los pacientes presentó SDRA (55%) y en el 89.6% de los casos se utilizó infusión continua de bloqueantes neuromusculares. Se utilizó posición prona al menos en una ocasión en el 62.9% de los enfermos y el 61.5% debió ser sometido a traqueostomía. La duración de la asistencia ventilatoria mecánica, la duración de la internación en UCI y la duración de la internación fue de 16, 23, y 43 días, respectivamente.
Se realizó tomografía computarizada (TC) de tórax durante el seguimiento en 23 pacientes, a una mediana de 61 días después del alta de UCI. Sólo dos enfermos presentaron hallazgos normales en la TC; el resto presentó opacidades residuales en vidrio esmerilado (65.2%), fibrosis (47.8%), consolidaciones (30.4%), derrame pleural (21.7%), o bronquiectasias (13%).
El puntaje de la escala de 15 dimensiones a los 90 días del alta de UCI fue significativamente más bajo que el correspondiente en las dos poblaciones de comparación: valores promedio de 0.850, en comparación con 0.928 y 0.914 en la población italiana y finlandesa, respectivamente.
Al considerar las dimensiones indiv¡duales se comprobaron puntajes significativamente reducidos en las secciones de movilidad, respiración, alimentación, habla, actividades cotidianas, depresión, vitalidad, y actividad sexual, en comparación con los puntajes de los grupos de comparación. La función mental, en cambio, sólo estuvo afectada en comparación con la de la población italiana, en tanto que el distrés sólo fue más elevado, respecto de los datos para la población de Finlandia.
Si bien se observaron diferencias significativas en el puntaje global de la escala de 15 secciones, ninguna de ellas alcanzó el valor mínimo clínicamente relevante de ± 0.015, es decir el valor umbral para el cual la mayoría de las personas perciben la diferencia.
En los modelos univariados, al edad, el número de comorbilidades, la clase de SDRA, el puntaje SAPS II, la posición prona, el uso de agentes vasoactivos, la duración de la asistencia ventilatoria mecánica, la duración de la internación en UCI, la traqueostomía, la necesidad de terapia de reemplazo renal, las complicaciones no pulmonares de la internación en UCI y el estado ocupacional fueron factores significativamente asociados con la HRQoL a los 90 días.
En los modelos finales con ajuste, el sexo femenino, la mayor edad, el mayor número de comorbilidades, la clase de SDRA, la duración de la asistencia ventilatoria mecánica y la imposibilidad de volver al trabajo fueron factores significativamente asociados con HRQoL reducida. La gravedad clínica de la internación en UCI se correlacionó poco con la HRQoL.
Conclusión
Los resultados del presente estudio en el cual se valoró la calidad de vida relacionada con la salud con un instrumento de 15 secciones indican que los pacientes que estuvieron internados en UCI por SDRA asociado con COVID-19 tienen reducción significativa del desempeño en las dimensiones de salud física y psicológica.
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