Introducción
La enfermedad por el nuevo coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) fue declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud en marzo de 2020. Sin embargo, las características de la infección por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS-CoV-2]) en embarazadas siguen sin conocerse con precisión.
Las embarazadas no parecen ser más susceptibles a la infección por SARS-CoV-2 en comparación con el resto de la población; no obstante, los cambios en el sistema inmunológico que ocurren durante la gestación podrían asociarse con mayor riesgo de infección grave. De hecho, la experiencia obtenida a partir de enfermedades virales similares, como influenza A/H1N1, SARS y síndrome respiratorio de Medio Oriente, sugiere que las embarazadas tendrían mayor riesgo de morbilidad y mortalidad materna y neonatal. También se ha sugerido que el riesgo de enfermedad grave sería más alto durante las últimas etapas del embarazo.
La mayoría de los casos publicados de infección por SARS-CoV-2 en embarazadas ocurrió en el tercer trimestre y aproximadamente la mitad de las mujeres dieron a luz durante la infección aguda. Si bien la mayoría de los nacimientos ocurrió por cesárea por indicaciones maternas, en al menos tres estudios se refirieron casos de distrés fetal.
La mayoría de las embarazadas con COVID-19 presentó síntomas leves, como fiebre, tos y falta de aire; sólo una minoría progresó a enfermedad grave. Los factores de riesgo serían similares a los referidos para el resto de la población, entre ellos la obesidad y la presencia de comorbilidades crónicas, sobre todo enfermedades pulmonares y enfermedad cardíaca preexistente.
El objetivo del presente estudio fue describir, en una cohorte nacional, las características y la evolución de embarazadas con infección por SARS-CoV-2 internadas en el Reino Unido. El estudio se diseño en 2012 y se mantuvo pendiente hasta la aparición de una pandemia; fue activado en el contexto de COVID-19 por el UK Department of Health and Social Care como una investigación urgente de salud pública.
Pacientes y métodos
El estudio prospectivo nacional de observación se llevó a cabo con información proporcionada por el UK Obstetric Surveillance System (UKOSS), una plataforma nacional que recoge información acerca de complicaciones específicas graves en embarazadas, asistidas en los 194 hospitales del Reino Unido. Se identificaron todas las embarazadas internadas, con infección confirmada por SARS-CoV-2, por medio de la detección de ARN viral por reacción en cadena de la polimerasa (PCR por su sigla en inglés) en sangre o hisopado nasofaríngeo, compromiso respiratorio con cambios en el estudio radiológico pulmonar típicos de COVID-19 o ambos hallazgos. En el presente estudio se comunican las características y la evolución de embarazadas con SARS-CoV-2 entre 1 de marzo y 14 de abril de 2020. Se realizaron análisis de sensibilidad por regiones con la finalidad de conocer el porcentaje de mujeres de minorías étnicas internadas por SARS-CoV-2 en los hospitales no ubicados en los mayores centros urbanos.
Resultados
La incidencia estimada de internación por infección confirmada por SARS-CoV-2 en embarazadas fue de 4.9 (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]) por cada 1000 nacimientos. El 56% de las embarazadas internadas por SARS-CoV-2 (n: 233) era de raza negra o de otras minorías étnica; el 69% (n: 281) tenía obesidad y el 41% (n: 175) tenía 35 años o más. El 34% de las pacientes (n: 145) tenía enfermedades subyacentes. Un total de 266 enfermas (62%) dieron a luz o tuvieron pérdida del embarazo; 196 embarazadas (73%) dieron a luz a término.
El 10% de las pacientes (n: 41) internadas requirió asistencia ventilatoria mecánica; el índice de mortalidad fue del 1% (n: 5). En 12 de 265 neonatos (5%) se comprobó infección por SARS-CoV-2, en 6 de ellos en el transcurso de las primeras 12 horas que siguieron al nacimiento.
Conclusión
La información disponible acerca de la transmisión, la incidencia y los efectos de la infección por SARS-CoV-2 en embarazadas y sus hijos es limitada y, en su mayor parte, deriva de comunicaciones de casos aislados o series con número reducido de pacientes. La evidencia obtenida en otras enfermedades virales similares sugiere que las embarazadas podrían ser un grupo particular de riesgo de infección grave, con mayor morbilidad y mortalidad materna y neonatal. Asimismo, si bien se ha referido la transmisión de la infección a los neonatos, la frecuencia exacta se desconoce.
En el presente estudio se comprobó que más de la mitad de las embarazadas internadas por infección por SARS-CoV-2 eran negras o de otras minorías étnicas; la mayoría de los casos se observó en el tercer trimestre de la gestación y por lo general las pacientes no presentaron enfermedad grave. La transmisión al neonato es posible, pero infrecuente.
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