Informe
Red Científica Iberoamericana
Maria Marta Amancio Amorim
Columnista Experto de SIIC
Institución: Centro Universitário Una
Belo Horizonte Brasil

Adequação nutricional do almoço consumido por crianças em uma (del almuerzo consumido por niños en una) escola infantil de Belo Horizonte, Brasil
A alimentação consumida pelas crianças avaliadas foram adequados (por los niños evaluados fue adecuada) para a vitamina A, sódio e zinco.

Resumen
A alimentação saudável deve ser ofertada às crianças tanto dentro de casa, quanto na escola (debe ofrecerse a los niños tanto en casa como en la escuela). Tendo em vista a (Teniendo en cuenta la) importância das escolas como ambiente de promoção da saúde, o presente trabalho tem como objetivo avaliar a adequação dos nutrientes consumidos no almoço dos pré-escolares de uma escola infantil privada (evaluar los nutrientes consumidos en el almuerzo de una escuela privada en el nivel prescolar) de Belo Horizonte/MG. Utilizou-se a pesagem direta das preparações e sobras em quatro (Se utilizó el peso directo de las preparaciones durante cuatro) dias consecutivos para obter o consumo alimentar médio das crianças de 2 e de 5 anos. Calcularam-se a energia, carboidrato, proteína, lipídio, fibras, sódio, zinco, vitamina A e ferro utilizando a Tabela Brasileira de Composição de Alimentos. Utilizou-se a recomendação do Programa Nacional de Alimentação Escolar (PNAE), como valores de referência de energia, macro e micronutrientes para o almoço, que corresponde a 20% das necessidades nutricionais diárias dos alunos. Os cardápios (al 20% de las necesidades nutricionales diarias de los alumnos. Los menúes) analisados foram adequados para a vitamina A, sódio e zinco e encontraram-se fora dos padrões preconizados pelo (y se entroncontraban fuera de los modelos impulsados por el) PNAE na maioria dos nutrientes. Assim mudanças são necessárias, aumentando as porções (De forma que es necesario hacer cambios aumentando las porciones) servidas do arroz para as crianças de 2 e de 5 anos e diminuindo as porções de carnes para as crianças de 2 anos. É necessário introduzir no cardápio alimentos fonte de ferro. Sugere-se avaliar separadamente o consumo médio das (Se sugiere evaluar por separado el consumo medio de las) crianças de 2 anos e de 5 anos no almoço, pois no presente estudo obteve-se o consumo (ya que en el presente estudio se obtuvo el consumo) médio englobando todas as crianças, bem como o consumo nas outras refeições (en las otras comidas).

Publicación en siicsalud
Artículos originales > Expertos de Iberoamérica >
http://www.siicsalud.com/acise_viaje/ensiicas-profundo.php?id=157021

Comentario
Autor del informe
Juan Manuel Bajo 
Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina


Tres son las funciones vitales esenciales de cualquier organismo: alimentación, respiración y reproducción. En el caso del organismo humano estas funciones, en especial alimentación y reproducción, están condicionadas por la cultura y se caracterizan por una gran multidimensionalidad y complejidad. En el apartado sobre alimentación que tiene el informe de UNICEF en su capítulo sobre el Estado Mundial de la Infancia 2019 advierte que al menos 1 de cada 3 niños menores de 5 años está desnutrido o tiene sobrepeso, y 1 de cada 2 padece hambre oculta, lo que menoscaba la capacidad de millones de niños para crecer y desarrollar su pleno potencial. A nivel mundial, al menos 1 de cada 3 niños menores de 5 años no crece de manera
adecuada porque sufre una o más de las tres formas más visibles de malnutrición: retraso en el crecimiento, emaciación y sobrepeso. Al menos 1 de cada 2 niños menores de 5 años en el mundo sufre de hambre oculta, es decir, falta de vitaminas y otros nutrientes esenciales. Además, el informe indica que la malnutrición sigue afectando gravemente a los niños. En 2018, casi 200 millones de niños menores de 5 años sufrían de retraso en el crecimiento o emaciación, mientras que al menos 340 millones sufrían de hambre oculta. Entre las diversas recomendaciones que los especialistas de UNICEF brindan para abordar y dar soluciones a la problemática alimenticia está la de recopilar periódicamente datos y pruebas de buena calidad para que sirvan de base de las acciones y permitan supervisar los progresos. El trabajo que aquí comentamos es un aporte en ese sentido.
En los últimos años se ha avanzado a nivel mundial en la reelaboración y adecuación regional de las distintas guías alimenticias para la población general. La pirámide nutricional establecida por el Departamento de Agricultura de los EE. UU. (USDA) en 1977 -refrendada en 1992- y las Guías Alimenticias de 1980 y de 1992 no solo se demostraron ser falsas sino sumamente perniciosas para la salud ya que fueron asumidas por la mayoría de los especialistas (médicos dietólogos, nutricionistas) sin mayor cuestionamiento. Para beneficio de todos comenzaron a ser reemplazadas en los últimos años por distintas versiones de My Plate, este sí basado en evidencia científica, en la mayoría de los países. En Brasil desde 2015 está disponible la nueva Guía Alimentaria para la Población Brasileña. En las distintas guías alimentarias actualizadas -europeas, asiáticas, americanas- se observan, como es lógico, variaciones que son producto de elaboración de científicos locales que tienen en cuenta las particularidades alimentarias y socioculturales de su país y por tanto establecen adecuaciones regionales. Por ejemplo, en la Guía Brasileña que mencionamos el arroz y los frijoles están casi omnipresentes en todos los ejemplos de platos. En otras guías se observa que la adecuación es mínima y por presiones de la industria alimenticia los hidratos de carbono simple en forma de productos como harinas y azúcares refinados tienen ligera preponderancia. En lo que aún no hay consenso definitivo es en las guías de alimentos complementarios especialmente las referidas a niñez y adolescencia. A esta situación se agrega el hecho de que no hay cantidad suficiente de datos sobre la ingesta de micronutrientes, vitaminas y oligoelementos en las poblaciones infantiles en especial las comprendidas entre los 2 y 5-6 años, es decir el momento previo al ingreso de la escolaridad. La alimentación de los niños de este grupo de edad suele estar a cargo no solo de los padres sino también de encargadas de guarderías, maestras jardineras, etc. Trabajos anteriores han demostrado que la buena alimentación, variada y completa en sus aspectos nutricionales, es difícil de evaluar en ciertos grupos etarios. En Brasil entre un 10% y 15% de los niños menores de 5 años no recibe la nutrición adecuada. Ya en el año 2002 la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil advertía de la insuficiencia en hierro y ácido fólico, pero también lo hacía sobre el peligro potencial de tratar de solucionar el problema mediante la adición de hierro y ácido fólico a las harinas de consumo masivo. Investigaciones más recientes han puesto el foco en la necesidad de realizar valoraciones reales de la ingesta de los distintos nutrientes en las edades preescolares y escolares. Algo que constituye un problema mundial. En 2015 se publicó un trabajo multicéntrico que abarco a Brasil, Rusia, Alemania y Estados Unidos. En los cuatro países se observaron deficiencias nutricionales. Además, este estudio hubo de realizarse mediante datos extraídos de otras publicaciones la mayoría basadas en cuestionario o recordatorio de 24 horas.
El estudio llevado a cabo por Amancio Amorin y colaboradores en Belo Horizonte constituye un aporte significativo no tanto por la extensión del tamaño muestral (28 niños) sino por la metódica empleada. El método de establecer el tipo y tamaño de ración, pesar las mismas y luego pesar las sobras, si bien no es original es casi insustituible pero lamentablemente en la actualidad son escasas este tipo de investigaciones.
Los investigadores pudieron calcular el consumo per cápita de energía, carbohidratos, proteínas, lípidos, fibra, sodio, zinc, vitamina A y hierro utilizando la Tabla Brasileña de Composición de Alimentos. Los niños estaban gran parte del día en la escuela-jardín (de 7:30 am a 5 pm) e ingerían 4 comidas (colación, almuerzo, merienda y cena) durante ese tiempo. En cada comida usaron los valores de referencia Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) para calcular el valor y el consumo de cada componente nutricional. Esta técnica les permitió además establecer las preferencias alimenticias de cada niño observar dificultades o mejoras en la ingesta, por ejemplo, quedo claro que el consumo de frijoles -un alimento presente en cada almuerzo o cena- no debe ser hecho tipo papilla o puré ya que no permite al infante masticar y saborear el alimento. Los alimentos que consumieron los niños durante la duración del estudio no fueron industrializados, sino que fueron preparados en la misma Unidad de Alimentación y Nutrición (UAN) logrando así mejor calidad de estos. Los resultados mostraron variabilidad en el consumo diario de cada tipo de comida. La cantidad de sodio ingerida fue variando según los días, pero en todos los casos se considero adecuada. El zinc estuvo por encima de lo recomendado por el PNAE, alcanzando 316% para niños de 2 años y 190% para 5 años, con gran variación entre los días analizados. La vitamina A superó la recomendación del PNAE requerida para los 2 grupos de edad. El hierro estuvo por debajo de lo recomendado por la PNAE para niños de 2 y 5 años. Los alimentos consumidos eran aptos para vitamina A, sodio y zinc y se encontraron fuera de los estándares recomendados por la PNAE en la mayoría de los nutrientes. A modo de conclusión los investigadores recomiendan cambios aumentando las porciones de arroz para los niños de 2 y 5 años y disminuyendo las porciones de carne para los de 2 años. Además, sugieren servir frutas de postre para aumentar el consumo de fibra. Es importante tener en cuenta que estudios similares indican que las posibles deficiencias de nutrientes clave en niños pequeños sanos ocurren en distintos países independientemente de su nivel actual de desarrollo socioeconómico. Queda claro entonces que los investigadores de todo el mundo deben trabajar juntos tanto para combinar y comparar los datos existentes como para identificar y subsanar las lagunas de datos. Los resultados de trabajos con este tipo de enfoque ayudarán a obtener una imagen clara del estado mundial de micronutrientes en niños pequeños sanos. Esto es necesario para ayudar a los pediatras, nutricionistas y profesionales de la salud pública en el desarrollo de estrategias para garantizar un nivel óptimo de micronutrientes ingesta desde los primeros años de vida.
Copyright © SIIC, 2020

Palabras Clave
alimentação escolar, alimentos, avaliação nutricional, serviço de alimentação
Especialidades
Nu.gif   SP.gif        AP.gif   P.gif   
ua81618
Inicio/Home

Copyright siicsalud © 1997-2024 ISSN siicsalud: 1667-9008