ellos, arabionsido de citocina (ARA-; junto con la mielosupresión, 5 experimentaron fiebre, complicaciones infecciosas, síntomas del tracto gastrointestinal y severas mialgias. Creatinquinsa sérica (CK), pruebas de función hepática y una biopsia para microscopia de luz del músculo cuádriceps se ejecutaron en todos ellos. Entre 10 a 17 días después de haber recibido la quimioterapia, 5 pacientes (4 mujeres y 1 hombre) con leucemia linfoblástica aguda desarrollaron mialgias incapacitantes en el cuello, brazos y piernas. La CK y la alanin y aspartato aminotransferasa incrementaron, en 4 de estos pacientes, 5 a 24 veces sus niveles normales, y la biopsia de músculo mostró RML focal en los 5. Las mialgias se autolimitaron y duraron entre 4 a 10 días. Además de la quimioterapia, se encontraron otros factores reconocidos capaces de producir RNL, tales como sepsis, ingesta de otras medicaciones y deshidratación.En conclusión, las mialgias fueron producidas por RML focal provocada, probablemente, por una combinación de factores, en particular la quimioterapia junto con la deshidratación debida a complicaciones gastrointestinales, infecciones y el uso de diversos antibióticos. Cabe destacar la naturaleza endémica de este hallazgo en un corto período de tiempo.Debemos tener en cuenta que la frecuencia de rabdomiólisis asociada a tumores y a leucemia en particular es un hecho excepcional.1 La indicación de inmunosupresión en pacientes con LA, en especial de ARA-C, se asocia con la aparición de mialgias intensas, sin que se pudiera definir la causa de ellas.2Nuestro reporte muestra que las mialgias que presentan estos pacientes representan la manifestación de una RML focal. Esta RML se desarrolló cuando el paciente cursaba con los efectos intensos de mielosupresión y, aunque se asoció a otros eventos capaces de desarrollar RML (como infeciones, deshidratación y drogas),3 llama la atención que ésta se presentó junto con la administración de un lote determinado de ARA-C, dado que desde entonces a la fecha no se han vuelto a presentar casos similares en nuestro Departamento de Hematología. No obstante, se continúan aplicando ciclos de quimioterapia intensa en los que se incluye ARA-C. Lo anterior sugiere que el medicamento en sí, o algún contaminante presente en él, pudo haber sido responsable, con 7É3 carácter endémico, del desarrollo de la RML aquí mostrada.Bibliografía 1. Morales-Polanco M, Jiménez-Balderas FJ, Butrón L, Gutierrez L, Paredes-Gonzalez L. «Rhabdomyolysis in patients with acute lymphoblastic leukemia», Arch Med Res 1997;28:377-381.2. Storti E. «Generalized hemorrhagic» Gabow PA, Kaehny WD, Kelleher SP. «The spectrum of rhabdomyolysis», Medicine (Baltimore) 1982;61:141.3. Stentoft J. «The toxicity of cytarabine», Drug Saf 1990;5:7.