Autor del informe
Juan Manuel Bajo(1)
(1) Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina
La entrevista realizada a la Dra. Lucía Artazcoz echa luz sobre el abordaje científico de la relación existente entre jornada laboral prolongada y el estado de la salud de los trabajadores, el cual constituye una problemática de interés actual en virtud del incremento de las horas de trabajo que se registra a nivel mundial.
La investigadora y su equipo, de origen español, enfocan su trabajo en el contexto europeo, y la particularidad del mismo reside en realizar un recorte de estudio que destaca la influencia de los factores extralaborales asociados al deterioro de la salud generado por el exceso de las horas de trabajo semanales, en lugar de limitarse al estudio de los factores relativos estrictamente a las condiciones laborales. En este sentido,
se contempla la dimensión socio-cultural del fenómeno, en particular, el modo en que se registra una asociación entre responsabilidades familiares (medidas de acuerdo con el estatuto marital o de pareja de la persona entrevistada –casado o cohabitando en pareja-) si se trata o no del principal sostén del hogar, y el número de niños viviendo en la casa. Respecto del análisis de los datos, se expresa la necesidad de tener en cuenta las características propias de los países de donde proviene la muestra. Así, se contemplan los modelos familiares dominantes en cada contexto (tradicional/moderno), los rasgos del mercado laboral y el respaldo social que ofrece el Estado (por ejemplo, en términos de la protección salarial que es capaz de asegurar así como las posibilidades de pugna por una mejora salarial habilitadas a los sindicatos).
Desde un punto de vista sociológico, la realización y difusión de este tipo de trabajos tiene el mérito de visibilizar el impacto de las jornadas de trabajo en condiciones no extremas –como es el caso de las jornadas extremadamente extensas en Japón, que llevan a la muerte, o de las guardias médicas de residentes-, las cuales no representan las condiciones de la mayoría de los trabajadores en actividad. Asimismo, el énfasis puesto en las jornadas moderadamente largas –hasta 60 horas semanales- permite no sólo ampliar las variables de interés que pueden encontrarse implicadas en el impacto en la salud (las variables sociales, familiares y contextuales que nombráramos previamente), sino también focalizar sobre indicadores de salud centrados en el impacto en el mediano a largo plazo (depresión, hipertensión, insatisfacción laboral), y no necesariamente en aquellos que implican un riesgo inminente. De esta manera, permitiría pensar en la aplicación de políticas de prevención primaria, y no únicamente en dispositivos orientados a la resolución de conflictos y de problemas generados por las condiciones de trabajo.
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