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Informe
Resumen SIIC
B Vaquerizo
Institución: Universidad Autónoma de Barcelona,
Barcelona España

Daño Miocárdico y Pronóstico a Corto Plazo en COVID-19
Los resultados del presente estudio confirman que el daño del miocardio, valorado con los niveles séricos de troponina ultrasensible en el momento de la internación, es frecuente en pacientes con COVID-19; además, predice fuertemente la mortalidad y la necesidad de asistencia ventilatoria mecánica. La consideración de los niveles de NT-proBNP mejora la precisión pronóstica de la troponina.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/165363


Comentario
Autor del comentario
Esteban Enrique Hamilton Berti 
Hospital Universitario de Caracas, Caracas, Venezuela


En este artículo no comparto las conclusiones allí presentadas, debido a que se están usando marcadores de daño cardiaco, en este caso se usaron troponina T ultrasensible (hs cTnT) y péptido natriurético cerebral (NT-proBNP) con valores altos. Eso quiere decir que los pacientes que ya tenían una enfermedad cardiovascular previa. Se quiere relacionar la muerte de dichos pacientes con diagnostico positivo para COVID-19 y poner como valores pronósticos a la troponina y péptido natriurético. En realidad al revisar el estudio se observó que se tomaron 872 pacientes con COVID-19 de estos pacientes al ser ingresado se les realizó hs cTnT al 75% resultando con valores elevados el 34,6% (mayor de 14pg/l) y el 58% de ellos se les realizo NT pro-NBP resultando
elevados el 36,2% (mayor de 300pg/ml). Con lo que podemos advertir que esos pacientes ya tenían daño cardiaco al presentar COVID-19. Revisando los métodos del estudio se aprecia que los pacientes tenían mayor edad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, ECV, IRC y EPOC en una proporción más grande que los que tenían valores normales de troponina y péptido natriurético. Por lo tanto tienen mayores factores de riesgo de muerte por COVID-19 y no podríamos usar como pronóstico a corto plazo los marcadores de daño miocardico. Si nos basamos en la evidencia, se ha observado que pacientes con enfermedades de base (cardiovasculares, diabetes, EPOC, obesidad mórbida) tienen peor pronóstico al presentar COVID-19. Además podemos encontrar en el estudio “Características y resultados de los pacientes hospitalizados por COVID-19 y enfermedad cardíaca en el norte de Italia” realizado por Ricardo M Inciadi et all, Eur Heart J.2020 14 de mayo; 41 (19): 1821–1829, que se estudió a 99 pacientes consecutivos con neumonía COVID-19 ingresados ??en un hospital entre el 4 de marzo y el 25 de marzo de 2020. Se compararon 53 pacientes con antecedentes de enfermedad cardíaca con 46 sin enfermedad cardíaca. Entre los pacientes cardíacos, el 40% tenía antecedentes de insuficiencia cardíaca, el 36% tenía fibrilación auricular y el 30% tenía enfermedad de las arterias coronarias. La edad media fue de 67 ± 12 años y 80 (81%) pacientes eran varones. No se encontraron diferencias entre pacientes cardíacos y no cardíacos, excepto por valores más altos de creatinina sérica, péptido natriurético cerebral N-terminal y troponina T de alta sensibilidad en pacientes cardíacos. Durante la hospitalización, el 26% de los pacientes fallecieron, el 15% desarrolló episodios tromboembólicos, el 19% presentó síndrome de dificultad respiratoria aguda y el 6%, shock séptico. La tasa de eventos tromboembólicos y choque séptico durante la hospitalización también fue mayor en pacientes cardíacos. Los pacientes hospitalizados con enfermedad cardíaca concomitante y COVID-19 tienen un pronóstico extremadamente precario en comparación con sujetos sin antecedentes de enfermedad cardíaca, con mayor mortalidad, eventos tromboembólicos y tasas de choque séptico.
En el estudio chino titulad: “La lesión aguda del miocardio es común en pacientes con COVID-19 y afecta su pronóstico” realizado por Jia-Fu Wei et all. Corazón. 2020 agosto; 106 (15): 1154-1159, entre 101 pacientes con edad promedio 49 años, 16 (15,8%) tenían evidencia de lesión miocárdica aguda (hs-TnT> 14 pg / mL). Las características basales eran de pacientes con y sin lesión miocárdica aguda. Los pacientes con lesión cardíaca eran de mayor edad, con mayor prevalencia de enfermedad cardiovascular preexistente (hipertensión, enfermedad arterial coronaria y enfermedad cerebrovascular), presentaban disnea significativa y eran tratados con mayor frecuencia con IECA, ARA II y BCC. También tenían menor TFGe e índice de oxigenación, mayor PCR, PCT, NT-proBNP y otros biomarcadores cardíacos (CK, CK-MB y LDH). Además, las tres muertes ocurrieron en pacientes con lesión miocárdica aguda. La edad avanzada, la hipertensión, la enfermedad cerebrovascular, el uso de BCC, la TFGe más baja y NT-proBNP, hs-TnT y PCR elevados fueron predictores de enfermedad grave en el análisis. Todos los casos con antecedentes de enfermedad coronaria se clasificaron como casos graves. En otro estudio titulado “Implicaciones cardiovasculares de los resultados fatales de pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)” del autor Tao Guo et all. JAMA Cardiol. 2020 julio; 5 (7): 1–8. Se estudió 187 pacientes con COVID-19 confirmado, de ellos 144 pacientes (77%) fueron dados de alta y 43 pacientes (23%) murieron. La edad media fue de 58,5 años. En general, 66 (35,3%) tenían una ECV subyacente que incluía hipertensión, enfermedad coronaria y miocardiopatía, y 52 (27,8%) presentaban lesión miocárdica según lo indicaban los niveles elevados de TnT. Los pacientes con ECV subyacente tenían más probabilidades de presentar una elevación de los niveles de TnT en comparación con los pacientes sin ECV (36 [54,5%] frente a 16 [13,2%]).P ?<0,001) y niveles de péptido natriurético pro-cerebral N-terminal (NT-proBNP) (ß = 0,613, p ?<0,001). La lesión miocárdica se asoció significativamente con el desenlace fatal de COVID-19, mientras que el pronóstico de los pacientes con ECV subyacente pero sin lesión miocárdica fue relativamente favorable. La lesión miocárdica se asoció con disfunción cardíaca y arritmias. Además en el estudio “Péptido natriurético procerebral N-terminal, proteína C reactiva y niveles de albúmina urinaria como predictores de mortalidad y eventos cardiovasculares en adultos mayores” de Caroline Kistorp et all. JAMA 6 de abril de 2005; 293 (13): 1609-16. Siendo un estudio prospectivo en una población de 764 participantes de 50 a 89 años en Copenhague, la razón de riesgo de mortalidad para valores superiores al percentil 80 de NT-proBNP fue 1,96 (Intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,21-3,19). Las mediciones de NT-proBNP proporcionaron información pronóstica de mortalidad y primeros eventos cardiovasculares importantes más allá de los factores de riesgo tradicionales. El NT-proBNP fue un biomarcador de riesgo más fuerte de enfermedad cardiovascular y muerte que la PCR en individuos no hospitalizados de 50 a 89 años. Como se puede observar en varios de trabajos investigación realizados, se aprecia que la troponina así como el péptido natriurético cerebral son marcadores para daño miocardico y muerte por enfermedad cardiovascular. Ahora tratar de asociar estos marcadores con COVID-19 y muerte es otra cosa. Pero solamente esos pacientes ya presentan riesgo de muerte por su enfermedad de base cardiovascular. El péptido natriurético cerebral y las troponinas solo sirven para indicar el daño cardiovascular que presenta el paciente y su pronóstico desfavorable de muerte por dichas enfermedades cardiovasculares, no es por presentar diagnostico positivo de COVID-19 como se asevera en las conclusiones este trabajo de investigación.  Copyright © SIIC, 2021

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Informe
Resumen SIIC
G Paré
Institución: McMaster University,
Hamilton Canadá

Niveles Plasmáticos de ECA2 y Riesgo de Mortalidad o Enfermedad Cardiometabólica
El presente análisis epidemiológico a gran escala, con participantes de 14 países con distinto origen étnico, seguidos durante 9.4 años en promedio, confirma que los niveles aumentados de enzima convertidora de angiotensina 2 en plasma se asocian fuertemente con riesgo incrementado de mortalidad, enfermedad cardiovascular y diabetes.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/164960


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Autor del comentario
Esteban Hamilton Berti 
Hospital Universitario de Caracas, Caracas, Venezuela


Mi opinión respecto a este estudio epidemiológico es la siguiente, no estoy de acuerdo en asociar niveles plasmáticos de Enzima Convertidora de Angiotensina 2 (ECA2) con el riesgo incrementado de mortalidad, enfermedad cardiovascular y diabetes. Así como que sea un marcador con mayor capacidad de predicción de Infarto Agudo al Miocardio, Accidente Cerebro Vascular e Insuficiencia Cardiaca. En este análisis epidemiológico fue realizado a partir del Estudio PURE, donde se analizaron 10.753 participantes. De estos participantes, se recolectaron muestras a 5.080 pacientes, que tuvieron al menos un incidente de interés (infarto de miocardio, diabetes, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y muerte) a los cuales, se les determinó niveles de Enzima Convertidora de Angiotensina 2 (ECA2) en sangre. En los análisis de los niveles
plasmáticos de ECA2, se tomo en cuenta el sexo, representando los varones más del 50% de la muestra. Seguido de la zona geográfica, más del 50% de ellos eran latinoamericanos. Es de hacer notar que, se comparo la ECA2 con el IMC elevado, el estado de diabetes, edad avanzada, la presión arterial sistólica, el tabaquismo, el colesterol LDL, mas de 5.000 de los 10.753 participantes tenían antecedentes de hipertensión, más de 4.000 tomaban medicación antihipertensiva, todos estos son factores de riesgo cardiovascular. El estudio dio como resultado que, los altos niveles de ECA2 se los asociaron fuertemente con un riesgo aumentado de muerte, enfermedad cardiovascular y diabetes. En diferentes estudios clínicos se ha observado que, la función de la ECA2 es convertir la Angiotensina II en Angiotensina 1-7. Y esta Angiotensina 1-7 produce un efecto vasodilatador y antiproliferativo. Lo cual sería contario para desarrollar hipertensión, insuficiencia cardiaca, daño cardiovascular y muerte por infarto. También la ECA2 tiene la función de degradar la Angiotensina I a Angiotensina 1-9 que es un péptido inactivo. Ahora otros estudios y análisis epidemiológicos aseveran que la ECA2 se podría actuar de la siguiente manera, al haber un aumento de los niveles de ECA2 en plasma el efecto vasodilatador de la Angiotensina 1-7 sería más bien beneficioso para las enfermedades cardiovasculares, el riñón y diabetes. Debido a que ECA2 se encuentra en hígado, riñón, corazón, testículos, pulmones, sistema nervioso central y la placenta. En su trabajo Cracover et al. describieron que en ratones de 6 meses de edad, con deleccion del gen de la ECA2 hay una reducción de la contractilidad cardiaca y de la presión tanto ventricular como aortica. En ratas Sprague-Dawley el infarto agudo de miocardio, inducido mediante ligadura de la arteria coronaria izquierda, aumenta la expresión génica cardíaca de la ECA y la ECA2. A su vez, en un estudio en humanos la actividad de la ECA2 estaba aumentada en los ventrículos de pacientes con insuficiencia cardíaca, tanto secundaria a miocardiopatía dilatada idiopática como a hipertensión pulmonar idiopática primaria, en comparación con controles sanos. El tratamiento con ARA-II en el modelo murino de infarto agudo de miocardio, inducido tras ligadura de la arteria coronaria aumentó 3 veces la expresión génica de la ECA2 en el miocardio viable, en comparación con el grupo con infarto agudo de miocardio tratado con vehículo. En otro estudio se usó un vector lentivírico con sobreexpresión del gen murino de la ECA2 en el corazón de las ratas Sprague-Dawley, y se observó que había protección frente a la fibrosis y la hipertrofia secundaria a la infusión de angiotensina II. En la nefropatía diabética, se cree que tras la inhibición de la ECA2 habrá un incremento de la acumulación de angiotensina II, y se supone que la angiotensina 1-7 debería de estar disminuida. Hay estudios que indican que la angiotensina 1-7, péptido activo, puede atenuar la hipertrofia secundaria a acumulación de angiotensina II. Esto invitaría a pensar que en la nefropatía diabética, los valores elevados de la ECA contribuyen de forma importante al daño glomerular. En resumen, la combinación de valores elevados de la ECA con valores disminuidos de la ECA2, es decir, el aumento del cociente ECA/ECA2, sólo puede conducir a un incremento de la formación de angiotensina II, y esta disminución de la ECA2 conducirá a una disminución de la formación de angiotensina 1-7, péptido con acciones vasodilatadoras y antiproliferativas. En el riñón y en el pulmón se cree que los datos hasta ahora publicados, indican que los efectos beneficiosos de la ECA2 deberían ser en gran parte el resultado de una disminución de los valores locales de angiotensina II. Es posible, sin embargo, que en el corazón la ECA2 ejerza efectos beneficiosos debido a un aumento de los valores de angiotensina 1-7, un péptido que posee efectos antifibróticos en este órgano. En este análisis epidemiológico asocia directamente a la ECA2 con daño orgánico o muerte, sin contar con estos estudios anteriores sobre los efectos beneficiosos de la ECA2 vía Angiotensina 1-7. Además es este estudio epidemiológico, a los pacientes de la cohorte que se les tomo la muestra de ECA2 tenían IMC mayor de 25, HTA, Colesterol LDL y Diabetes. Todos estos son factores de riesgo cardiovascular y pueden ser por si solos o juntos las causas de las muertes, infartos, accidentes cerebro vasculares e insuficiencia cardiaca que fueron observadas. Al parecer este hallazgo de altos niveles de ECA2 podrían atribuirse como respuesta del organismo para intentar disminuir el daño miocardico, daño renal, daño hepático o daño a nivel cardiovascular. Y no como un riesgo por si misma o como marcador de mortalidad o enfermedad cardiometabolica. Recomendaría que se realizaran en un futuro estudios comparativos de niveles ECA2 junto con niveles de Angiotensina 1-7 y su asociación con daño cardiovascular, daño renal, diabetes y muerte. Copyright © SIIC, 2021

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niveles plasmáticos de ECA2, riesgo de mortalidad, enfermedad cardiometabólica
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Informe
Resumen SIIC
G Paré
Institución: McMaster University,
Hamilton Canadá

Niveles Plasmáticos de ECA2 y Riesgo de Mortalidad o Enfermedad Cardiometabólica
El presente análisis epidemiológico a gran escala, con participantes de 14 países con distinto origen étnico, seguidos durante 9.4 años en promedio, confirma que los niveles aumentados de enzima convertidora de angiotensina 2 en plasma se asocian fuertemente con riesgo incrementado de mortalidad, enfermedad cardiovascular y diabetes.


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http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/164960


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Autor del comentario
María Agustina Miragaya 
Instituto Médico Río Cuarto, Río Cuarto, Argentina


El mecanismo de acción de la ECA y sus efectos neuro humorales sobre la regulación cardiovascular ya son conocidos, como así también, el bloqueo de esta enzima con fines terapéuticos en hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca. Sin embargo, el estudio PURE, publicado por The Lancet, nos aporta una nueva utilidad de esta enzima, a través del dosaje sérico de la misma. Los autores comprobaron que los niveles de ECA son un predictor de muerte cardiovascular, infarto, ACV, diabetes y muerte por todas las causas, independiente de los factores de riesgo clásico tales como el tabaquismo, obesidad, dislipemia, hipertensión arterial, etc. La solidez del artículo está basada en que fue un estudio prospectivo, de 9.4 años de seguimiento, que involucró a 27 países, con
un amplio rango etario y de condiciones subclínicas, lo que hacen que los resultados obtenidos sean aplicables a toda la población. Tuvieron en cuenta, además, que las mínimas diferencias de dosaje de ECA obtenidas en la población asiática, tenían relación con su índice de masa corporal y no estaba influido por otras variables. Realizaron además un subanálisis, en el que demostraron que el consumo de fármacos inhibidores de la ECA, bloqueadores del receptor de la ECA, como así también betabloquenates y antagonistas cálcicos, muy frecuentemente utilizados en los pacientes cardiópatas, no influye en el resultado del dosajesérico de esta enzima; todos estos puntos, se convierten las fortalezas de este estudio.
A pesar de ser un estudio de más de 9 años de seguimiento, en el contexto de la pandemia que estamos atravesando, estudiaron la relación de la ECA con el SARS-CoV-2, ratificando que esta enzima facilita la entrada viral a las células; pero frente a las dudas sobre si se requiere o no suspender los antihipertensivos como los i ECA y los ARA2, concluyeron que no es necesario alterar los esquemas terapéuticos habituales de estos pacientes; a pesar de que son necesarios más ensayos clínicos para corroborarlo.
Si bien ya es conocida la importancia de esta enzima tanto a nivel fisiológico como terapéutico en personas con enfermedad cardiovascular, ahora se le agrega una nueva utilidad, que es el valor pronostico, como predictor independiente, de diabetes, infarto, ACV y mortalidad, lo que derivará posiblemente, en la incorporación del dosaje sérico de la ECA en los laboratorios de análisis rutinarios de nuestros pacientes, es pos de prevenir enfermedades cardiovasculares (que son la principal causa de mortalidad en el mundo) y mejorar las acciones terapéuticas dirigidas a evitar que estas enfermedades continúen progresando. A pesar de tener un futuro prometedor, no debemos olvidar la relación costo-beneficio de utilizar este método, según el medio en el que desarrollamos nuestra profesión.
Copyright © SIIC, 2021

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Informe
Resumen SIIC
D Salman
Institución: Imperial College London,
Londres Reino Unido

Cuándo volver a la Actividad Física luego del Diagnóstico de COVID-19
En este artículo los autores brindan consejos sobre el retorno a la actividad física posterior al diagnóstico de covid-19, además de brindar un enfoque escalonado y gradual con el objetivo que dicho retorno se produzca de manera segura.


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http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/165642


Comentario
Autor del comentario
Mary Luz Gunturiz 
Instituto Nacional de Salud, Bogotá, Colombia


Introducción
Bajo el contexto de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado el confinamiento o cuarentena como la medida más eficaz para contener la propagación del virus, basado en epidemias anteriores ocasionadas por los virus SARS- CoV y MERS. De acuerdo con esto, la mayoría de países adoptaron medidas para el control de la propagación del virus SARS-CoV-2. Entre ellas fueron instauradas de forma indefinida y hasta que las condiciones epidemiológicas permitan la anulación de esta medida, las cuarentenas generalizadas, prohibición de realización y asistencia a eventos masivos, suspensión de eventos deportivos y actividad física recreativa, entre otros. Como esta bien descrito, el confinamiento genera varios problemas de salud, tanto físicos como psicológicos, siendo la inactividad física uno de
los principales factores de riesgopara la presentación de enfermedades cardiovasculares, obesidad, depresión, ansiedad, varios tipos de cáncer, entre otros. La actividad física para mantener y mejorar la salud debe ser vista como una política pública para la población general y debe ser abarcada desde una perspectiva integral tanto en confinamiento hasta que se retorne a condiciones relativamente normales para realizar actividad física, ejercicio y deporte (1-3).
Durante estos meses de infección por COVID-19 y de pandemia, se han observado múltiples manifestaciones clínicas, compromiso de órganos y secuelas de diferentes magnitudes a nivel pulmonar, cardiaco (miocarditis, pericarditis e incluso falla cardíaca), musculo esquelético, gastrointestinal y hepático, entre otras, por lo que se ha recomendado que los atletas que se hayan infectado con COVID-19 sean evaluados por su médico especialista en medicina del deporte, cuando sea posible para que este otorgue el permiso de retorno deportivo. Independientemente de las medidas especificas que se adopten en cada país, es claro que el ejercicio físico realizado debe de ser una práctica segura para reducir el riesgo de infección y debe resultar beneficioso para nuestra salud física y mental después de un estado de confinamiento tan duradero, por lo que, al realizar ejercicio físico, el disfrute y la sensatez, y no la ansiedad, deben de ser los objetivos fundamentales en estas etapas iniciales de la fase de desconfinamiento. Como lo describen Salman et al (4), en el articulo de referencia, existen varias preocupaciones respecto a la etapa posterior a la enfermedad por COVID-19, como el potencial de daño cardíaco, incluida la miocarditis viral, debido a que el ejercicio en presencia de miocarditis se asocia con mayor morbilidad y mortalidad. Aun hoy se desconoce la incidencia de miocarditis en asintomáticos o con enfermedad leve a moderada aunque se ha reportado lesión del músculo cardíaco y miocarditis en pacientes con infección por este virus que han sido hospitalizados con tasas entre el 12.5% y 30% además de una deformación anormal del ventrículo izquierdo, por lo que es indispensable evaluar a los deportistas post-infección por este agente patógeno y descartar la afectación cardíaca. Debido a la compleja fisiopatología que trae aparejada esta infección, no se debe dejar de lado la posibilidad de desarrollar otros cuadros clínicos como trastornos de la coagulación, trombosis venosa y eventual tromboembolismo pulmonar, más allá de las potenciales complicaciones miocárdicas ya mencionadas (4,8).
Estudios de resonancia magnética nuclear cardíaca en deportistas con una media de edad de 19 años infectados por COVID-19 con síntomas leves a moderados han evidenciado inflamación del miocardio después de la recuperación de la enfermedad por COVID-19, hallazgos que deben ser replicados en un número mayor de deportistas, para determinar su riesgo de desarrollar arritmias u otras complicaciones que podrían a ser fatales (5).
De acuerdo con lo anterior, la reanudación de la actividad física debe realizarse una vez se hayan establecido los diferentes niveles de riesgo y diseñado estrategias para el control de dicha actividad en intensidad y tiempo, dependiendo si las personas post- COVID presentaron síntomas leves o moderados. De esta manera se ha descrito que estos individuos pueden hacer ejercicio después de al menos siete días sin síntomas y comenzar con por lo menos dos semanas de esfuerzo mínimo, para ir aumentando en tiempo e intensidad de manera paulatina, por lo que Salman et al, recomiendan tener en cuenta la aptitud física de la persona antes de la enfermedad y adaptar la orientación, evaluando mediante exámenes físicos y psicológicos si estos pacientes (deportistas) pueden iniciar su programa de actividad física de manera segura. Los deportistas con síntomas leves o moderados que cursan la enfermedad en aislamiento domiciliario, y persisten con síntomas por la infección por COVID-19, requieren estudios y estratificación del riesgo de complicaciones por la infección activa, previo a considerar la evaluación al retorno deportivo. Completados estos estudios y con los hallazgos diagnósticos post infección por COVID-19, es posible considerar su retorno a su práctica deportiva o seguimiento de las complicaciones presentadas de acuerdo a los diagnósticos y las recomendaciones que estén implementadas en cada país (4, 5, 9).
De acuerdo con la Sociedad Argentina de Cardiología y Federación Argentina de Cardiología, la lesión cardíaca, valorada por la troponina de alta sensibilidad, es un marcador de lesión, daño miocárdico y miocarditis en los pacientes hospitalizados por COVID-19 y se asocia con un mayor riesgo de mortalidad hospitalaria, prueba que deben ser incorporada dentro del examen físico y pruebas de diagnostico para la valoración de las complicaciones miocárdicas que podrían sufrir deportistas después de la infección por COVID-19 (5). Finalmente, si bien es cierto que la actividad física es siempre recomendable para tener una buena calidad de vida, en pacientes sean o no deportistas, que hayan tenido COVID-19, esta debe ser monitoreada y programada de manera tal que prime la seguridad física y emocional. El seguimiento para el oportuno diagnóstico de complicaciones y secuelas por el COVID debe llevarse a cabo de manera rigurosa y periódica y se debe concientizar a los pacientes de informar sobre cualquier síntoma por insignificante que les parezca pues con el desconocimiento sobre los mecanismos de acción de este virus, esa información podría ser relevante y salvar vidas. Referencias
1. Kalazich Rosales C, Valderrama Erazo P, Flández Valderrama J, Burboa González J, HumeresTerneus Dl, Urbina Stagno R, et al. Orientaciones Deporte y COVID-19: Recomendaciones sobre el retorno a la actividad física y deportes de niños niñas y adolescentes. Rev. chil.pediatr. [Internet]. 2020; 91(7): 75-90. Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062020000700075&lng=es. http://dx.doi.org/10.32641/rchped.vi91i7.2782.
2. Yáñez F, Radice F, Moran M, et al. Propuesta de protocolo para regreso a la actividad deportiva en el fútbol. Documento oficial de la Comisión Médica de ANFP. (2020) http://anfpfotos.cl/notas/Propuesta_Protocolo_ANFP_Abril_2020_2.pdf. 3. Blair SN. Physicalinactivity: thebiggestpublichealthproblem of the 21st century. British Journal of Sports Medicine, 2009;43:1-2.
4. Salman D, Vishnubala D, Le Feuvre P, Beaney T, Korgaonkar J, Majeed A, McGregor AH.Returningtophysicalactivityafter covid-19. BMJ, 2021;372:m4721. http://dx.doi.org/10.1136/bmj.m4721.
5. Sociedad Argentina de Cardiología y Federación Argentina de Cardiología. Evaluación previa al retorno a la actividad física en deportistas post infección por COVID-19. Disponible en: https://www.sac.org.ar/institucional/evaluacion-previa-al-retorno-a-la-actividad-fisica-en-deportistas-post-infeccion-por-covid-19/. Acceso Febrero 8 de 2021. 6. Gupta A, Madhavan MV, Sehgal K, etal. Extrapulmonarymanifestations of COVID-19. NatMed, 2020;26:1017-32. doi: 10.1038/s41591-020-0968-3 pmid: 32651579 7. Ackermann M, Verleden SE, Kuehnel M, etal. Pulmonary vascular endothelialitis, thrombosis, and angiogenesis in Covid-19. N Engl J Med, 2020;383:120-8.
doi: 10.1056/NEJMoa2015432 pmid: 32437596 8. Bompard F, Monnier H, Saab I, etal. Pulmonaryembolism in patientswith COVID-19 pneumonia. EurRespir J, 2020;56:2001365. doi: 10.1183/13993003.01365-2020 pmid: 32398297.
9. UniversitatOberta de Catalunya. Recomendaciones para volver a hacer actividad física en la calle. Disponible en: https://cienciasdelasalud.blogs.uoc.edu/recomendaciones-para-volver-hacer-actividad-fisica-en-calle-covid/

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