insulinodependiente (DMI. Esto es debido, por una parte, al mejor conocimiento de la fisiopatología de la diabetes y su impacto sobre la gestación, y por otra parte, a las mejoras en los recursos para el manejo prenatal de las embarazadas diabéticas. Por esta causa, el papel del obstetra que debe tratar con embarazos de mujeres diabéticas durante la década del \'90 no debería ser solamente el de «hacer lo posible» sino también el de disminuir tanto como sea posible la incidencia de complicaciones maternas y fetales asociadas con DMID.Nosotros llevamos a cabo una investigación para evaluar las relaciones entre resultados perinatales, perfiles glucémicos diarios y niveles de glucosa a lo largo del embarazo en un grupo de mujeres con DMID. En particular, estudiamos 31 embarazadas diabéticas en nuestra Unidad de Embarazo de Alto Riesgo y, sobre la base de los resultados perinatales, las pacientes fueron divididas en 2 grupos: grupo I, con resultados óptimos (n=20) y grupo II, con resultados no óptimos, en el cual se presentó por lo menos 1 complicación neonatal (n=11).Los niveles de glucosa promedio del grupo I fueron significativamente menores que los de grupo II. A partir del primer trimestre de la gestación, el grupo I exhibió valores glucémicos matutinos, vespertinos y nocturnos significativamente más bajos que los del grupo II, aunque ambos demostraron amplias fluctuaciones en los perfiles glucémicos diarios. En el segundo trimestre, se mantuvieron las diferencias significativas en los niveles de glucosa entre ambos grupos, pero el análisis de los perfiles glucémicos permitió observar un ritmo diario con hipoglucemia nocturna relativa y fluctuaciones menos marcadas. Por lo contrario, durante el tercer trimestre los 2 grupos no demostraron diferencias significativas en el ritmo diario de los valores de glucosa sanguínea ni en las glucemias matutinas, vespertinas y nocturnas.A diferencia de otros estudios, nosotros decidimos concentrarnos en los resultados perinatales más que sobre el mero control glucémico y demostramos que los resultados óptimos se asociaron con los controles metabólicos más estrictos, es decir, con menores valores glucémicos maternos.La macrosomía fetal es una complicación bien conocida de las diabéticas embarazadas y su incidencia es relevante en la mayoría de los estudios aunque los niveles glucémicos durante la gestación se aproximen a la normalidad. En una investigación posterior, nosotros documentamos que no es suficiente lograr niveles de glucemia estrechamente próximos a la normalidad para evitar la alteraciones del crecimiento fetal sino que sólo los 7É3 valores de glucosa absolutamente normales (niveles promedio de glucemia diaria iguales o menores de 95 mg/dl) en el segundo trimestre pueden lograr estos resultados.En nuestros estudios sobre embarazos en mujeres con DMID, informamos acerca de Todas las pacientes demostraron un alto grado de aceptación, dado que comprendieron la importancia del control metabólico estricto y por lo tanto convinieron en realizar perfiles glucémicos diarios consistentes en determinaciones de glucosa en sangre capilar cada 2 horas. Los cuidados prenatales fueron provistos por médicos con experiencia específica en el campo de la embarazada diabética.