la enfermedad coronaria (E en la mujer, en el sentido de que cuando una mujer se interna por infarto agudo de miocardio (IAM) o angina inestable o estable se la somete a menos procedimientos diagnósticos (angiocoronariografías) y terapéuticos (angioplastias o cirugías de bypass ).Desde los estudios de Framingham se sabe que existe una clara diferencia tanto en la incidencia como en la mortalidad por EC. En el varón ambas pendientes crecen desde los 35 años, pero en la mujer, en cambio, la curva de ambas es más pronunciada a partir de los 60 años y se junta con la del varón luego de los 75.La EC en la mujer se presenta como angina de pecho más frecuentemente que en el varón (65% vs. 35%) y menos mujeres que hombres padecen IAM como primera manifestación clínica (29% vs. 43%). Esta discrepancia nos permite afirmar que la coronariopatía es también patrimonio de la mujer y necesita de nuestra mayor atención. Los factores de riesgo (FR) son ampliamente conocidos y similares a los del hombre, con algunas variables interrelacionadas que tienen mayor impacto en el sexo femenino: diabetes, bajos niveles de HDL y triglicéridos altos.