Autor del informe
Marcelo Gabriel Medina
Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia, Argentina
La psoriasis pustulosa generalizada (PPG) es una forma grave de psoriasis asociada a hallazgos sistémicos, cuyas complicaciones pueden comprometer la vida del paciente. Es una entidad infrecuente, no se conoce su etiología.
La PPG puede ser clasificada clínicamente en 3 tipos, según el modo de instalación: aguda, subaguda y crónica. Todas estas formas comparten la aparición de pústulas sobre una lesión eritematosa, son estériles y visibles; además, se presenta con o sin síntomas sistémicos de dolor, fiebre, malestar general, fatiga y manifestaciones extracutáneas, como artritis y colangitis neutrofílica.
La forma más común es la forma aguda, también llamada psoriasis de Von Zumbusch. Hay una gran necesidad, no cubierta, en cuanto a tratamientos que puedan resolver de manera rápida y eficaz los síntomas de
los brotes de PPG. Estos brotes tienen un impacto significativo en la calidad de vida y pueden conducir a la hospitalización con complicaciones de riesgo vital, como insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal y sepsis. La mortalidad oscila entre el 2 y el 16 %. No hay terapias aprobadas para la enfermedad en los Estados Unidos o Europa, y el manejo ha incluido ciclosporina, retinoides, metotrexato y agentes biológicos. El papel de la vía de la interleucina-36 en la PPG está respaldado por el hallazgo de mutaciones de pérdida de función en el gen antagonista del receptor de la interleucina-36 (IL36RN) y genes asociados (CARD14, AP1S3, SERPINA3 y MPO) y por la sobreexpresión de interleucina-36 citocinas en lesiones cutáneas con PPG.
Se observaron mejoras clínicas con spesolimab, un anticuerpo monoclonal humanizado contra el receptor de la interleucina 36, en un estudio abierto de fase 1 en el que participaron 7 pacientes que presentaban un brote de PPG. En el presente artículo: Trial of Spesolimab for Generalized Pustular Psoriasis, el ensayo de fase 2, hace referencia a que se asignaron aleatoriamente a pacientes con un brote de PPG en una proporción de 2:1 para recibir una dosis intravenosa única de 900 mg de spesolimab o placebo. Los pacientes de ambos grupos podían recibir una dosis abierta de spesolimab el día 8, una dosis abierta de spesolimab como medicación de rescate después del día 8, o ambas, y se les dió seguimiento hasta la semana 12.
El criterio principal de valoración fue psoriasis pustulosa generalizada por evaluación global del médico (PPGEGM), subpuntuación de pústulas de 0 (rango, 0 [sin pústulas visibles] a 4 [pústulas graves]) al final de la semana 1. El punto final secundario clave fue una puntuación total de PPGEGM de 0 o 1 (clara o piel casi clara) al final de la semana 1; las puntuaciones varían de 0 a 4, y las puntuaciones más altas indican una mayor gravedad de la enfermedad.
En este ensayo participaron un total de 53 pacientes: 35 fueron asignados para recibir spesolimab y 18 para recibir placebo. Al inicio del estudio, el 46% de los pacientes del grupo de spesolimab y el 39 % de los del grupo de placebo tenían una puntuación secundaria de pustulación de PPGEGM de 3, y el 37 % y el 33 %, respectivamente, tenían una puntuación secundaria de pustulación de 4. Al final de la semana 1, un total de 19 de 35 pacientes (54 %) en el grupo de spesolimab tuvieron una subpuntuación de pustulación de 0, en comparación con 1 de 18 pacientes (6%) en el grupo de placebo (diferencia, 49 puntos porcentuales; intervalo de confianza del 95%), [IC] 21 a 67; P<0,001). Un total de 15 de 35 pacientes (43%) tuvo una puntuación total de PPGEGM de 0 o 1, en comparación con 2 de 18 pacientes (11%) en el grupo de placebo (diferencia, 32 puntos porcentuales; IC del 95 %, 2 a 53; P=0,02).
Se informaron reacciones al fármaco en 2 pacientes que recibieron spesolimab, en 1 de ellos concurrentemente con una lesión hepática inducida por fármacos. Entre los pacientes asignados al grupo de spesolimab, se produjeron infecciones en 6 de 35 (17%) durante la primera semana; entre los pacientes que recibieron spesolimab en cualquier momento del ensayo, se produjeron infecciones en 24 de 51 (47%) en la semana 12. Se detectaron anticuerpos antifármaco en 23 de 50 pacientes (46%) que recibieron al menos una dosis de spesolimab. Lo cual indica que a las 12 semanas del ensayo, 53 pacientes en brote de PPG, fueron tratados con una sola dosis intravenosa de spesolimab o placebo. La mayoría de los pacientes al comienzo del ensayo tenían una densidad alta o muy alta de pústulas y una calidad de vida deteriorada. Los resultados después de una semana demostraron que: el 54% de los pacientes tratados con spesolimab quedaron completamente libres de pústulas visibles en comparación con el 6% de los tratados con placebo. El 43% de los pacientes tratados con spesolimab mostraron un aclaramiento completo o casi completo de la piel en comparación con el 11% de los del grupo de placebo.
El aclaramiento de las pústulas y de la piel continuó a lo largo del estudio. Este aclaramiento estuvo acompañado de mejoras clínicamente relevantes en la calidad de vida y síntomas como el dolor y la fatiga, en comparación con el placebo. A lo largo de las 12 semanas de duración del estudio, las tasas de infecciones no graves fueron más altas en el grupo tratado con el fármaco biológico en estudio en comparación con el grupo de placebo, sin un patrón con respecto al agente patógeno o a los órganos afectados. Sin embargo 2 pacientes notificaron tener reacciones a medicamentos, con eosinofilia y síntomas sistémicos.
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