Resúmenes amplios

LAS CONDICIONES SOCIALES Y ECONÓMICAS Y LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO DURANTE LA PANDEMIA DE COVID-19


Campinas, Brasil:
Los factores financieros y ocupacionales fueron determinantes en el deterioro de la calidad del sueño; el género, la franja de edad y las rutinas domésticas también merecen atención en relación con la calidad del sueño.

Cadernos de Saúde Pública 37(3):1-10

Autores:
Lima MG

Institución/es participante/s en la investigación:
Universidade Estadual de Campinas

Título original:
Association of Social and economic conditions with the incidence of sleep disorders during the COVID-19 pandemic

Título en castellano:
Asociación entre las Condiciones Sociales y Económicas y la Incidencia de Trastornos del Sueño durante la Pandemia de COVID-19

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.86 páginas impresas en papel A4

Introducción

A los 7 meses del inicio de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) en China en diciembre de 2019, en Brasil se comunicaron, hasta el 7 de julio de 2020, 1 603 055 y 64 867 decesos.

En todo el mundo se implementaron medidas de distanciamiento social con la finalidad de detener la rápida diseminación del virus, y evitar el colapso del sistema de salud, hasta que se dispusiera de estrategias farmacológicas eficaces y seguras.

El aislamiento en  los hogares, el cierre de las escuelas y las universidades, la suspensión y las modificaciones en la actividad comercial, la restricción del transporte y la cancelación de los eventos sociales fueron algunas de las medidas adoptadas por los gobiernos de los distintos países para evitar la propagación de la enfermedad. Estas medidas, en combinación con el temor por la infección, ejercieron efectos importantes sobre la salud emocional de las personas y afectaron la calidad del sueño.

La buena calidad del sueño tiene una fuerte relación con los aspectos emocionales, la salud física y el bienestar, por medio de efectos inmunológicos, metabólicos, endocrinos, y sobre  los procesos inflamatorios. Algunos grupos sugirieron que el sueño de mala calidad podría aumentar la susceptibilidad por COVID-19; en diversos países se comprobaron índices elevados de trastornos del sueño durante la pandemia; por ejemplo, en Italia se refirieron cifras de hasta 57%.

Sólo unos pocos estudios analizaron la influencia de los aspectos emocionales y del estrés sobre la calidad del sueño, y menos aún evaluaron los efectos de los factores sociales, y sobre todo de los aspectos económicos, en este sentido. La influencia de la pérdida de los ingresos familiares tampoco ha sido analizada en detalle. Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue determinar la frecuencia de trastornos del sueño en la población adulta de Brasil, en relación con aspectos económicos y ocupaciones antes y durante la pandemia de COVID-19.

 

Pacientes y métodos

El estudio se llevó a cabo online, con datos aportados entre 24 de abril y 24 de mayo por 45 160 individuos de Brasil de 18 años o más, con una muestra ponderada por el Brazilian National Household Sample Survey (PNAD).

Las variables de exposición fueron el sexo, el grupo de edad (18 a 29, 30 a 49, 50 a 59, y 60 años o más), el número de residentes en el hogar (1 a 3, 4, 5, o más), el convivir con una pareja, el nivel educativo , los ingresos económicos familiares, y los cambios en los ingresos económicos en el hogar durante el período de estudio.

Los cambios en la calidad del sueño fueron la variable principal de valoración; los mismos se conocieron por medio de un cuestionario que completaron los participantes online. Se analizaron los efectos de los ingresos económicos mensuales y familiares, de los factores ocupacionales y laborales, del sexo, del grupo de edad, del estado civil y de las modificaciones en las tareas domésticas sobre los cambios en la calidad del sueño. Se estimaron los porcentajes de aumento en la incidencia o la incidencia de trastornos del sueño y los odds ratio (OR) ajustados.

 

Resultados

Se analizaron 45 160 sujetos de 18 años o más. Durante la pandemia, los ingresos económicos disminuyeron de manera importante o desaparecieron; el 26.6% de los participantes estuvieron sin trabajo o perdieron el empleo durante la pandemia.  El porcentaje de pérdida de ocupación fue de 29% entre los sujetos con los ingresos económicos más bajos. El 20.2% de la población refirió incremento del trabajo en el hogar; este cambio fue más pronunciado entre las mujeres (p < 0.001).

El riesgo de exacerbaciones de trastornos del sueño preexistentes fue de 34% y del 71% entre los sujetos con los ingresos económicos por debajo del mínimo antes de la pandemia, y en los habitantes que perdieron el trabajo, respectivamente; el riesgo de duplicó en los sujetos que tuvieron disminuciones importantes en los ingresos o que dejaron de tener ingresos.

Las probabilidades de agravamiento de los trastornos del sueño fue 82% más alta en las mujeres, y tres veces más altas (OR: 3.14) en los sujetos de 18 a 29 años, en comparación con los sujetos de edad avanzada.

 

Conclusión

En el presente estudio se analizaron, por primera vez, los trastornos del sueño en una población de Brasil en relación con las condiciones sociales y económicas vinculadas con la pandemia de COVID-19. Estos aspectos han sido evaluados sobre todo en poblaciones de la China y de países en vías de desarrollo, pero se dispone de muy poca información para los países con recursos económicos bajos o intermedios. Se comprobó que los factores económicos y ocupacionales fueron determinantes del deterioro de la calidad del sueño.



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