Introducción

En diversos países se habría observado que la transmisión de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) de una persona a otra puede enlentecer o detenerse. Estas acciones habrían salvado vidas y proporcionado más tiempo al resto del mundo para prepararse para la llegada del COVID-19, y de esta manera preparar sistemas de respuesta de emergencia; aumentar la capacidad de detectar y atender a los pacientes; asegurar que los hospitales tengan el espacio, los suministros y el personal necesario; y desarrollar intervenciones médicas que salvan vidas. Todos los países deben tomar de forma urgente todas las medidas necesarias para frenar aún más la propagación y evitar que sus sistemas de salud se vean abrumados debido a pacientes gravemente enfermos con COVID-19. Los objetivos del Strategic Preparedness and Response Plan for COVID-19 son: reducir la velocidad y detener la transmisión, evitar brotes y retrase la propagación; proporcionar atención optimizada para todos los pacientes, especialmente los enfermos graves; y minimizar el impacto de la epidemia en los sistemas de salud, los servicios sociales y la actividad económica. Todos los países deberían aumentar su nivel de preparación, alerta y respuesta para identificar, gestionar y atender casos nuevos de COVID-19. Además, deben prepararse para responder a diferentes escenarios de salud pública, reconociendo que no existe un enfoque único para todos los casos y brotes de COVID-19. Cada país debe evaluar su riesgo e implementar de manera rápida las medidas necesarias a la escala adecuada para reducir tanto la transmisión de COVID-19 como los impactos económicos, públicos y sociales.

El objetivo del presente reporte fue proporcionar recomendaciones actualizadas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la preparación crítica y las acciones de respuesta para diferentes escenarios de transmisión de COVID-19.

Escenarios

Según la OMS existirían 4 escenarios posibles de transmisión de COVID-19: ausencia de casos; casos esporádicos; casos agrupados; y transmisión comunitaria. Los países pueden experimentar uno o más de estos escenarios a nivel sub-nacional y deben ajustar o adaptar su enfoque al contexto local. Además, deben preparase para responder a todos los escenarios de transmisión, siguiendo las pautas del Strategic Preparedness and Response Plan for COVID-19. La priorización y el enfoque de los recursos de cada área técnica dependerán del escenario de transmisión presente en el país. A pesar de compartir ciertas características con otros virus, la virulencia y la gravedad del virus que provoca el COVID-19 son distintivas. Todavía queda mucho por descubrir acerca de esta enfermedad y su impacto en diferentes contextos. Las medidas que se tomen contra esta pandemia continuaran regidas por los avances científicos y de salud pública que constantemente van apareciendo.    

Orientación técnica de la OMS para el COVID-19

En lo referido al monitoreo, planeamiento y coordinación a nivel de país se recomienda que los países trabajen de manera conjunta para realizar proyectos de orientación de planificación operativa; utilizar plataformas para el COVID-19 basadas en orientación de planificación operativa; módulos de entrenamiento; y utilizar herramientas para un nuevo coronavirus. Los casos identificados deben ser reportados en la plataforma de seguimiento mundial de infección humana por COVID-19. La investigación de un caso y las medidas de cuarentena deben seguir las pautas recomendadas. Es importante que los laboratorios nacionales donde se realicen las pruebas de COVID-19 sigan las pautas y referencias de las OMS, así como las normas de bioseguridad. La OMS ha publicado guías para el manejo del paciente con COVID-19 según la gravedad del caso, tanto si requiere ventilación asistida y cuidados intensivos como si el tratamiento es ambulatorio. El control y la prevención de la infección por COVID-19 deben incluir a toda la población, pacientes con enfermedad confirmada y casos sospechados. Las medidas de seguridad de los profesionales de la salud son muy importantes y deben reforzarse. La manera en que se comunica información referida al COVID-19 es crucial. El impacto que tiene la cuarentena y el distanciamiento social sobre la salud mental de la población no debe descuidarse. Se están preparando medidas para prevenir y controlar la infección por COVID-19 en los colegios, instituciones, áreas de transito internacional y lugares de trabajo. Se han puesto a disposición numerosos estudios y cursos de capacitación y entrenamiento a distancia sobre el COVID-19, lo que permite capacitar al personal y tener información actualizada. Los datos sobre la prevención y abordaje de esta enfermedad se actualizan constantemente por lo que es importante seguir protocolos actualizados. 

La OMS continúa monitoreando la situaciòn del COVID-19 de cerca por si se presenta algún cambio que afecta la presente guía provisional y determine que esta sea actualizada.