Informes comentados


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Informe
Resumen SIIC
T Véliz Castro.
Institución: Universidad Estatal del Sur de Manabí,
Manabí Ecuador

Dengue en Latinoamérica: Prevalencia, Inmunidad y Factores de Riesgo
El dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos, es un problema creciente en el ámbito de salud pública. Para la presente investigación se analizaron 20 artículos con información para los últimos 10 años. Los países con prevalencia más alta del virus fueron Brasil y República Dominicana. La vacuna se asocia con eficacia de 65%.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/172988


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Autor del comentario
José Trinidad Sánchez-Vega(1) Arnulfo Eduardo Morales-Galicia(2) Ricardo Hernández-López(3)  

(1) Jefe del Laboratorio de Parasitología, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, México
(2) Departamento de Microbiología y Parasitología, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, México
(3) Departamento de Microbiología y Parasitología, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, México


El dengue es una patología viral que representa una preocupación importante para la salud pública en las regiones tropicales y subtropicales del mundo, en la actualidad incluso para regiones con climas templados. Es causada por el virus del dengue (DENV), que pertenece a la familia Flaviviridae y es transmitido por mosquitos del género Aedes, especialmente A.aegypti.
El dengue puede manifestarse de diferentes formas, desde una fiebre leve hasta una grave conocida como fiebre hemorrágica del dengue (FHD). Los síntomas iniciales pueden incluir atas temperaturas, cefalea, artralgias, mialgias, náuseas, vómitos y erupción cutánea. En casos más graves, puede llevar a complicaciones potencialmente mortales, como hemorragia grave, daño en órganos y choque.
El dengue se ha convertido en una amenaza significativa para la salud mundial debido a
su rápida propagación y al aumento de los casos reportados en las últimas décadas. Las condiciones climáticas favorables, la aceleración de transmisión y la movilidad global de personas y mercancías han contribuido a la expansión del alcance geográfico del virus y de susvectores.
Históricamente, el 2019 es el año con mayor número de casos registrados a nivel mundial desde que comenzó el registro por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con el pico de casos en la semana epidemiológica 14. Entre las semanas 1 y 52 de 2022 de acuerdo con datos de la misma organización, en las Américas se registraron 2.811.433 casos de dengue, los países con mayor número de casos fueron Brasil (84.1%), Nicaragua (3.5%), Perú (2.6%), Colombia (2.5%) y México (2.1%). Coincide que, por ejemplo, Brasil, Colombia y México notificaron 3,231 casos de dengue grave. Además, los cuatro serotipos conocidos circulan de manera simultánea en algunos países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua y Venezuela.
El dengue ha sido un importante problema de salud en México y representa una preocupación para las autoridades de salud. México es uno de los países donde la incidencia de dengue ha sido significativa debido a sus zonas de clima tropical y subtropical, que proporciona un ambiente propicio para la reproducción del A. aegypti. A lo largo de los años, México ha experimentado brotes de dengue en diferentes regiones, con fluctuaciones en los casos reportados de año en año. Por ejemplo, para el 2022 se registraron 12.671 casos confirmados, de los cuales el 57% provenían de Sonora, Veracruz, Estado de México, Tabasco y Chiapas. El grupo etario más afectado está comprendido entre los 10 y 14 años de edad. En ese mismo año el serotipo 2 fue el de mayor circulación para nuestra nación.
Como se menciona en el artículo, el cambio climático y el dengue están específicamente relacionados debido a la influencia que el clima tiene en la ecología y el comportamiento del mosquito A.aegypti, principal vector del virus del dengue. El cambio climático es un fenómeno global que afecta a los patrones meteorológicos, las temperaturas y los niveles de precipitación, lo que a su vez impacta en la distribución y expansión de los mosquitos y transmisión de esta y otras arbovirosis como el Zika o Chikungunya.
Las altas temperaturas favorecen el desarrollo y la reproducción del A.aegypti. En climas cálidos, estos pueden completar su ciclo de vida más rápidamente, lo que resulta en aumento en su población y una mayor transmisión activa. El cambio climático puede llevar a cabo cambios en los patrones de lluvia y con ello el índice de pluviosidad lo que puede influir en la disponibilidad de criaderos para los mosquitos. Las lluvias intensas continuas crean condiciones propicias para que los mosquitos se reproduzcan en recipientes de agua estancada, como neumáticos, jarras y macetas, esto asociado a la situación socioeconómica.
Las alteraciones climáticas pueden permitir que los vectores se propaguen a nuevas regiones y áreas más elevadas, por ejemplo, zonas urbanas, ya que las temperaturas antes inhóspitas para ellos ahora se vuelven adecuadas para su supervivencia y reproducción. Esto puede llevar a una mayor propagación del dengue a áreas previamente no afectadas. También las variaciones en el clima pueden afectar el comportamiento de los mosquitos, como sus hábitos de alimentación y reproducción, alterando los patrones de transmisión del virus y la dinámica de la enfermedad en ciertas áreas.
El aumento de las temperaturas y los fenómenos climáticos extremos pueden tener efectos indirectos en la salud humana, por ejemplo, las olas de calor más frecuentes pueden aumentar la exposición de las personas al mosquito, mientras que las inundaciones pueden aumentar los criaderos de mosquitos y la propagación del virus.
Asimismo, las deficiencias económicas en México pueden tener un impacto significativo en la propagación, el control y la prevención del dengue en el país. El acceso limitado a atención médica en algunas regiones puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento oportuno, pudiendo conducir a una mayor propagación del virus y aumentar el riesgo de complicaciones graves. Las limitaciones presupuestarias reducen la disponibilidad de recursos para programas de prevención y educación para la salud, esto puede afectar la implementación de campañas de eliminación de criaderos, la fumigación en áreas de alto riesgo y las actividades de concientización pública sobre medidas preventivas. Las deficiencias en infraestructura sanitaria en áreas desfavorecidas económicamente pueden contribuir a la acumulación de criaderos de mosquitos y la transmisión del dengue, la falta de acceso a agua potable y servicios de drenaje adecuado puede favorecer la presencia de criaderos en hogares y comunidades.
Enfrentar la interacción entre el cambio climático, factores socioeconómicos y el dengue es un desafío complejo que requiere acciones coordinadas a nivel global y local. Las estrategias de prevención y control del dengue deben considerar las condiciones climáticas locales y adaptarse a los posibles cambios futuros. Además, abordar el cambio climático en sí mismo es fundamental para minimizar sus efectos en la transmisión del dengue y otras enfermedades infecciosas.
Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
virus del dengue, epidemiologia, incidencia, mortalidad, Aedes aegypti
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
L Lamerato
Institución: Henry Ford Health System,
Detroit EE.UU.

El Uso de Fremanezumab Reduce los Síntomas de la Migraña
Los datos obtenidos con información del mundo real sobre el uso de fremanezumab muestran una reducción significativa de la frecuencia y el dolor de la cefalea, además de disminución del uso de los recursos sanitarios de los pacientes con migraña.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/169907


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Autor del comentario
Marco Lisicki 
Instituto Conci Carpinella, Córdoba, Argentina




La evidencia que faltaba
Los ensayos clínicos nos permiten conocer la eficacia de un tratamiento o, dicho de otro modo, determinar si puede ser útil contra una enfermedad dadas las condiciones ideales. Para este tipo de estudios, a diferencia de lo que ocurre cotidianamente en nuestros consultorios, los pacientes son seleccionados de manera minuciosa y reciben un seguimiento tan estrecho que sería imposible de implementar en la práctica clínica habitual. Más aún, durante los ensayos clínicos se realizan enormes esfuerzos externos para que los participantes reciban el tratamiento en tiempo y forma, ajustando la prescripción a los estándares óptimos y maximizando la adhesión, algo difícil de lograr en el escenario real. Por ello, en los ensayos clínicos aleatorizados, gran parte de
lo que se gana de rigor científico se pierde de “trasladabilidad” (en otras palabras, la capacidad de extrapolar los resultados del ensayo directamente a la práctica profesional del día a día).
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que los resultados de los ensayos clínicos nos hablan sobre variables relacionadas con una enfermedad, que ayudan a cuantificar su gravedad a lo largo del tiempo, pero no suelen tener en cuenta el impacto asociado sobre los costos en salud que la enfermedad o su tratamiento pueden generar. En el caso de la migraña, como ocurre con otras afecciones, para poder evaluar un tratamiento desde un punto de vista costo-beneficio es fundamental considerar no solamente el efecto clínico de un tratamiento, sino, además, la repercusión que este efecto puede tener sobre distintos indicadores socioeconómicos, como son los costos directos (utilización de recursos sanitarios) e indirectos (como la afectación del desempeño laboral) vinculados con la enfermedad.
Por lo tanto, el complemento fundamental y necesario para todos los ensayos clínicos es el análisis de los efectos del tratamiento en el mundo real. En contraste con lo que ocurre en los estudios controlados, la evidencia en el mundo real nos permite evaluar la efectividad de un tratamiento administrado en condiciones normales a pacientes comunes y, al mismo tiempo, estimar cómo ese tratamiento impacta sobre distintas medidas de salud individual y poblacional. En el estudio titulado Real-worldimpact of fremanezumab on migraine symptoms and resource utilization in the United States, McAllistery colaboradores, de la Universidad de Yale, evaluaron retrospectivamente la evolución de los síntomas relacionados con la migraña y la utilización de recursos sanitarios, en una muestra de pacientes antes y después de iniciar el tratamiento con fremanezumab, un anticuerpo monoclonal contra el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP, calcitonin gene related peptide). Como era de esperar en este tipo de estudios, los pacientes incluidos no fueron “ideales”, sino reales. Muchos (entre un tercio y un cuarto) presentaban comorbilidades, como otros tipos de dolor, enfermedades psiquiátricas, insomnio o afecciones cardiovasculares. Además, los prescriptores no fueron necesariamente médicos especializados en dolor de cabeza, como ocurre en la mayoría de los ensayos, sino que los datos se extrajeron de una base general de registros médicos estadounidense que incluyó mayoritariamente neurólogos, pero también especialistas en medicina familiar, medicina interna, medicina del dolor y otros.
Los resultados del estudio fueron bastante positivos: a pesar de las dificultades para rastrear algunos datos inherentes a este tipo de investigaciones, en el análisis pudo corroborarse que, en el mundo real, tal y como se observó en los ensayos clínicos previos, la mayoría de los pacientes que recibieron fremanezumab tuvieron mejorías significativas en cuanto a los síntomas y la frecuencia de los ataques de migraña. Por otra parte, el estudio demostró que las mejorías observadas estuvieron asociadas con menor tasa de visitas a urgencias y hospitalizaciones, que trajo aparejada una reducción importante de costos en salud.
En síntesis, el estudio de McAllistery col. aporta evidencia en el mundo real que avala la indicación de fremanezumab en pacientes con migraña, ya que mostró que, incluso en condiciones no controladas, este anticuerpo produce una disminución de la frecuencia e intensidad de los ataques de dolor de cabeza, que se traduce en una reducción significativa de la utilización de recursos sanitarios por parte de los pacientes.

Palabras Clave
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
PJ Na
Institución: VA Connecticut Healthcare System,
West Haven EE.UU.

Desipramina y Paroxetina en Pacientes con Trastorno de Abuso de Alcohol y Comorbilidades
En pacientes con trastorno de abuso de alcohol, la paroxetina demostró mejores resultados con respecto al consumo de alcohol en pacientes con trastorno depresivo mayor concurrente, mientras que la desipramina mostró mejores resultados en aquellos con trastorno por estrés postraumático, aun en caso de depresión mayor concurrente.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/170012


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Autor del comentario
Agustina M. Marconi 
University of Wisconsin-Madison, Madison, EE.UU.


El consumo de alcohol es un problema de salud pública a nivel global. En todo el mundo, 3 millones de muertes cada año son consecuencia del consumo excesivo de alcohol. En general, el 5.1 % de la carga mundial de enfermedades y lesiones es atribuible al alcohol, medido en años de vida ajustados en función de la discapacidad (DALYs).1 El trastorno por abuso de alcohol (TAA) es un trastorno muy frecuente en la población general, con un prevalencia de vida de alrededor del 30%.2
Las personas con TAA tienen un control insuficiente sobre su consumo de alcohol y exhiben un patrón de consumo de alcohol crónico, excesivo y, que en muchas ocasiones, va en aumento a pesar de las consecuencias perjudiciales significativas para su
salud en general, la vida de sus familiares y amigos, y para la sociedad en general.3
Por otra parte, se estima que el 25 % de la población mundial son diagnosticados con uno o más trastornos mentales o del comportamiento a lo largo de su vida.4 Entre estos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) encontró una prevalencia de vida del trastorno por estrés postraumático (TEPT) para población general en países de ingresos medianos altos y medianos bajos de 2.3% y 2.1% respectivamente.5 En subgrupos particularmente expuestos a situaciones de potencial stres, como los militares, la prevalencia de vida asciende al 7.7% % al 1.,0 %.6 Respecto de la depresión, estadísticas globales muestran una prevalencia de vida del 5% en adultos.7 En Estados Unidos, por otra parte, asciende a 20.6%.8
La literatura internacional muestra que en los pacientes con depresión y/ o TEPT, el consumo problemático de alcohol co-ocurre.9 Debido a la fuerte evidencia de esta coexistencia, los profesionales de la salud buscan tratamientos farmacológicos efectivos para estas comorbilidades en conjunto. Sin embargo, la evidencia respecto al éxito del tratamiento farmacológico para estas condiciones de salud asociadas es disímil. Una revisión del tratamiento farmacológico para los pacientes con TAA y TEPT realizada en 2014, mostró resultados no concluyentes. Sin embargo, destacó opciones de tratamiento prometedoras como el uso del anticonvulsivante topiramato y el antihipertensivo prazosina.10 Otros estudios randomizados compararon el uso del inhibidor de la recaptación de serotonina, paroxetina, y el inhibidor de la recaptación de norepinefrina, desipramina. También evaluó la eficacia complementaria del uso de naltrexona, utilizada habitualmente para el tratamiento de TAA, en relación con el placebo. La paroxetina no mostró mayor eficacia sobre la desipramina para el tratamiento de los síntomas del TEPT. Sin embargo, la desipramina fue superior a la paroxetina con respecto a los resultados del consumo de alcohol. La naltrexona redujo el deseo de consumo de alcohol o craving en relación con el placebo, pero no demostró ninguna ventaja sobre los resultados del consumo de alcohol en sí. Aunque los inhibidores de la captación de serotonina son los únicos medicamentos aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) para el tratamiento del TEPT, el estudio actual sugiere que los inhibidores de la captación de norepinefrina pueden presentar ventajas clínicas al tratar a los veteranos varones con TEPT y TAA. Sin embargo, la naltrexona no mostró evidencia de eficacia en la población estudiada.11 Estos últimos resultados van en línea con el artículo revisado, en donde Na et. al, reportaron que en sujetos con TEPT y TAA, la desipramina podría ser ventajosa en los resultados del consumo de alcohol. Con respecto a los deseos de consumo de alcohol, la naltrexona mostró superioridad sobre el placebo, y esta diferencia tuvo relación con la respuesta del grupo de TEPT.12
Respecto de los trastornos concurrentes de depresión y TAA, la literatura describe que el disulfiram se asoció con la mejor eficacia para lograr la abstinencia al alcohol. También describieron a anticonvulsivantes como el topiramato, con resultados superiores en cuanto a resultados favorables en el consumo de alcohol.13,14
El artículo revisado presenta evidencia preliminar sobre combinaciones farmacológicas favorables para las diferentes combinaciones de los 3 trastornos concurrentes. Sin embargo, también deja en claro la necesidad de mayor evidencia en sobre la temática, para lograr consenso científico. La literatura sobre el tratamiento eficaz con medicamentos aprobados para tratar pacientes con estas comorbilidades es limitada y no concluyente. La revisión bibliográfica realizada para el presente comentario muestra que a pesar de la amplia disponibilidad de medicamentos basados en evidencia para el tratamiento del TAA, la depresión y el TEPT, claramente se necesitan resultados más sólidos sobre el tratamiento para estas condiciones cuando se presentan en forma concomitante. La consideración de la heterogeneidad de los trastornos y las diferencias clave en diferentes subgrupos (población general versus población altamente expuesta como refugiados, militares, etc.) pueden ayudar a desarrollar tratamientos más específicos y personalizados para mejorar los resultados para cada subgrupo.
A modo de conclusión, si bien el presente artículo presenta algunas alternativas terapéuticas prometedoras para el tratamiento farmacológico de las condiciones antes mencionadas, existe una clara necesidad de estudios sistemáticos y rigurosos de tratamientos farmacológicos, conductuales y alternativos y la combinación de todos ellos, para pacientes con diagnósticos duales de TEPT/Depresión y TAA. Copyright © SIIC, 2023 Referencia Bibliográfica
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Palabras Clave
depresion, alcoholismo, fármacos antidepresivos, trastorno por estrés postraumático, paroxetina
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
JL Francos
Institución: Hospital de Enfermedades Infecciosas Francisco J Muñiz,
Buenos Aires Argentina

Unidad Febril de Urgencias del Hospital Muñiz frente a COVID-19, VIH y Tuberculosis
Los sistemas salud de todo el mundo debieron adaptarse para hacer frente a la demanda de consultas generadas por la pandemia enfermedad por coronavirus 2019. Se dispone de poca información acerca de la atención médica de los pacientes con VIH y tuberculosis (TBC) y de las coinfecciones HIV/COVID-19 y TBC/COVID-19 en Argentina. Se describen los patrones de atención e internación durante la pandemia, según las semanas epidemiológicas.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/167046


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María Jimena Aranda(1) Héctor Pérez(2)  

(1) Médica infectóloga y epidemióloga, Hospital General de Agudos Juan A Fernández, Buenos Aires, Argentina
(2) Ex Jefe de División Infectología, Hospital General de Agudos Juan A Fernández, Buenos Aires, Argentina


Desde abril de 2020 el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para aumentar la cobertura de la demanda de casos sospechosos de COVID-19, instaló 19 Unidades Febriles de Urgencia (UFUs) en espacios anexos a los hospitales públicos de alta complejidad.1 Una fue anexada al Hospital de Infecciosas “Francisco Javier Muñiz”, uno de los centros de referencia de TB y VIH más importantes del Área Metropolitana de Buenos Aires considerándose un nuevo punto de acceso a los servicios de salud, ya que no solo permitiría captar personas sintomáticas respiratorias por COVID-19 sino también por otras patologías como la tuberculosis (TB). En el trabajo publicado los autores analizaron 12.571 consultas por COVID-19 atendidas en la UFU-Muñiz, entre las semanas epidemiológicas 28 y 42,
observando que menos de la mitad correspondían a personas domiciliadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Este fenómeno ha sido descripto, fuera de la pandemia, como un patrón característico de las prestaciones en salud de los hospitales de alta complejidad de la CABA.2;3 A su vez, aproximadamente la mitad de las personas atendidas tenían algún tipo de cobertura por obra social o prepaga, hecho que sería interesante indagar su curva en el tiempo y, a su vez, evaluar si tuvo algún tipo de repercusión desfavorable en las consultas de personas con cobertura pública exclusiva.
En el artículo se destacó que, del total de consultas, 2499 (26,3%) fueron casos confirmados de COVID-19. De estos últimos, 39 tuvieron coinfección con VIH (1,56%) y 31 (1,24%) coinfección con TB de los cuales, alrededor del 25% de los pacientes que presentaba algunas de estas coinfecciones requirieron internación por gravedad del cuadro. Existe numerosa bibliografía que evidencia que tanto la TB como el VIH son factores de riesgo de enfermar grave o morir por COVID-19.4-9 Un reporte de la OMS de julio de 2021 de datos clínicos de 37 países sugirió que las personas que viven con VIH tenían un mayor riesgo de enfermedad grave o crítica en el momento del ingreso hospitalario (ORa 1,06; IC95%: 1,02-1,11) y mayor riesgo de muerte (RRa 1,29; IC95%: 1,23-1,35) en comparación con personas VIH negativas. El análisis se ajustó por edad, sexo y la presencia de enfermedades crónicas subyacentes.10 En relación con los diversos factores que incrementan la morbi-mortalidad por COVID-19, cabe mencionar el término “sindemia”. Este interesante concepto da otro enfoque a la medicina contemplando no solo lo biomédico sino su integración con los aspectos socioeconómico, cultural y psicológico, enfatizando que su interrelación y sinergia conllevan a una gravedad superior que la sumatoria de los mismos.11-14 Un ejemplo local puede advertirse en un trabajo publicado recientemente donde se observó que la distribución de la TB dentro de una zona sanitaria de la CABA fue mayoritaria en sus barrios populares, entendidos como aquellos comúnmente denominados villas, asentamientos y urbanizaciones informales que presentan diferentes grados de precariedad y hacinamiento, un déficit en el acceso formal a los servicios básicos.15
Los autores concluyeron que, en el contexto de la pandemia, la UFU-Muñiz debió adaptarse a la demanda creciente en los sucesivos meses. Que, a pesar de ser un centro de referencia de VIH y TB, las coinfecciones representaron un porcentaje muy pequeño de las consultas, pero el requerimiento de internación para estos pacientes fue alto. En nuestra opinión, la pandemia por COVID-19 puso en evidencia un sistema de salud fragmentado, la respuesta por el gobierno nacional y de la CABA ante esta nueva problemática pudo haber beneficiado la pesquisa y registro de enfermedades infecciosas que son de gran relevancia en nuestro país pero el hecho que hay sido en baja cuantía es esperable en una propuesta abocada a la búsqueda y notificación de COVID-19. Por otro lado, el enfoque de los recursos a la pandemia, posiblemente haya acentuado la brecha entre las desigualdades sociales ya existentes, hecho que podría relacionarse a un importante incremento de la morbi-mortalidad de enfermedades prevenibles en el mediano y largo plazo(16-20). Tanto el VIH como la TB se asocian a mayor riesgo de enfermar gravemente por COVID-19, pero se necesitarían más estudios para conocer si está vinculada la enfermedad per se o podría vincularse a las características sociodemográficas de las personas que las padecen.
Copyright © SIIC, 2021 BIBLIOGRAFÍA: 1- Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Como funcionan las 19 Unidades Febriles de Urgencia. Mayo 2020. Disponible en https://www.buenosaires.gob.ar/laciudad/noticias/la-ciudad-instala-19-unidades-febriles-para-atencion-exclusiva-de-coronavirus 2- Pertino, I. y Rossen, M. Los caminos de la salud en el Área Metropolitana de Buenos Aires: Políticas Públicas y Derechos: Volumen 8 / 1a ed. [Internet] - Buenos Aires: Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2008. Disponible en: https://buenosaires.gob.ar/areas/salud/dircap/mat/matbiblio/pertino.pdf 3- Rossen, M. “El uso de los hospitales públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: un análisis desde la perspectiva metropolitana” En: Salud en las metrópolis. Desafío en el conurbano bonaerense. Universidad Nacional de General Sarmiento. Buenos Aires: Prometeo año 2011) 4-Tamuzi, J. L., Ayele, B. T., Shumba, C. S., Adetokunboh, O. O., Uwimana-Nicol, J., Haile, Z. T., … Nyasulu, P. S. (2020). Implications of COVID-19 in high burden countries for HIV/TB: A systematic review of evidence. BMC Infectious Diseases, 20(1). doi:10.1186/s12879-020-05450-4  5- Tadolini M, Codecasa LR, García-García JM, et al. Active tuberculosis, sequelae and COVID-19 co-infection: first cohort of 49 cases. Eur Respir J 2020; 56: 2001298.
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Palabras Clave
COVID-19, VIH, tuberculosis, pandemic, febrile emergency units
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