La edad de los pacientes.
La disposición a someterse a la cirugía.
El reemplazo total de cadera (RT, señalan los autores, es uno de los procedimientos quirúrgicos electivos más comunes y, aunque existen dudas acerca de su eficacia terapéutica, suele ser considerado eficaz en términos económicos. Los estudios epidemiológicos acerca de la distribución de la osteoartritis de cadera han demostrado que la prevalencia aumenta con la edad, y que el 5% o más de la población mayor de 65 años muestra cambios radiológicos profundos. Sin embargo, advierten, el requerimiento poblacional de RTC no puede estimarse a partir de estos valores, ya que es incierta la relación que existe entre los hallazgos radiológicos, los síntomas y la funcionalidad. El objetivo del presente estudio fue investigar la demanda de RTC mediante un cuestionario y una evaluación clínica en una muestra poblacional.Métodos Se envió un cuestionario a 26 046 residentes en el Reino Unido. Aquellos que informaron padecer dolor en la cadera fueron invitados a someterse a una revisación clínica de cadera, rodilla y zona lumbar en su domicilio o en una clínica. Si en este examen se detectaba una patología clínicamente significativa, se invitaba a los pacientes a someterse a estudios radiológicos. Dado que el objetivo era evaluar la demanda de RTC primario, se excluyó del análisis a los individuos que informaron una cirugía previa en el mismo lado en que presentaban los síntomas actuales. Para evaluar el requerimiento de RTC en la población, los síntomas y la limitación funcional de los participantes fueron referidos a 2 recomendaciones vigentes acerca de la indicación de esta cirugía: los criterios emanados de la conferencia de los National Institutes of Health de 1995 (método NIH) y los criterios de reemplazo de articulaciones mayores aplicados en Nueva Zelanda. En este último caso se calcula un puntaje mayor cuanto más grave es la patología. En este estudio se aplicaron valores de corte de 43 puntos y 55 puntos para reflejar la enfermedad moderada y grave, respectivamente.Resultados El 88.2% de los encuestados respondió al cuestionario y el 14.3% informó dolor de cadera, definido como el padecido en la mayoría de los días durante 1 mes o más en los 12 meses previos a la encuesta. La prevalencia de dolor fue mayor en las mujeres que en los hombres y fue en incremento con la edad. El 63.7% de los individuos que informaron dolor de cadera fueron invitados a una evaluación clínica que permitió obtener suficientes datos clínicos de 1 270 caderas derechas y 1 271 caderas izquierdas para el método NIH, y de 1 259 y 1 260 caderas, respectivamente, para el método neocelandés. Para ambos sexos, la frecuencia de consulta médica previa por dolor de cadera era mayor entre las personas que aceptaron someterse a la revisación clínica. Entre los hombres, la prevalencia de enfermedad grave de cadera por cada 1 000 personas fue de 11.9 con el método neocelandés a un valor de corte a 55 puntos, de 19.5 con el corte a 43 puntos y de 9.7 con el método NIH. Para las mujeres, los valores fueron 18.1, 37.2 y 17.0, respectivamente. La incidencia total anual de enfermedad de cadera susceptible de RTC primario fue de 2.23, 2.77 y 2.08, respectivamente. Aplicando el método NIH, la incidencia poblacional anual fue de 54 000 articulaciones afectadas, el valor ajustado según la disposición del paciente de someterse a cirugía de 49 400 articulaciones, la incidencia ajustada según la conveniencia de la cirugía fue de 48 600 casos y el ajuste por los 2 últimos criterios llevó la incidencia a 45 600 casos anuales. Entre 1994 y 1995 hubo 32 500 RTC primarios en el sistema público de salud inglés y unos 10 000 en el sector privado, lo cual hace un total de 43 500 RTC anuales en el Reino Unido.Discusión La dificultad para satisfacer la demanda de RTC ha sido considerada como una evidencia de falencia fundamental en el sistema público de salud, comentan los autores. En el presente estudio, la incidencia estimada de indicaciones para RTC excedió en un 12% a un 49%, según el criterio empleado, la tasa actual de estas intervenciones en el Reino Unido. Sin embargo, cuando estas estimaciones fueron ajustadas teniendo en cuenta otros factores que influyen en la decisión de recomendar la cirugía (lo apropiado del RTC para el caso, la disposición del paciente a someterse a la intervención, un intento previo con tratamiento farmacológico), la incidencia estimada superó la tasa actual de cirugía en un 3% a 11%. Este estudio, advierten los autores, tiene varias limitaciones. Debe tenerse en cuenta que los pacientes que aceptaron someterse a revisación clínica eran más jóvenes que quienes respondieron el cuestionario pero no concurrieron al examen médico posterior. Además, una mayor proporción de los participantes que acudieron a la revisación habían consultado previamente por dolor de cadera, por lo cual es probable que hayan tenido mayor morbilidad que quienes no concurrieron y que, en consecuencia, las incidencias estén sobreestimadas. La traducción del concepto de "indicación de RTC" a valores medibles es particularmente difícil, resaltan. Los criterios aplicados en Nueva Zelanda se basan en puntajes aditivos de múltiples factores que reflejan dolor, funcionalidad, movimiento y deformidad. En método NIH, en cambio, es más general y ofrece menor precisión. Por otra parte, agregan, es importante recalcar que en este estudio la disposición del paciente a someterse a RTC surgió de la respuesta a una pregunta hipotética, lo cual podría no reflejar la respuesta ante una oferta concreta por parte del cirujano. Esta investigación, concluyen los autores, indica que la provisión actual de RTC en el Reino Unido es del mismo orden que la incidencia de nuevos casos que requieren esta cirugía.
El sexo de los pacientes.