Informes comentados


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Informe
Resumen SIIC
D Nunan
Institución: University of Oxford,
Oxford Reino Unido

Efectos de la Actividad Física en el Síndrome de Intestino Irritable
Si bien la actividad física (AF) suele incluirse en diversas guías de práctica clínica para el tratamiento del síndrome de intestino irritable, la evidencia global no es concluyente. Los resultados de la presente revisión Cochrane sugieren que en estos pacientes, la realización de AF podría mejorar los síntomas globales, aunque no mejoraría la calidad de vida ni el dolor abdominal.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/172206


Comentario
Autor del comentario
Juan José García Villarroel 
Universidad Privada Abierta Latinoamericana, Cochabamba, Bolivia


El síndrome de intestino irritable (SII) es una patología funcional del sistema digestivo que afecta una parte significativa de la población. A pesar de no tener una etiología clara, se sabe que múltiples factores fisiológicos y psicológicos intervienen en su desarrollo. El SII se caracteriza por síntomas recurrentes de dolor abdominal, distensión, diarrea, estreñimiento, o una combinación de estos. Se trata de una disfunción en la motilidad intestinal, una hipersensibilidad visceral y una alteración en el eje cerebro intestino, lo cual genera una experiencia subjetiva de malestar que varía en severidad y frecuencia según el paciente.
La actividad física ha sido propuesta como una intervención no farmacológica potencialmente útil para el manejo del SII. Sin embargo, es importante analizar de manera crítica los efectos
que tiene el ejercicio sobre el sistema gastrointestinal, así como los mecanismos subyacentes que podrían justificar la relación entre actividad física y la mejora de los síntomas del SII. El resumen objetivo Efectos de la Actividad Física en el Síndrome de Intestino Irritable sugiere que el ejercicio moderado y regular tiene un impacto positivo sobre la motilidad intestinal, la respuesta inmunitaria y el estado psicológico, todos ellos factores que juegan un papel fundamental en la fisiopatología del SII.
Se espera que un ejercicio físico module la actividad del sistema nervioso autónomo, particularmente el tono parasimpático, el cual regula las funciones digestivas. La estimulación de la actividad parasimpática durante y después del ejercicio puede mejorar la motilidad intestinal y reducir los síntomas de estreñimiento, que son comunes en pacientes con SII de tipo estreñimiento predominante. Además, el ejercicio tiene la capacidad de reducir la hipersensibilidad visceral, mediante la modulación de la percepción del dolor a través de mecanismos relacionados con la liberación de endorfinas y otros neurotransmisores. Estos mecanismos explican en parte por qué los pacientes que realizan ejercicio físico regularmente reportan una disminución en la severidad del dolor abdominal y otros síntomas asociados al SII.
Por otro lado, el eje cerebro intestino, un sistema de comunicación bidireccional que involucra tanto a las vías nerviosas como a los sistemas endocrino e inmunológico, juega un papel central en la fisiopatología del SII. Se ha propuesto que el ejercicio físico tiene la capacidad de modular este eje al reducir el estrés y mejorar la salud mental, dos factores que exacerban los síntomas del SII. El estrés crónico activa el sistema nervioso simpático y el eje hipotalámico hipofisario adrenal, lo que conduce a una liberación prolongada de hormonas del estrés, como el cortisol, que afecta negativamente la motilidad intestinal y aumenta la sensibilidad visceral. La actividad física, al reducir los niveles de estrés, podría contrarrestar este efecto, mejorando así la función intestinal y reduciendo la percepción del dolor.
En cuanto a la microbiota intestinal, la evidencia sugiere que la actividad física puede influir en la composición y diversidad del microbioma intestinal. Los estudios han demostrado que el ejercicio regular aumenta la abundancia de bacterias beneficiosas, como las que producen ácidos grasos de cadena corta, los cuales son esenciales para la salud del intestino. Dado que los desequilibrios en la microbiota están asociados con la inflamación de bajo grado y la disfunción de la barrera intestinal en el SII, la modulación positiva del microbioma a través del ejercicio podría contribuir a la mejora de los síntomas gastrointestinales. Aunque los estudios sobre el impacto directo del ejercicio en la microbiota de pacientes con SII son limitados, la evidencia en modelos animales y estudios en humanos sanos respalda la hipótesis de que el ejercicio tiene efectos beneficiosos sobre la salud intestinal a través de la regulación de la microbiota.
No obstante, no todas las formas de ejercicio son igualmente beneficiosas para los pacientes con SII. Es crucial diferenciar entre el ejercicio moderado y el ejercicio intenso. El ejercicio de alta intensidad, como correr maratones o realizar entrenamientos extenuantes, puede aumentar los niveles de estrés fisiológico, lo que puede llevar a una exacerbación de los síntomas del SII en algunos pacientes. El ejercicio intenso activa de manera pronunciada el sistema nervioso simpático, lo que puede alterar la motilidad intestinal, aumentar la permeabilidad intestinal y desencadenar la liberación de mediadores inflamatorios que empeoran los síntomas gastrointestinales. Por esta razón, se recomienda que los pacientes con SII opten por ejercicios de intensidad moderada, como caminar, nadar o practicar yoga, que han demostrado tener un efecto más favorable sobre la motilidad intestinal y el bienestar general.
Otro aspecto clave en el que el ejercicio físico podría influir es en la inflamación de bajo grado que se ha observado en algunos pacientes con SII. Aunque el SII no es una enfermedad inflamatoria en el sentido clásico, se ha detectado una leve activación del sistema inmunológico en algunos casos, lo que sugiere que la inflamación podría jugar un papel en la fisiopatología de esta enfermedad. El ejercicio moderado tiene un efecto antinflamatorio sistémico, ya que reduce la liberación de citocinas proinflamatorias y aumenta la producción de citocinas antinflamatorias, lo que podría tener un impacto beneficioso en los pacientes con SII que presentan un componente inflamatorio subyacente.
A pesar de los beneficios potenciales del ejercicio físico en el manejo del SII, es fundamental tener en cuenta las características individuales de cada paciente. La heterogeneidad del SII, que incluye subtipos basados en la predominancia de diarrea, estreñimiento o una combinación de ambos, implica que no todos los pacientes responderán de la misma manera a la intervención con ejercicio físico. Además, la capacidad física y el estado de salud general del paciente deben ser considerados al diseñar un régimen de ejercicio, ya que aquellos con un bajo nivel de condición física o con comorbilidades podrían requerir un enfoque más gradual y supervisado.
Los estudios clínicos que han evaluado la efectividad del ejercicio físico en el manejo del SII presentan ciertas limitaciones que deben ser abordadas en investigaciones futuras. La heterogeneidad de los ensayos, en cuanto a la duración, intensidad y tipo de ejercicio evaluado, así como la variabilidad en las medidas de resultado, dificulta la comparación directa entre estudios y la formulación de recomendaciones universales. Además, muchos estudios no reportan de manera exhaustiva los efectos adversos del ejercicio, lo que representa una limitación importante, ya que es crucial garantizar que las intervenciones sean seguras para los pacientes con SII. Por lo tanto, es necesario realizar ensayos clínicos bien diseñados que incluyan un mayor número de participantes y que controlen adecuadamente las variables confusas, como la dieta y el nivel basal de estrés, para obtener resultados más concluyentes.
A nivel práctico, los profesionales de la salud, incluidos los fisiólogos, deben adoptar un enfoque individualizado y multidisciplinario en el manejo del SII, que combine la actividad física con otras intervenciones, como la modificación dietética y el manejo del estrés. La actividad física no debe considerarse una intervención aislada, sino una parte complementaria de un plan de tratamiento integral. Además, es fundamental monitorear de cerca la respuesta del paciente al ejercicio para ajustar el régimen en función de sus necesidades y capacidades.
Si vemos un punto de vista fisiológico, la actividad física tiene el potencial de ser una intervención útil en el manejo del síndrome de intestino irritable. Los mecanismos subyacentes incluyen la mejora de la motilidad intestinal, la modulación del eje cerebro intestino, la reducción de la hipersensibilidad visceral y la mejora del estado psicológico general. Sin embargo, es crucial adaptar el tipo e intensidad del ejercicio a las características individuales del paciente y considerar el ejercicio como parte de un enfoque terapéutico multidisciplinario. A medida que avance la investigación, será posible optimizar las recomendaciones y desarrollar estrategias de intervención más precisas y personalizadas para los pacientes con SII.
Copyright © SIC, 2024

Palabras Clave
actividad física, tratamiento, síndrome de intestino irritable
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
R Loomba
Institución: University of California at San Diego,
la Jolla EE.UU.

Semaglutida Semanal en Pacientes con Cirrosis Relacionada con Esteatohepatitis no Alcohólica
En pacientes con cirrosis asociada con esteatohepatitis no alcohólica, el tratamiento con semaglutida no parece asociarse con mejoras significativas de la fibrosis. El tratamiento se tolera bien.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173411


Comentario
Autor del comentario
Sebastián Alberto Brescia 
Médico Diabetólogo, Hospital Seccional Eduardo Canosa, Puerto Santa Cruz, Argentina


El tratamiento integral de pacientes con diabetes tipo 2 implica abordar múltiples factores, como la hiperglucemia, la hipertensión arterial, la obesidad y la dislipemia.1 En los últimos años, las investigaciones se han centrado en el desarrollo de medicamentos seguros y bien tolerados capaces de tratar condiciones de riesgo asociadas con la diabetes, como enfermedades renales y cardiovasculares1. En este contexto, los agonistas del receptor de péptido similar al glucagón 1 (AR-GLP1) han sido objeto de una atención significativa. Estos agentes farmacológicos, derivados de extractos intestinales, han demostrado efectos beneficiosos en la regulación de la glucosa, la salud hepática y la reducción de los riesgos cardiovasculares.2
El concepto del "fenómeno incretina", que describe una mayor respuesta de insulina a la glucosa oral en comparación con
su administración intravenosa, se introdujo en 1965.3 En el final del siglo XX, se identificaron GLP1 y GIP (péptido insulinotrópico dependiente de glucosa) como las incretinas responsables de este efecto4 y se postularon las hipótesis acerca del rol en la fisiopatogenia de la diabetes 2.5 Los estudios se centraron principalmente en GLP1 y sus efectos en varios órganos, incluyendo el páncreas, el hígado y el tejido adiposo.6
A medida que se profundizaba en la investigación, se descubrió que los agonistas GLP1 no solo desempeñaban un papel importante en la regulación de la glucosa, sino que también estaban asociados con la reducción de los niveles de lípidos en sangre y la disminución de la acumulación de grasa en el hígado. Además, ejercían un efecto hepatoprotector al reducir el estrés oxidativo, lo que generó un gran interés en su potencial para abordar condiciones relacionadas con la diabetes y la enfermedad hepática.
Un estudio reciente, liderado por Loomba y col., se centró en la aplicación del agonista GLP1 semaglutida en pacientes que padecen esteatohepatitis no alcohólica (NASH) y cirrosis compensada.7 La NAFLD, caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado en ausencia de consumo de alcohol, está estrechamente vinculada con la obesidad, la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, la hipertensión y la dislipemia.8 La NASH, una etapa avanzada de esta enfermedad, puede progresar hacia la cirrosis8. La prevalencia de la NASH está estrechamente asociada con la obesidad y la diabetes tipo 2, lo que subraya la importancia de considerar los agonistas GLP1 debido a su mecanismo de acción y efectos en diversos órganos que influyen en el desarrollo de la NAFLD y su progresión hacia la NASH.
Este enfoque terapéutico basado en la fisiopatología de la diabetes también ha llevado a la consideración de otros fármacos, como los inhibidores del co-transportador de sodio glucosa 2 (iSGLT2), que inicialmente se estudiaron en pacientes con diabetes, pero que han demostrado ser útiles en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca en individuos no diabéticos.
Un metaanálisis de 2021 que incorporó 9 estudios en pacientes con diabetes tipo 2 y NAFLD comparó AR-GLP1 con los tratamientos estándar, metformina o insulina. Este metaanálisis mostró reducciones en las enzimas hepáticas, la grasa hepática, la hemoglobina A1c y el peso corporal, lo que podría contribuir a reducir la inflamación hepática y disminuir la NASH. No obstante, es importante destacar la necesidad de realizar estudios aleatorizados que incluyan biopsias hepáticas o elastografía antes y después de la intervención con AR-GLP1.9 Otro metaanálisis, que involucró 9 estudios con un total de 1,482 pacientes, comparó AR-GLP1 con pioglitazona y vitamina E, y demostró mejoras histológicas en el hígado, incluyendo una reducción de la inflamación y la fibrosis. Estos hallazgos resaltan el potencial de los AR-GLP1 como terapia complementaria en la NAFLD y NASH.10
El estudio actual no reveló cambios significativos en la histología hepática, como mejoras en la fibrosis o la resolución de la NASH, con una dosis de 2,4 mg de semaglutida. Sin embargo, no se observaron preocupaciones adicionales en cuanto a seguridad y tolerancia. Además, en pacientes con cirrosis, se observaron mejoras en los parámetros de riesgo cardiovascular, una disminución de los marcadores de actividad de la enfermedad y una reducción de la grasa hepática evaluada mediante resonancia magnética7.
En resumen, los agonistas del receptor de péptido similar al glucagón 1 (AR-GLP1) han demostrado su potencial en el tratamiento de la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) y la enfermedad hepática relacionada con la diabetes. A pesar de que el estudio reciente no mostró mejoras histológicas significativas en pacientes con cirrosis, se observaron beneficios en otros parámetros clínicos y de seguridad. Esto subraya la importancia de continuar investigando y considerando estos fármacos como parte de un enfoque integral para abordar las complicaciones hepáticas en pacientes con diabetes tipo 2.
Copyright © SIIC, 2023 Referencias bibliográficas 1. Elsayed NA, Aleppo G, Aroda VR, Bannuru RR, Brown FM, Bruemmer D, et al. 10. Cardiovascular Disease and Risk Management: Standards of Care in Diabetes—2023. Diabetes Care. 2023;46:158–190. 2. Moore B, Edie ES, Abram JH. On the treatment of Diabetus mellitus by acid extract of Duodenal Mucous Membrane . Biochem J. 1906;1(1):28–38. 3. Marks V, Samols E. Intestinal factors in the regulation of insulin secretion. Adv Metab Disord. 1970;4:1–38. 4. Drucker DJ. The biology of incretin hormones. Cell Metab. 2006;3:153–65. 5. Nauck M, Stöckmann F, Ebert R, Creutzfeldt W. Reduced incretin effect in Type 2 (non-insulin-dependent) diabetes. Diabetologia. 1986;29:46–52. 6. Mather K. Extrapancreatic effects of GLP-1 and other incretins. Rev Endocr Metab Disord. 2014;15:169. 7. Loomba R, Abdelmalek MF, Armstrong MJ, Jara M, Kjær MS, Krarup N, et al. Semaglutide 2·4 mg once weekly in patients with non-alcoholic steatohepatitis-related cirrhosis: a randomised, placebo-controlled phase 2 trial. Lancet Gastroenterol Hepatol. 2023;8:511–22. 8. Han SK, Baik SK, Kim MY. Non-alcoholic fatty liver disease: Definition and subtypes. Clin Mol Hepatol. 2023;29:S5–16. 9. Ghosal S, Datta D, Sinha B. A meta-analysis of the effects of glucagon-like-peptide 1 receptor agonist (GLP1-RA) in nonalcoholic fatty liver disease (NAFLD) with type 2 diabetes (T2D). Sci Rep. 2021;11:1–8. 10. Harnois DM. Pioglitazone, Vitamin E, or Placebo for Nonalcoholic Steatohepatitis. Yearb Gastroenterol. 2010;2010:249–50.

Palabras Clave
semaglutida, una vez por semana, cirrosis relacionada con esteatohepatitis no alcohólica
Especialidades
G.gif   MI.gif         AO.gif   AP.gif   Bq.gif   C.gif   DB.gif   DL.gif   EdM.gif   EM.gif   Ep.gif   F.gif   Ge.gif   MF.gif   Mfa.gif   Nu.gif   T.gif   
Informe
Resumen SIIC
D Zhang
Institución: Third Xiangya Hospital of Central South University,
Changsha China

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal Sigue Siendo una Carga Importante para la Salud Pública
En 2019 hubo casi cinco millones de casos de enfermedad inflamatoria intestinal en todo el mundo. La prevalencia de esta enfermedad en los países recientemente industrializados se está acercando rápidamente a la de los países occidentales.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173027


Comentario
Autor del comentario
Liliana Sarahí Salas Franco 
Docente-Investigador, Universidad Autónoma de Guerrero, Guerrero, México


La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), puede ser una carga económica y social,1 para la salud pública debido al creciente número de casos y defunciones. Aunque la tasa de prevalencia estandarizada por edad ha aumentado con rapidez en los países que se industrializaron hace poco, especialmente en Asia oriental, la incidencia se ha estabilizado o incluso ha disminuido en los países occidentales, como los de América del Norte de altos ingresos. La prevalencia de la EII en los países recientemente industrializados se ha reportado la misma tendencia al alza con países occidentales.2,3 La colitis ulcerosa crónica idiopática (CUCI) y la enfermedad de Crohn (EC) son dos de las principales formas de la EII.4,5 En México no existe información sistematizada para monitorizar la carga de
la EII. Un estudio realizado en 2015, con la base de datos del Sistema Nacional de Salud codificados por CIE-10: K50 y K51, estimaron la carga de enfermedad de la EII en México. Los resultados fueron 9.953 casos de EC y 33.060 casos atendidos fue CUCI (ICD-10: K50 y K51). La prevalencia para EC en hombres fue de 8.4, 8.1 para mujeres; CUCI, 27.7 para mujeres y 26.9 para hombres. Los pacientes =  50  años representaron el 35,1% del total. Los casos hospitalizados con enfermedad de Crohn 1.097 (0,91). Los pacientes =  50  años representaron el 43,7% del total; colitis ulcerosa crónica idiopática 5.345 (4,42). Los enfermos =  50 años representaron el 47,6% del total. Las defunciones fueron (tasa de muertes específicas): en enfermedad de Crohn: mujeres 32 (0.52), hombres 36 (0.50); colitis ulcerosa crónica idiopática en mujeres 267 (4.31), en hombres 186 (3.15).6 De acuerdo con resultados obtenidos de investigaciones realizadas con diferentes tipos de poblaciones y áreas geográficas, es claro que la EII presenta una tendencia al alza a nivel mundial. En América Latina como una de las regiones con una tendencia al alta de casos, es importante seguir estudiando este tipo de enfermedades poco comunes y con característica de recaídas en los pacientes, que sigue sin conocerse una causa primordial. Es importante realizar una revisión sistemática de estudios epidemiológicos, como el estudio de Zhang, donde analizó una base de datos previa de 204 países en un lapso de 1990-2019. Con la finalidad de ampliar el conocimiento sobre cómo afecta la respuesta inmunológica intestinal en personas mayores de cincuenta años. Así como la asociación de EII y el índice sociodemográfico, en los últimos años la incidencia ha disminuido en países occidentales de alto ingreso.
Se han analizado, tasas de prevalencia por grupo de edad y sexo, aún con la elaboración de registros nacionales, falta incluir elementos de análisis, para desarrollar una metodología que ayude a evaluar y monitorear la enfermedad en un futuro. Esto evitaría a los pacientes necesitar una cirugía o presentar complicaciones. Con respecto a la edad pediátrica, una revisión sistemática, reportó incidencia elevada en Europa y Norteamérica.7 En conclusión, conocer la epidemiología local permitirá conocer la posibilidad de comparar resultados y generar discusiones internacionales, con el claro objetivo de mejorar continuamente las medidas de diagnóstico temprano y tratamientos oportunos a los pacientes.
Copyright © SIIC, 2023 Referencias bibliográficas 1. Fernández-Ávila, D. G., & Dávila-Ruales, V. (2023). Frecuencia de uso y costo del tratamiento biológico para enfermedad inflamatoria intestinal y artropatía asociada a enfermedad inflamatoria intestinal en Colombia durante el año 2019. Revista de Gastroenterología de México.
2. C.N. Bernstein, F. Shanahan. (2008) Disorders of a modernlifestyle: reconcilingtheepidemiology of inflammatoryboweldiseases.Gut., 57, pp. 1185-1191http://dx.doi.org/10.1136/gut.2007.122143 3. K.T. Thia, E.V. Loftus Jr., W.J. Sandborn, S.K. Yang.(2008)Anupdate on theepidemiology of inflammatoryboweldisease in Asia.Am J Gastroenterol, 103, pp. 3167-3182http://dx.doi.org/10.1111/j.1572-0241.2008.02158.x 4. Ungaro, R., Mehandru, S., Allen, P. B., Peyrin-Biroulet, L., &Colombel, J. F. (2017). Colitis ulcerosa. Lancet389(10080), 1756-1770.
5. Joana Torres, S. M. J. C., Mehandru, S., Colombel, J. F., &Peyrin-Biroulet, L. (2017). 6. Yamamoto-Furusho, J. K., Bosques-Padilla, F. J., Charúa-Guindic, L., Cortés-Espinosa, T., Miranda-Cordero, R. M., Saez, A., & Ledesma-Osorio, Y. (2020). Epidemiología, carga de la enfermedad y tendencias de tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal en México. Revista de Gastroenterología de México, 85(3), 246-256.
7. J. Sýkora, R. Pomahacová, M. Kreslová, D. Cvalínová, P. Štych, J. Schwarz. (2018). Current global trends in the incidence of pediatric-onset inflammatory bowel disease. World J Gastroenterol., pp. 2741-2763. http://dx.doi.org/10.3748/wjg.v24.i25.2741

Palabras Clave
carga, enfermedad inflamatoria intestinal, prevalencia, salud pública, análisis sistemático
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
DL Cohen
Institución: Tel Aviv University,
Tel-Aviv Israel

Incidencia de Úlceras Esofágicas
Las úlceras esofágicas tienen una incidencia baja, pero con frecuencia se asocian con una carga de morbilidad y mortalidad significativa. La enfermedad por reflujo gastroesofágico es la principal causa de las úlceras esofágicas.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/169105


Comentario
Autor del comentario
Milena V. Okulik 
Consultorio Privado, Playa del Carmen, México


Las úlceras esofágicas son una entidad muy poco frecuente y rara vez causan sangrado digestivo alto. Entre sus causas se encuentran: úlceras secundarias al reflujo gastroesofágico (la más frecuente), las ocasionadas por medicamentos, seguidas por las de origen infeccioso (micótico, viral), por cáusticos o por cuerpos extraños, radioterapia, neoplasias y otras enfermedades. El reflujo es el paso del contenido gástrico (reflujo ácido) o intestinal (reflujo alcalino) al esófago. Se denomina enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) a cualquier sintomatología o alteración histopatológica resultante de los episodios de reflujo con independencia de la naturaleza del material refluido (ácido, alcalino o gaseoso) según el Consenso de Montreal. Se considera fisiológico cierto grado de reflujo gastroesofágico. Los síntomas relacionados con éste aparecen cuando se excede la tolerancia
del epitelio. La ERGE se produce como consecuencia de un desequilibrio entre los factores agresores (reflujo ácido, potencia del reflujo) y los factores defensivos de la mucosa esofágica (aclaramiento del ácido esofágico, resistencia de la mucosa). Existe mala correlación entre la gravedad del reflujo y sus manifestaciones clínicas. El reflujo suele ser asintomático si no existen complicaciones del mismo (esofagitis, estenosis, entre otros). La pirosis es el síntoma más frecuente, pudiendo aparecer también regurgitación de ácido, dolor torácico, disfagia y odinofagia. Pueden presentarse también, manifestaciones atípicas o extraesofágicas como, por ejemplo tos, laringitis, asma y erosión dental por reflujo, quemazón oral, faringitis, sinusitis, otitis media recurrente y hasta fibrosis pulmonar idiopática. Cuando la clínica es característica de reflujo con pirosis, con o sin regurgitación ácida, el diagnóstico de la ERGE es clínico. Esto justifica el tratamiento empírico con inhibidores de la bomba de protones (IBP). Se debe realizar endoscopía en aquellos pacientes con síntomas sugestivos de una complicación (síntomas de alarma: disfagia, odinofagia, pérdida de peso, anemia, hematemesis o melenas, vómitos recurrentes) y en aquellos que presentan refractariedad al tratamiento empírico. La endoscopia también permite diagnosticar complicaciones como sangrado, estenosis o perforación, además de observar alteraciones anatómicas que predispongan al MIEI (lesión esofágica inducida por medicamentos). La mayoría de las úlceras esofágicas asientan en el tercio distal de dicho órgano. Son pequeñas, únicas, penetrantes y con bordes precisos; no suelen confluir y su curación trae consecuentemente estenosis de la porción esofágica afectada. El estudio: Tratamiento en el Mundo Real de las Úlceras Esofágicas: Análisis de su Presentación, Etiología y Resultados realizado en Tel Aviv por los autores Cohen DL, Bermont A, Shirin H durante el período comprendido entre 2009 y 2020 es un análisis descriptivo retrospectivo en pacientes adultos con úlceras esofágicas diagnosticadas de forma endoscópica, que concurrieron a un centro de atención terciaria en Israel. En este estudio se estudiaron las historias clínicas de 100 pacientes con el objetivo de evaluar de forma sistemática a aquellos que se presentaran con úlceras esofágicas y describir su cuadro clínico, hallazgos endoscópicos, etiologías, tratamientos, complicaciones y resultados. Durante el tiempo de estudio, se identificaron múltiples causantes de las úlceras duodenales, más específicamente 22 etiologías diferentes, siendo las más frecuentes la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y la iatrogénica o relacionada con la ingestión de medicamentos como los AINES. A pesar de tratarse de una entidad poco frecuente, es de vital importancia tenerla en cuenta para un diagnóstico y tratamiento correcto y oportuno, evitando futuras complicaciones, que sí generan una morbilidad y/o mortalidad importantes.
Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
enfermedades del esófago, úlcera, epidemiología, esofagitis péptica, análisis retrospectivo
Especialidades
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