Los ancianos que no conducen, porque nunca lo hicieron o porque abandonaron el hábito por declinación funcional, presentan mayor probabilidad de ser internados en una institución de cuidados de largo plazo que aquellos que sí lo hacen. Por su parte, la falta de convivencia con otra persona que conduzca también aumenta este riesgo.
Palabras clave
Conductores, cuidados de largo plazo, adultos añosos, riesgo
Key Words
Drivers, long-term care, older adults, risk
Autores
Freeman EE, Gange SJ, Muñoz B, West SK
Dirigir correspondencia a:
SK West, Dana Center for Preventive Ophthalmology, Room 129, Wilmer Eye Institute, Johns Hopkins University, MD 21205, Baltimore EE.UU.
Conflicto de interés
Los autores no manifiestan conflicto de intereses