El autor dela entrevista, Dr. Johannes Bitzer, brinda información completa y enriquecedora acerca de los métodos anticonceptivos; señalando todos los factores que implican y abarcan el uso de los mismos, ya sean de índole física, psicológica, social y cultural.
Es primordial, en el área de salud y la educación, concientizar, fomentar y aplicar planes informativo/psicoeducativos sobre la sexualidad. Se pretende que la persona practique su sexualidad de manera plena y gratificante, no solo con la finalidad de procrear. Sin embargo, si la sexualidad se practica sin estar consciente de la posibilidad de las enfermedades de transmisión sexual y de los embarazos no deseados, puede ser realmente contraproducente para la salud física y psicológica de la persona. Por ejemplo, los embarazos no deseados conllevan a
diversas repercusiones, una es que pueden crearse familias desestructuradas. Y, desde el punto de vista psicológico, esto implica la posibilidad de que el niño presente alteraciones de tipo emocional ante el rechazo de los padres.
En el caso de adquirir algún tipo de enfermedad sexual, se generarán cambios en el estado de salud física con las repercusiones de padecer enfermedades crónicas, las cuales tienen gran estigma y muchas veces rechazo social; afectando en gran medida en su salud mental.
El autor menciona, oportunamente, los diversos factores que intervienen ante la dificultad de lograr la planificación familiar. Considero que la planificación familiar puede, desde un punto de vista individual, permitir a la persona (antes de que tenga un hijo) disfrutar de la relación de pareja y poseer mayor estabilidad emocional y financiera. Es decir, se hayan logrado conocer, compartir en pareja, mantener una relación estable y madura; que conlleve a la capacidad y decisión de cumplir con el rol paterno para formar una familia, teniendo en cuenta los cambios que se van a producir con el nacimiento y crianza de los hijos. Para ello, se requiere no solamente el deseo, también tener una estabilidad que va desde lo psicológico/emocional hasta lo económico/habitacional. A eso se suma la cantidad de hijos que se deseen tener, así como la proyección de conformar una familia corta o extendida.
Es primordial reflexionar los efectos de tener un hijo deseado o no deseado, ya que va a tener un impacto tanto en los padres como en los hijos. En el caso del hijo, eso afectará en su vida desde la concepción hasta la adultez. Así mismo, en las relaciones y dinámicas que se establecerán entre los miembros de la familia. Por eso, es primordial divulgar la importancia de concientizar la planificación familiar, para tener una salud física y mental mucho más sana tanto individual, familiar y social.
Pero por más educación que se le trate de ofrecer a las personas, referente a los métodos anticonceptivos, existen muchos prejuicios ante los mismos. Hay personas que no tienen acceso para adquirirlos, pero hay otros aspectos que intervienen, de carácter ideológico: la receptividad y disposición que puede tener la persona, para el uso de los métodos anticonceptivos, lo cual no está ni siquiera determinado por la edad ni el nivel de instrucción que puede poseer. También el cumplimiento de los requerimientos y cuidados que implican ciertos métodos y sus efectos secundarios.
Hay personas que tienen desconocimiento de los métodos existentes, de su uso y acceso a los mismos. No tienen a una persona que les informen de la existencia, adquisición y el uso pertinente.Este tipo de temas deben considerarse dentro de las necesidades de la salud pública. Es necesario concientizar la importancia de la psicoeducación dentro del área sexual, que abarca la importancia del uso de los métodos anticonceptivos, enmarcado en la salud y bienestar personal. Así se logrará obtener una mejor calidad de vida y darle más sentido a lo que implica la sexualidad y la procreación. Se pretende que al ofrecer mayor educación sexual desde edades tempranas en la escuela y hogar, se tendrán un incremento de recursos que permitan generar la concientización de ejercer el sexo seguro, establecer relaciones de pareja sanas y la planificación familiar. Sin tantos tabúes, más bien ver la sexualidad como parte importante y necesaria en la vida del ser humano, enmarcada con el disfrute y placer, pero que para ejercer la misma, haya madurez y responsabilidad.
Conocer y lograr elegir el método anticonceptivo más conveniente de acuerdo a las necesidades y expectativas de cada persona, será una gran contribución para adquirir bienestar de manera individual y en pareja.Igualmente,tener conocimiento de los posibles efectos secundarios que produce el uso del método seleccionado.Ciertamente, los factores de riesgo y beneficios son importantes, sin dejar de mencionar el costo (desde diferentes puntos de vista) en todo lo que implica el uso de los métodos anticonceptivos.
Es interesante mencionar que la edad en el uso de los métodos anticonceptivos, pueden tener una connotación relevante, por ejemplo, el adolescente desea conocer y mantener relaciones sexuales; muchas veces sin usar ningún método anticonceptivo. Por estar en esa etapa, su pensamiento es creer que no le va a pasar, a los demás son a quienes les ocurre. Situación que no es así, nadie se encuentra exento de nada.
Por lo antes mencionado, es importante diseñar, implementar y ejecutar información psicoeducativa de diversas maneras tanto en centros educativos, hospitales/clínicas, medios de comunicación, entre otras. Lo que se pretende no es solamente que se tenga acceso y se adquiera el conocimiento, sino también que se lleve a la práctica. El proceso de aprendizaje consiste en la teoría llevada a la praxis diaria.
Evidentemente, uno de los grandes beneficios de confiar en el médico tratante, es que va a conllevar un alivio y mejoría desde lo físico hasta emocional. El sentir confianza y decirle las dolencias físicas, que tienen repercusión psíquica, ayudará al paciente a sentirse seguro de los tratamientos y las indicaciones que le están asignando. Es una relación que se hará presente en la prevención, diagnóstico, adherencia al tratamiento y sanación. En particular en el área de la sexualidad, que son temas cargados de muchas connotaciones simbólicas, representacionales, tabúes, prejuicios, entre otros. Es fundamental generar políticas de salud, dentro de los centros educativos, como prevención primaria, para que los niños reciban educación sexual desde edades tempranas y de acuerdo a su edad. Eso permitirá tener salud sexual, que no es solo genitalidad; y, en su adultez, lograr disfrutar de la sexualidad con responsabilidad y, dado el caso, conformar una familia con mucha más madurez. En la sexualidad interviene lo aprendido en el hogar, la familia, la escuela y el contexto social/cultural en el cual viva la persona.
En todo lo expuesto predominan las representaciones sociales que se tienen, referente a la salud, enfermedad, sexualidad, sexo y el uso de los métodos anticonceptivos, los cuales tendrán un papel fundamental en el ejercicio de la misma desde la infancia hasta la vejez. Es importante que las personas aprendan a adquirir estrategias de autocuidado desde lo físico hasta lo emocional. Tener un sexo seguro permite disfrutar de la sexualidad de manera mucho más gratificante y plena.
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