Introducción

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) es una enfermedad infecciosa emergente; la cuarentena ha sido una de las medidas adoptadas por las autoridades para detener su propagación. Si bien muchas personas consideran que la miopía ha progresado durante la cuarentena por la pandemia de COVID-19, no existe evidencia científica a favor o en contra de esta teoría.

Pacientes y métodos

El Myopia Screening Survey Of Children and Teenagers In Schools (MYOSOTIS) fue un estudio de cohorte realizado en 46 escuelas primarias y secundarias de Hangzhou, China.

El primer paciente se evaluó a principios de 2019; los exámenes posteriores se realizaron a intervalos aproximados de 6 meses. Hasta el momento de la publicación del estudio se habían completado 4 rondas de evaluación,  con tres períodos entre ellas (períodos 1 a 3).

La cuarentena por COVID-19 se implementó durante el segundo período.

La agudeza visual (AV) se definió como AV corregida en los estudiantes que utilizaban lentes y como AV no corregida, en el resto de los participantes. Se estimaron los errores de refracción y se calculó el equivalente esférico de refracción (spherical equivalent refraction [SER]). La miopía en un ojo se definió en presencia de SER ≤ -0.5 dioptrías, y la miopía alta se estableció en presencia de SER ≤ -6.0 dioptrías.

La progresión de la miopía se definió en presencia de SER más negativo en el mismo ojo. Se calculó el índice de cambio de SER (rΔSER), según la edad.

Resultados

Entre los 44 187 estudiantes analizados al inicio, 29 719 (59 438 ojos) se incluyeron en los análisis para el presente estudio. Los índices de miopía y de miopía alta en las rondas 1 a 4 fueron de 48.0%, 53.2%, 73.7%, 67.9% y de 1.3%, 1.9%, 2.8%, 2.7%, respectivamente. El rΔSER promedio durante los períodos 1, 2, y 3 fue de -0.030 (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: -0.031 a -0.029), de -0.074 (IC 95%: -0.075 a -0.074), y de 0.016 (IC 95%: 0.015 a 0.018) dioptrías por mes. El gráfico de distribución de SER mostró desviaciones negativas en las rondas 2 y 3, y desviación positiva en la ronda 4.

En comparación con la ronda 1, la diferencia ajustada según las covariables (edad y sexo) en la proporción de miopía y de SER no fue significativa en la ronda 2 (p = 0.162 y p = 0.195), pero fue significativa en las rondas 3 y 4 (p < 0.001); para la miopía alta se encontró un aumento significativo en la ronda 3 (p < 0.001).

La menor edad y el sexo masculino se asociaron con riesgo reducido de progresión de la miopía. El índice de progresión de la miopía fue mayor durante el período 2, seguido de hipermetropía durante el período 3, probablemente en relación con los cambios de acomodación durante la cuarentena.

Conclusión

Por el momento se dispone de poca información acerca de los efectos que tienen las políticas en salud pública implementadas durante la pandemia de COVID-19 sobre la progresión de la miopía. En Singapur, el National Myopia Prevention Program refirió una reducción de la prevalencia de miopía en estudiantes de escuelas primarias. Los resultados del presente trabajo indican que la cuarentena puede afectar el estado de refracción, de manera parcialmente reversible. El tamaño importante de la muestra y el seguimiento prolongado son las principales ventajas de la investigación. Los resultados, sin embargo, deberían extrapolarse con precaución a otras poblaciones.

En conclusión, los hallazgos del presente estudio sugieren una progresión acelerada de la miopía durante la cuarentena por COVID-19 en niños y adolescentes. Sin embargo, esta progresión revirtió parcialmente después de la cuarentena, de modo que el índice acelerado de progresión obedecería a espasmos de acomodación y a cambios estructurales. La progresión de la miopía debería considerarse, en particular, en el contexto de futuras cuarentenas.