Antecedente de orquiectomía.
Antecedente de extirpación ganglionar retroperitoneal con respeto neurológico.
El número de pacientes.
los ganglios linfáticos (RPLN. Con cualquiera de los métodos de tratamiento se consigue la curación en más del 95% de los casos. Sin embargo, un objetivo adicional en estos pacientes debe ser la reducción de la morbilidad, especialmente el impacto sobre la fertilidad. En forma histórica, la RPLND generalmente se asoció con infertilidad por trastornos en la emisión y en la eyaculación. Desde el año 1979, varios centros han tenido como principal objetivo la reducción de esta complicación con un programa activo de observación. En este trabajo, los autores describen la paternidad en un grupo de 105 pacientes que entraron en un programa de este tipo y que fueron evaluados por más de 10 años.Entre 1979 y 1987, un total de 108 pacientes con tumores testiculares no seminomas, estadio clínico I fueron sometidos al programa de observación después de la orquiectomía. Entre ellos, 3 sujetos eligieron la RPLND y no entraron en el programa. La edad promedio de los particiapntes fue de 28 años (17 a 49).La fertilidad presente se evaluó por la paternidad. No se realizaron estudios de semen antes de la cirugía en forma rutinaria. El estado de fertilidad se evaluó por medio de entrevistas telefónicas y visitas médicas de control. Se indagó la paternidad antes del diagnóstico de cáncer testicular. En marzo de 1997, se contó con la información concerniente a la paternidad en cada paciente. Los pacientes fueron evaluados en promedio, durante 10 años. Entre los 105 sujetos, el 74% estaba vivo y sin enfermedad y sin tratamiento adicional. Un 26% de los hombres presentó una recidiva tumoral después de 2 a 24 meses y tres fallecieron. Entre los 27 individuos que sufrieron una recaída, el 19% había tenido niños (uno antes y cuatro después del tratamiento por la recidiva). Entre los 19 sobrevivientes, 13 intentaron tener descendencia, y seis pacientes no lo intentaron, a pesar que no se registró paternidad exitosa en ningún caso durante los 10 años de seguimiento. Entre los 78 pacientes que no recidivaron, 13 no tuvieron oportunidad de fertilización por causas médicas distintas (vasectomía, segundo cáncer testicular, azospermia persistente y ausencia congénita del conducto deferente). Tres pacientes estuvieron en celibato y 5 en programas de planificación familiar. Entre los 65 pacientes restantes, 43 intentaron la paternidad y el 55% lo consiguió. Ventidos sujetos no lo intentaron a pesar de ser sexualmente activos. Ocho individuos tuvieron niños antes de la orquiectomía. La mayoría de los nacimientos se produjo dentro de los 5 años de observación, aunque se registraron casos de paternidad hasta 9 años después de la orquiectomía.El estudio demuestra, según los autores, que entre los pacientes con tumores de células germinales, no seminomas en estadio I, tratados quirúrgicamente y sometidos a un programa de observación intensivo durante más de 10 años, el 39% (41 de los 105) de todos los sujetos y 45% (41 de 92) de los hombres presuntamente fértiles tuvieron paternidad exitosa. Entre las 63 parejas sin infertilifdad femenina que intentaron concebir, 41 (65%) tuvieron éxito. Esto incluye 35 (81%) de embarazos entre los 43 pacientes que no presentaron recaída del tumor testicular y que intentaron concebir.Los individuos que permanecen libres de enfermedad tienen fertilidad potencial significativa. El tratamiento influyó en forma desfavorable en la mayoría de los 27 pacientes que recidivaron. Los autores compararon los resultados de este estudio con el del grupo de Indiana, que analizó este aspecto entre hombres sometidos a RPLND con respeto neurológico. Las dos series se estratificaron según el número de pacientes estudiados, el total de embarazos antes y después del tratamiento, el número de hombres con fertilidad potencial y según el número de sujetos que intentó la paternidad después del tratamiento. Según los autores las dificultades en la interpretación del estudio del grupo Indiana derivaron de la ausencia de información acerca de la edad, de la duración del seguimiento y del número de recaídas que requirieron tratamiento adicional que pudo haber afectado la fertilidad. Sin embargo, este tipo de procedimiento quirúrgico se asoció con la presencia de semen normal en el 75% de los participantes después de la cirugía y el 76% registró paternidad, a diferencais del 65% que intentó el embarazo durante el programa de observación. La diferencia es explicada por los autores, por el mayor número de recaídas retroperitoneales y el tratamiento instituido. Según los autores, la vigilancia parece ser una opción válida para hombres con este tipo de tumores, debido fundamentalmente a que la mejor selección de los pacientes podría disminuir el índice de recaída entre 5 y 10%. El estudio parece demostrar que 65% y quizás hasta un 80% de los hombres pueden esperar una evolución favorable en cuanto a fertilidad y paternidad durante la observación, si es que así lo desean.Los resultados del estudio claramente demuestran que la mayoría de los sujetos con tumores testiculares, no seminomas, que están bajo intensa vigialncia y observación después de la orquiectomía, continúan siendo fértiles y pueden llevar a cabo la paternidad en forma satisfactoria. Si bien el índice de éxito del estudio presente es algo menor al observado en el estudio del grupo Indiana, en donde los pacientes fueron sometidos a RPLND con respeto neurológico, los autores atribuyen la diferencia a que un número mayor de pacientes recayó durante la observación, requirió tratamiento adicional y esto pudo haber modificado las posibilidades de concepción.