Resúmenes amplios

INFECCIÓN POR SARS-COV-2 Y SÍNDROME DE GUILLAIN-BARRÉ


Pavia, Italia:
Se refieren los hallazgos de 5 enfermos con COVID-19 que presentaron síndrome de Guillain-Barré, entre 5 y 10 días después del inicio de los síntomas de la infección por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2).

New England Journal of Medicine 1-3

Autores:
Ravaglia S

Institución/es participante/s en la investigación:
IRCCS Mondino Foundation

Título original:
Guillain–Barré Syndrome Associated with SARS-CoV-2

Título en castellano:
Síndrome de Guillain-Barré Asociado con SARS-CoV-2

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.73 páginas impresas en papel A4

Introducción

Entre el 28 de febrero y el 21 de marzo de 2020 se evaluaron, en 3 hospitales del norte de Italia, 5 pacientes con síndrome de Guillain-Barré (SGB) luego del inicio de los síntomas de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés), causada por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 [SARS-CoV-2]). Durante ese período, entre 1000 y 2000 pacientes con COVID-19 fueron internados en esos hospitales.

Resultados

En 4 de estos pacientes se detectó SARS-CoV-2 en hisopado nasofaríngeo en el momento de inicio de los síntomas neurológicos; el quinto paciente tuvo resultados negativos en las muestras de fauces y de lavado broncoalveolar, pero posteriormente presentó serología positiva para el virus.

Los primeros síntomas de SGB fueron la debilidad de las extremidades inferiores y las parestesias en 4 pacientes, y la diplejía facial seguida de ataxia y parestesias en un enfermo. En cuatro pacientes, el trastorno neurológico evolucionó en el transcurso de 36 horas a 4 días a tetraparesia o tetraplejía fláccida generalizada; 3 pacientes requirieron asistencia ventilatoria mecánica. El intervalo entre el inicio de los síntomas de COVID-19 y las primeras manifestaciones clínicas de SGB fue de 5 a 10 días; ningún enfermo presentó alteraciones disautonómicas.

El análisis de líquido cefalorraquídeo mostró, en dos pacientes, niveles normales de proteínas; en los 5 enfermos, el recuento de glóbulos blancos estuvo por debajo de 5/mm3. No se detectaron anticuerpos antigangliósidos en los 3 enfermos estudiados; en todos los casos, la reacción en cadena de polimerasa en tiempo real fue negativa para SARS-CoV-2.

Las amplitudes del potencial de acción compuesto muscular fueron bajas, pero se pudieron obtener; en dos enfermos se comprobó prolongación de la latencia distal motora. Inicialmente en 3 pacientes, la electromiografía mostró potenciales de fibrilación; en otro enfermo, este hallazgo estuvo ausente al inicio pero apareció a los 12 días. Los trastornos, en general, fueron compatibles con la variante axonal del síndrome de Guillain-Barré en 3 enfermos, y con la variante desmielinizante en dos pacientes. La resonancia magnética con gadolinio mostró realce de las raíces de nervios caudales, realce del nervio facial en un paciente y ausencia de cambios en la señal en nervios, en dos pacientes.

Todos los pacientes fueron tratados con gammaglobulina inmune por vía intravenosa (IVIG por su sigla en inglés); dos pacientes recibieron un curso adicional de IVIG y en uno se efectuó plasmaféresis. Cuatro semanas después de comenzado el tratamiento, dos enfermos permanecían internados en unidades de cuidados intensivos, con asistencia ventilatoria mecánica, dos enfermos recibían terapia física por paraplejía fláccida y presentaban mínimos movimientos de las extremidades superiores y el último enfermo había sido dado de alta con capacidad para caminar sin ayuda.

Discusión

El período de 5 a 10 días entre el inicio de la enfermedad viral y los primeros síntomas de SGB fue similar al referido para el SGB que aparece durante o después de otros procesos infecciosos, particularmente infección por Campylobacter jejuni, virus de Epstein-Barr, citomegalovirus y virus Zika. También se han referido casos de SGB luego de infecciones por coronavirus.

Los resultados observados en la presente serie de 5 pacientes con infección por SARS-CoV-2 y SGB no permiten definir si las deficiencias graves o el compromiso axonal son hallazgos típicos del SGB en COVID-19. No fue posible determinar el efecto de la capacidad vital reducida por la insuficiencia neuromuscular asociada con el SGB; sin embargo, este efecto debería considerarse si los trastornos en los estudios por imágenes de tórax no son coincidentes con la gravedad de la insuficiencia respiratoria. El SGB asociado con COVID-19 debe distinguirse de la neuropatía y la miopatía asociadas con enfermedad grave, las cuales suelen aparecer más tardíamente, en comparación con el SGB.



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