La Terapia Electroconvulsiva (TE puede ser un tratamiento electivo ya que ha demostrado ser la opción terapéutica más segura y eficaz en el tratamiento de los trastornos psiquiátricos graves durante el embarazo, particularmente en la depresión. Aun así, se han descrito varias posibles complicaciones, aunque todas ellas sean poco prevalentes: dolor abdominal difuso y parto prematuro quizá sean las más frecuentes, pero cabe considerar que el parto prematuro, en muchas ocasiones, es el resultado de un consenso entre el obstetra y el psiquiatra por el que se decide finalizar la gestación.No existen efectos maternos ni fetales destacables durante la práctica de la TEC. Unicamente una ligera hipertensión materna, fácilmente corregible por el anestesista. La única contraindicación absoluta es la hipertensión endocraneal. Contraindicaciones relativas son: preeclampsia, gestación múltiple y polihidramnios; situaciones en las que debe establecerse un consenso multidisciplinario entre el psiquiatra, el obstetra, el anestesista y el pediatra. Por este motivo, la TEC en la embarazada debería limitarse a aquellos centros hospitalarios donde se pueda aportar este nivel de asistencia.Las patologías que más se benefician del uso de la TEC son las que mejores resultados obtienen en situación no gestacional: depresión endógena con inhibición psicomotriz, síndromes catatoniformes, síndromes psicóticos con componente afectivo, etc. En la gestación, la ideación suicida estructurada en el contexto de un síndrome depresivo pasa a ser una indicación primaria de TEC.En definitiva, la asistencia a la embarazada con trastorno mental grave debe protocolizarse mediante un programa de tratamiento multidisciplinario.