Autor del informe
Mario Bendersky
Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y actualmente son numerosas en todo el mundo las políticas destinadas a prevenirlas.
La frecuencia cardíaca (FC) y la presión arterial (PA) son parámetros hemodinámicos muy variables, y esta variabilidad tiene una significación pronóstica diferente, pues la menor variabilidad de la FC, pero la mayor variabilidad de la PA, ambas situaciones, se han relacionado con peor pronóstico.
El análisis de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) es una herramienta fiable para valorar la salud, pues los valores bajos estarían directamente vinculados con la edad, la mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares y la mortalidad.
Una menor variabilidad de la frecuencia cardíaca se ha asociado con factores de riesgo como la hipertensión arterial, la
diabetes, la hipercolesterolemia, el tabaquismo, el sedentarismo y el estrés laboral; también se ha encontrado relación con la progresión de la aterosclerosis coronaria, así como con el incremento del riesgo de morbimortalidad cardiovascular en diferentes poblaciones. Se ha descrito una relación inversa entre la variabilidad de la frecuencia cardíaca y el grosor de la íntima-media (GIM) de carótida, tanto en pacientes diabéticos como en sujetos sanos e hipertensos. Y también se ha descripto una relación inversa de la velocidad de la onda del pulso carotídeo femoral (marcador de rigidez arterial) con la variabilidad de la frecuencia cardíaca.
La medida de la variabilidad de la frecuencia cardíaca se ha usado para evaluar la modulación autonómica cardíaca, considerando oscilaciones de alta frecuencia (parasimpático) y baja frecuencia (simpático) cuando se valora con el ECG o con Holter, a veces tratando de sensibilizar los métodos con maniobras como la de Valsalva.
La variabilidad de la PA se puede estudiar mediante el monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA), evaluando como marcador de variabilidad el DS de los promedios tensionales, lo que en general ya viene calculado e informado en los programas de cada aparato.
Tanto la variabilidad a corto plazo (DS de promedios) como a mayor plazo (por ejemplo, la variabilidad intervisitas) tienen una relación directa con daños de órganos blanco de la HTA, así como con el pronóstico de los pacientes.
La mayor variabilidad tensional se ha tratado de explicar por hipertono simpático, aunque las demostraciones son todavía poco concluyentes, y los valores límite de normalidad no se han podido establecer fehacientemente, ni se pudo demostrar cuáles son los períodos (día/noche) con mejor correlación con el pronóstico, por lo que en los informes de MAPA todavía no se deberían incluir opiniones ciertas acerca de la variabilidad.
En el estudio Función barorrefleja y variabilidad de la presión arterial evaluadas desde el consultorio clínico (Salud i Ciencia 21(5):494-9, Ago 2015) se trató de obtener distintos parámetros relacionados con la variabilidad de la FC, utilizando ECG y Holter, con estudios efectuados con maniobra de Valsalva, y se intentó correlacionarlos con la variabilidad tensional por MAPA, para poder tener conclusiones fisiopatológicas que ayuden al manejo de estrategias terapéuticas. Los resultados no pudieron llevar a correlaciones válidas para establecer conductas terapéuticas.
Cabe recordar que a pesar de basarse en métodos bastante usados en la práctica médica cotidiana (ECG, Holter), la implementación de Valsalva y los programas informáticos para el cálculo de los diferentes parámetros que dan cuenta de distintas variabilidades de la FC no son de fácil implementación ni interpretación en la práctica médica cotidiana, pero son de utilidad en investigación y en medicina deportiva avanzada.
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