Autor del informe
Blanca Estela Hernández Chena
Instituto Mexicano del Seguro Social, Guadalajara, México
Las determinantes sociales influyen significativamente en la infección por la toxoplasmosis humana. La transmisión congénita es muy poco probable en los casos de infección previa de una madre sana inmunocompetente; un examen serológico a tiempo logra descubrir la seroconversión o cualquier aumento significativo del título de anticuerpos IgG específicos para
Toxoplasma.
El tratamiento de la madre durante el embarazo permite evitar o reducir la gravedad de la infección congénita en el niño; no obstante, determinar repetidamente los títulos de anticuerpos puede resultar demasiado costoso para la mayoría de los servicios sanitarios.
La toxoplasmosis, como causa de aborto habitual, es motivo de controversia, por lo que la infección debe ser cuidadosamente demostrada en el laboratorio, antes de indicar el tratamiento. Se recomienda controlar a las mujeres seronegativas
con una periodicidad mensual, con una prueba de IgM para Toxoplasma. Las IgG contra Toxoplasma suelen aparecer a partir de la cuarta semana después de la infección, y persisten toda la vida.
Debe notarse que la población estudiada pertenece a una zona endémica, por lo que cuenta con todos los factores de riesgo para presentar esta parasitosis. En este sentido, el riesgo más alto se observa en los sujetos mayores de 60 años y en los menores de 10 años, que representan la población más vulnerable.
Se puso de manifiesto la falta de estrategias de educación, información y comunicación para lograr la promoción de estilos de vida saludable. En este contexto, la toxoplasmosis es una infección oportunista común en los pacientes con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Es necesario el uso de agua filtrada o hervida, de acuerdo con los factores de riesgo identificados para la infección por Toxoplasma, y debe subrayarse que la cloración es insuficiente para la eliminación de los ovoquistes del parásito.
Se aconseja brindar recomendaciones a las pacientes con respecto a los siguientes aspectos, con el fin de prevenir la infección por Toxoplasma: consumo de carnes bien cocinadas; consumo de agua potable y manejo higiénico de los alimentos; lavado de manos posterior a actividades de jardinería o manipulación de animales (gatos).
Asimismo, es importante detectar a tiempo la presencia del parásito o la enfermedad durante la gestación, de manera de evitar las consecuencias negativas que esto implica.
La toxoplasmosis adquirida después del nacimiento es, en general, una enfermedad menos grave. No obstante, a menudo hay presencia de linfocitosis. Habitualmente, el paciente se cura de forma espontánea luego de varias semanas o meses. Muchos casos no requieren atención médica y pasan inadvertidos.
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