aborda el metanálisis realizado por Lobo DL y su equipo, donde ofrece un análisis riguroso sobre la comparación entre la terapia con antibióticos y la apendicectomía en pacientes con apendicitis aguda no complicada, un tema de gran interés en la cirugía moderna. Sin embargo, mi opinión como cirujano general refuerza lo que la experiencia quirúrgica ha demostrado repetidamente: la apendicectomía sigue siendo la opción más segura y eficaz en estos casos.
Eficacia y Seguridad
Aunque es cierto que la idea de tratar la apendicitis aguda no complicada con antibióticos es atractiva —especialmente para evitar la cirugía—, la realidad es que, en la práctica diaria, esto raramente
ofrece una solución definitiva. Tal como muestran los resultados de este metanálisis, la tasa de éxito del tratamiento antibiótico es significativamente menor que la de la apendicectomía (62.9% frente a 91.7%). Esto significa que casi un tercio de los pacientes tratados con antibióticos tendrán una recurrencia en el transcurso de un año, y no solo eso, sino que además la calidad de vida de estos pacientes será inferior a la de los que se sometieron directamente a cirugía. En mi experiencia, esto es un hecho frustrante para cualquier paciente que vuelve a enfrentar una posible cirugía después de haber intentado evitarla con un enfoque conservador.
Este mismo tema fue analizado en el estudio COMMA Trial, donde se observó que aquellos pacientes que inicialmente optaron por el manejo antibiótico terminaron con tasas de recurrencia preocupantes. Entonces, desde una perspectiva práctica, me pregunto: ¿vale la pena exponer a los pacientes al riesgo de una segunda intervención cuando podríamos resolver el problema de manera definitiva con una apendicectomía?, y en mi experiencia la respuesta es no.
Complicaciones y Calidad de Vida
Los resultados del estudio también refuerzan algo que veo con regularidad: los pacientes tratados con antibióticos no solo tienen más probabilidades de recurrir, sino que también enfrentan un mayor riesgo de reingreso hospitalario. Este aumento en los reingresos, seis veces mayor según el metanálisis, pone de manifiesto la complejidad que conlleva este tipo de tratamiento conservador. En mi práctica, la idea de manejar a un paciente con antibióticos solo para que vuelva con una apendicitis más complicada, o con una perforación, simplemente no es aceptable. La apendicitis recurrente no es solo una complicación esperada; es una complicación que se puede evitar.
Además, aunque los antibióticos inicialmente parecen ofrecer una recuperación más rápida, el impacto a largo plazo en la calidad de vida es notablemente peor. En mi opinión, es importante mirar más allá de los primeros días posoperatorios y considerar cómo se siente el paciente meses después del tratamiento. Los pacientes que se someten a apendicectomía tienden a recuperarse mejor en términos generales, mientras que aquellos que optan por los antibióticos suelen vivir con la incertidumbre de si la apendicitis regresará.
Costo y Recursos
Es cierto que el manejo con antibióticos puede, en teoría, ahorrar recursos quirúrgicos en situaciones donde el acceso a la sala de operaciones está restringido, como sucedió durante la pandemia. Sin embargo, a largo plazo, la terapia antibiótica no es necesariamente más económica. Entre los reingresos y las posibles complicaciones, los costos hospitalarios pueden dispararse. Tal como se observó en estudios recientes, incluyendo el metanálisis de Quispe Cholan et al. (2023), los costos finales del manejo conservador, sumados a las cirugías tardías, a menudo superan el costo de una apendicectomía primaria.
Conclusión
Desde mi perspectiva como cirujano, el tratamiento antibiótico para la apendicitis aguda no complicada tiene un papel muy limitado en el manejo de esta condición. Los datos son contundentes: la apendicectomía sigue siendo el estándar de oro para estos casos, y aunque es cierto que los antibióticos pueden tener su lugar en circunstancias especiales, la realidad es que exponer a los pacientes al riesgo de recurrencia y complicaciones simplemente no es justificable. Si el objetivo es ofrecer a los pacientes una solución segura, efectiva y definitiva, la cirugía sigue siendo el camino a seguir.
Por tanto, si bien valoro el esfuerzo de los estudios como el de Lobo y su equipo por explorar alternativas, mi consejo para los colegas y pacientes sigue siendo claro: en la mayoría de los casos, la apendicectomía no solo es más eficaz, sino también más segura y definitiva a largo plazo.
Copyright © SIIC, 2024