Autor del informe
Raúl Emilio Espíndola
Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina
Los autores abordan una preocupación antigua para los cardiólogos electrofisiólogos ante el funcionamiento de distintos aparatos implantables, desde los marcapasos más antiguos hasta los más complejos, como son los desfibriladores cardioversores implantables. Esta preocupación se asienta en los posibles efectos que los campos electromagnéticos de creciente intensidad puedan tener sobre dichos equipos implantables. Y digo antigua preocupación porque en la bibliografía encontramos trabajos que así lo afirman.
Un estudio ha analizado el potencial de interferencia de reproductores de música digital en 100 pacientes con una edad media de 77 años, portadores de un marcapasos. Para ello, se utilizaron cuatro iPods diferentes (un reproductor MP3 de tercera generación, un video iPod, una foto iPod y un iPod Nano). Cada iPod se situó entre cinco y
diez segundos a 5 centímetros del marcapasos mientras un técnico monitorizaba el dispositivo y el electrocardiograma del paciente. Se detectaron interferencias eléctricas la mitad de las veces que el iPod se acercaba a menos de 5 cm del pecho del paciente y en una ocasión, el marcapasos dejó de funcionar.
El análisis fue realizado por Jay Thaker, un estudiante estadounidense de secundaria de 17 años. El joven, que efectuó el trabajo en el marco de una investigación escolar, contó con la asesoría de Krit Jongnarangsin, profesor de medicina cardiovascular de la Universidad de Michigan (EE.UU.). Los resultados se conocieron en el encuentro anual de la Heart Rhytm Society en Denver, Colorado, en 2007.
En determinadas circunstancias, el teléfono móvil puede generar interferencias en los marcapasos. Ésta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos turcos tras llevar a cabo un ensayo con un total de 679 pacientes con marcapasos cardíacos permanentes. Los autores, de la Universidad de Cumhuriyet, probaron dos tipos de teléfonos que fueron colocados de forma simétrica a ambos lados del marcapasos con las antenas situadas a una distancia de 50, 30, 20 y 10 cm. Los datos muestran que en un 37% de los casos hubo interferencias cuando el móvil se puso en funcionamiento.
La mitad de las alteraciones se produjeron cuando el móvil se empleó a 10 cm del marcapasos. Los especialistas, cuyo estudio se recoge en International Journal of Cardiology, aconsejan que el teléfono se sitúe a una distancia de 20 cm o que se emplee en el lado contrario del lugar donde está el dispositivo cardíaco. Para reducir las posibilidades de interacción, debe haber una distancia mínima de 15 cm entre móvil y el dispositivo, aunque si el teléfono transmite a más de 3 vatios, la distancia debe aumentarse a 30 cm.
No es recomendable llevar el teléfono móvil en el bolsillo del pecho o en un cinturón que se encuentre a una distancia menor a la que se aconseja. Estas precauciones se refieren únicamente a los teléfonos móviles y no a los teléfonos inalámbricos habituales en los domicilios, aunque también hay que evitar colocarlos directamente sobre el aparato. Los expertos insisten en que no existen motivos para la alarma y que la interferencia es temporal, y que el dispositivo cardíaco vuelve a funcionar correctamente cuando se aleja del teléfono. Ese trabajo fue publicado también en 2007.
Existen cinco tipos de respuesta de los marcapasos ante las interferencias electromagnéticas (IEM): inhibición o disparo temporal, asincronía temporal (frecuencia fija, fallo permanente de la función del marcapasos, reprogramación inapropiada (modos reset u otros) y daño miocárdico en la interfaz electrodo-endocardio.
El trabajo realizado por los doctores Kozik, Chienn y Liang, y efectuado en el St. Joseph’s Medical Center investigó una poderosa fuente productora de campo electromagnético sobre un total de 27 pacientes. Los propios autores reconocen que el número de pacientes es exiguo como para sacar conclusiones definitivas pero, como dijimos al principio: se recomienda que estando el iPod2 en funcionamiento, no colocarlo sobre el sitio de implantación del cardiodesfibrilador, no pasar cerca del equipo de microondas mientras funciona, colocar el teléfono inalámbrico sobre el lado opuesto al dispositivo implantable. Por el momento, estas son las conclusiones a las que se puede arribar: estos equipos celulares pueden alterar el funcionamiento del cardiodesfibrilador, por lo que es necesario darle a los pacientes las recomendaciones adecuadas.
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