Resúmenes amplios

LA ESPECTROSCOPIA DE FLUORESCENCIA CUTÁNEA EN LA DETECCIÓN DE DIABETES EN POBLACIONES EN RIESGO


Atenas, Grecia:
La espectroscopia de fluorescencia cutánea fue un método superior a los que se utilizan actualmente para la detección de disglucemia o diabetes tipo 2 definida por la medición de hemoglobina glucosilada. Además, no requiere ayuno ni extracción de sangre y provee resultados al instante.

Diabetes Research and Clinical Practice 100(1):39-45

Autores:
Tentolouris N, Lathouris P, Maynard J

Institución/es participante/s en la investigación:
Athens University Medical School

Título original:
Screening for HbA1c-Defined Prediabetes and Diabetes in an At-Risk Greek Population: Performance Comparison of Random Capillary Glucose, the ADA Diabetes Risk Test and Skin Fluorescence Spectroscopy

Título en castellano:
Tamizaje para Prediabetes y Diabetes Definidas por HbA1c en una Población Griega en Riesgo: Comparación de los Rendimientos de la glucosa capilar al azar, el cuestionario de riesgo para la diabetes de la ADA y la espectrometría de fluorescencia cután

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.47 páginas impresas en papel A4
Introducción
La diabetes mellitus de tipo 2 (DBT2) es una enfermedad crónica debilitante considerada como un gran problema de salud a nivel mundial, ya que incrementa el riesgo de complicaciones que pueden resultar en la reducción de la calidad de vida, la pérdida de años de productividad y la muerte prematura. En la actualidad, la mitad de los casos de diabetes no están diagnosticados.
Si la enfermedad es identificada tempranamente y se llevan a cabo intervenciones, puede prevenirse o retrasarse la aparición de DBT2. Con este fin, un gran número de instituciones, empresas y organizaciones han realizado campañas de detección sistemática y de concientización para identificar a individuos que puedan beneficiarse de la prevención primaria o secundaria de esta afección.
La medición de glucemia capilar al azar (GCA) o las evaluaciones de riesgo basadas en cuestionarios han sido utilizadas como tamizaje para la DBT2. Ambas técnicas son baratas y proveen resultados en forma inmediata, pero tienen varias desventajas, como la falta de un punto de corte estandarizado y las variaciones en carga hidrocarbonada y tiempo desde la última ingesta para la GCA, o la falta de precisión de los cuestionarios.
Recientemente, se ha propuesto la realización del tamizaje para la DBT2 mediante el uso de pruebas no invasivas basadas en la fluorescencia de la piel. El dispositivo Scout DS utiliza la espectroscopía de fluorescencia cutánea (EFC) para medir biomarcadores de diabetes depositados en la piel, incluyendo productos de la glucosilación avanzada (AGE) e indicadores del metabolismo celular y del estrés oxidativo como NADH y FAD. El algoritmo de EFC entrega un puntaje en una escala de 0 a 100 unidades arbitrarias (UA). Los valores iguales o mayores de 50 AU son considerados positivos para prediabetes o diabetes, y la conducta clínica por seguir es la evaluación del paciente mediante una prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG) o una medición de hemoglobina glucosilada (HbA1c) para determinar si el paciente tiene prediabetes o DBT2. La medición toma sólo 80 segundos, no requiere ayuno ni sangre y entrega un resultado inmediato en el lugar en el que se realizó el procedimiento. Si se demuestra su precisión y su bajo costo, puede ser una interesante alternativa al tamizaje con GCA o pruebas basadas en cuestionarios.
Métodos
Objetivos
Este estudio transversal realizado en dos centros comparó el rendimiento de pruebas invasivas y no invasivas de tamizaje de riesgo para DBT2. Se utilizó una medición de HbA1c para definir DBT2 y dos niveles de disglucemia, y se evaluó la capacidad de la EFC, la GCA y la prueba de riesgo basada en un cuestionario de la ADA (RADA) para detectar esos niveles alterados de HbA1c.
Diseño del estudio
Se seleccionaron a personas en riesgo de DBT2 de la clínica de pacientes ambulatorios del Laiko General Hospital y del National Insurance Hospital, en Atenas, Grecia. Los criterios de inclusión fueron una edad igual o mayor de 45 años, o entre 18 y 44 años con un índice de masa corporal (IMC) mayor de 25 kg/m2. Para los criterios de exclusión, se tuvieron en cuenta una edad menor de 18 años, el haber recibido terapias de investigación en los últimos 14 días, condiciones que alteren la glucemia (enfermedades, embarazo, fármacos), recibir o haber recibido quimioterapia en el año anterior, el uso de fármacos fluorescentes (fluoroquinolonas, tetraciclinas), alteraciones de la piel en la cara dorsal del antebrazo izquierdo y riesgo de reacciones de fotosensibilidad.
Análisis estadístico
La presencia o ausencia de enfermedad fue definida utilizando HbA1c. Para el análisis de las estadísticas, se definieron dos niveles de disglucemia: HbA1c mayor o igual a 5.7% para el primero, y mayor o igual a 6.0% para el segundo. Para la diabetes, se consideró un valor de HbA1c mayor o igual a 6.5%. Se eligieron los umbrales para cada análisis teniendo en cuenta las tasas de falsos positivos de cada valor.
Sobre la base de la comparación de los valores de la medición de HbA1c con los de cada prueba analizada, se calcularon la sensibilidad, la especificidad, el valor predictivo positivo (VPP) y el valor predictivo negativo (VPN) para la detección de los dos estadios de disglucemia y de la DBT2. Además, para cada tipo de evaluación se generaron curvas de característica operativa del receptor, calculándose para éstas el área bajo la curva (ABC).
Resultados
Contabilización de datos
Un total de 409 individuos se incorporaron en el estudio; 209 en la clínica del Laiko General Hospital y 200 en la del National Insurance Hospital. De estos, 398 tuvieron juegos completos de mediciones válidas de EFC, GCA y HbA1c.
Descripción de las cohortes
Se utilizó un umbral de HbA1c de 6.0% para dividir a la cohorte en dos grupos, uno normoglucémico y otro disglucémico. Las distribuciones de género, tabaquismo, hipertensión y diabetes gestacional eran similares en ambos grupos. La edad, el IMC, la circunferencia de cintura y los antecedentes familiares de diabetes fueron significativamente más altos entre los individuos disglucémicos. La cohorte era de origen griego en un 99.5% y todos los sujetos eran caucásicos. El cambio en el umbral de HbA1c a 5.7% resultó en que los antecedentes de tabaquismo y la presencia de hipertensión fueron mayores en el grupo disglucémico.
Comparación de rendimientos
El ABC de la EFC es significativamente más alto que la de la GCA y el RADA para todas las definiciones de disglucemia y diabetes según la HbA1c.
La sensibilidad de la EFC en su umbral de 50 UA fue significativamente más elevada que en el utilizado para la GCA (5.6 mmol/l) para todas las definiciones, con especificidades comparables para ambos análisis, excepto para una HbA1c mayor o igual a 5.7%, donde la especificidad de la EFC fue ampliamente superior.
Al comparar la sensibilidad de la EFC con la del RADA, fueron similares para todos los valores de HbA1c, excepto para una HbA1c de 5.7% o más, donde el RADA fue superior. Para todas las definiciones de disglucemia o diabetes, la EFC demostró ser más específica que el RADA.
En cuanto a los valores predictivos, la EFC mostró valores comparables o significativamente mayores a los de los otros dos estudios tanto para VPP como para VPN, para todas las mediciones de HbA1c.
Discusión
Aunque la HbA1c está establecida como método de seguimiento para los pacientes diabéticos, su uso como herramienta diagnóstica es reciente y presenta varias desventajas, como las diferencias entre etnias, interferencia de las hemoglobinopatías, las deficiencias de hierro y las anemias y la mala correlación entre sus valores y los obtenidos en un PTOG. Dada la buena correlación que presenta la EFC con la HbA1c y su relativo bajo costo, este nuevo método puede ser de gran utilidad para el tamizaje de la diabetes, con una HbA1c como prueba confirmatoria del diagnóstico.
Una debilidad de este estudio fue la poca variabilidad demográfica de la cohorte. Por esta razón, sus resultados podrían no corresponder con los obtenidos en otras partes del mundo. Asimismo, el RADA fue desarrollado para la población estadounidense y tal vez no corresponda aplicarlo a la población griega. Otra desventaja de este protocolo fue el uso de una única HbA1c para definir la diabetes, en vez de las dos mediciones recomendadas por la ADA y la OMS.
Los puntos favorables que presenta este estudio son la comparación de varios métodos de tamizaje para pacientes en riesgo de sufrir DBT2 y su aplicación por parte de usuarios finales de estos análisis. Además, la cohorte presentó gran variabilidad en cuanto a edad, género e IMC. Otra fortaleza del procedimiento fue su naturaleza multicéntrica y clínicamente realista.
Al comparar la EFC con la GCA como método de tamizaje, la EFC fue significativamente más precisa para la detección de disglucemia o DBT2 previamente definida por HbA1c, como se evidencia al cotejar las ABC de ambos métodos. El valor elegido como umbral para la EFC (50 UA) presentó una gran sensibilidad combinada con una moderada incidencia de falsos positivos. Además, la EFC no presenta las desventajas observadas en los otros métodos.
Conclusión
La EFC fue un método claramente superior a los que se utilizan actualmente para la detección de disglucemia o DBT2. Sumado a esto, no requiere ayuno ni extracción de sangre y provee resultados al instante. Por todo ello, la espectroscopía supera varias limitaciones en el tamizaje de individuos en riesgo de presentar DBT2.


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