Red Científica Iberoamericana

ESTILO DE VIDA Y RIESGO DE DIABETES MELLITUS EN TRABAJADORES INFORMALES EN COLOMBIA

Omar Andrés Ramos Valencia1,Karina Rodríguez Espinosa2,Robinson David Ramírez Toro3,Betsy Mercedes Ledezma Chávez4 y Mabel Lorena Salazar Dulcey5
1Kinesiólogo, magíster en Salud Pública, Universidad del Cauca, Popayan, Colombia
2Kinesióloga, magíster en Ergonomía, Universidad Mariana, Nariño, Colombia
3Kinesiólogo, magíster en Epidemiología, Universidad Mariana, Nariño, Colombia
4Kinesióloga, magíster en Prevención de Riesgos Laborales, Universidad del Cauca, Popayan, Colombia
5, Universidad del Cauca, Popayan, Colombia

Popayan, Colombia (SIIC)

Las trabajadoras informales tienen mayor riesgo y 16% más de probabilidad de tener diabetes mellitus que los hombres. Factores como el bajo nivel socioeconómico, la educación y las responsabilidades familiares desiguales aumentan su vulnerabilidad. Implementar programas de salud pública enfocados en educación, alfabetización en salud y promoción de hábitos saludables reduce estos riesgos.

Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) son consecuencia de la asociación de factores hereditarios, fisiológicos, ambientales y de conducta. Estas enfermedades constituyen la principal causa de morbilidad y mortalidad a nivel global, y son responsables de 41 millones de muertes anuales (74% de la mortalidad mundial), entre las cuales las más prevalentes son las cardiovasculares (17.9 millones), el cáncer (9.3 millones), las enfermedades respiratorias crónicas (4.1 millones) y la diabetes (2.0 millones).1-3 En Colombia, en el año 2022, las ECNT ocuparon el primer lugar en el motivo de consulta, lo que aporta el 69% de las atenciones realizadas en el sistema de salud.4

Por su alta prevalencia, la diabetes mellitus (DBT) se ha convertido en una enfermedad de interés en salud pública, pasando de 30 millones a más de 400 millones de casos en la última década, sin contar que una cantidad notable de personas con DBT no ha sido diagnosticada.5 La DBT se presenta principalmente en adultos, pero en los últimos años se evidencia un aumento en la población infantil y adolescente, asociado con el incremento de la obesidad en esta población. Los principales factores de riesgo de la DBT se asocian con poca actividad física, exceso de peso, dieta no saludable, alcohol y tabaco.6-9

En el continente americano, 62 millones de personas con bajos y medianos recursos económicos padecen de DBT, tendencia que viene en aumento en los últimos 30 años, acompañada de una mayor prevalencia de sobrepeso en las Américas que a nivel mundial, lo que revela la magnitud del problema y su estrecha relación con los factores metabólicos y sociales.6-10 Diversos estudios evidencian que las principales causas de muerte en personas con DBT se asocian con las enfermedades vasculares, el cáncer y la demencia.11 En Colombia, en 2022, fueron diagnosticadas 1 599 368 personas con DBT (3.12 casos por cada 10 000 habitantes), situación que representa un gran reto para el sistema de salud colombiano.9

Se ha evidenciado que el nivel de ingresos en el hogar repercute en el desarrollo social y el estado de salud de sus integrantes, lo que se relaciona directamente con la ingesta de alimentos saludables, las condiciones de la vivienda, los comportamientos de riesgo y el acceso a servicios de salud de calidad, entre otros aspectos.12 En este sentido, las personas en condiciones de informalidad laboral se ven afectadas en su situación económica y de salud, y esto influye de manera negativa en el entorno familiar y social.13

La relación entre el trabajo informal y las ECNT es un tema de salud relevante, la naturaleza del empleo informal contribuye a aumentar el riesgo y la prevalencia de enfermar; las largas jornadas laborales promueven el sedentarismo (debido al tiempo limitado para el desarrollo de actividades deportivas y recreativas); además, si se agrega que en sus hábitos y estilo de vida o factores culturales hay una ingesta de alimentos no saludables, consumo de tabaco y alcohol, la probabilidad de desarrollar un ECNT se exponencia.14

Varios estudios reconocen que los asalariados informales, expuestos a precariedad laboral, presentan impactos negativos en su salud física y mental asociados con los hábitos y estilos de vida no saludables, a las conductas y condiciones ocupaciones peligrosas o inseguras,15-18 así como también en su percepción del bienestar y la calidad de vida.19 Los estilos de vida son construcciones sociales complejas y dinámicas que se alimentan por la interacción familiar y del entorno social, influenciando al proceso salud-enfermedad.20-21

La economía informal está presente en todos los países, aunque es más frecuente en los países en desarrollo y se asocia con bajos ingresos e inseguridad laboral. La falta de posibilidades en la economía formal y de otros medios para mantenerse hacen que 2000 millones de personas a nivel mundial, ingresen a la informalidad sin ninguna protección social.22,23

En los países de América Latina y el Caribe, el trabajo informal forma parte de su estructura económica, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el año 2016 el 53.1% de los trabajadores eran informales, situación que empeoró con la pandemia de COVID-19.24,25

En Colombia, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) considera “ocupado informal” a todo trabajador asalariado o empleado doméstico que no tenga contribuciones a salud ni pensión, o que no tenga relación laboral formal con el empleador. En el año 2023 las ciudades que más informalidad presentaron fueron Sincelejo (68,5%), Valledupar (64.2%) y Riohacha (63.7%), y las de menor proporción Bogotá (32.8%), Manizales (32.9%) y Medellín (38.7%); Pasto presentó un 55.2% de informalidad proporción cercana a la nacional.26

Las plazas de mercado son lugares de trabajo en los que se evidencia la economía informal y en los cuales se encuentra precariedad en las condiciones laborales y estilos de vida no saludables que incrementan el riesgo para el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la DBT. Estos trabajadores están expuestos a una alta carga laboral reflejada en largas jornadas de trabajo con pocas pausas y limitados días de descanso a la semana, lo que repercute en mayor estrés físico y psicológico.14

La DBT es un problema de salud pública en Colombia que debe abordarse en todos los niveles de atención utilizando diferentes estrategias de prevención en todas sus etapas,27 por lo tanto, la identificación de los factores de riesgo específicos, la evaluación del nivel de conocimiento y la tamización sobre la DBT entre los trabajadores informales es un imperativo desde la protección social y la equidad en salud como una pieza fundamental de justicia social.28,29

La hipótesis de esta investigación se centró en que existe una asociación significativa entre los determinantes, las condiciones de trabajo y el riesgo de desarrollar DBT en los trabajadores informales de las plazas de mercado de la ciudad de Pasto, lo que conlleva a un aumento en la incidencia de la enfermedad si no se toman medidas preventivas y de promoción de la salud. El objetivo de la investigación es determinar el riesgo de DBT en trabajadores informales de las plazas de mercado dela ciudad de Pasto Colombia en el año 2023.


Diseño del estudio

Se realizó un estudio con enfoque cuantitativo de tipo observacional, con diseño transversal analítico. La población universo estuvo formada por los trabajadores informales de las plazas de mercado de la ciudad de Pasto que según reporte realizado en el año 2021 corresponde a 3358 aproximadamente.27 La población estudio fueron los trabajadores informales de las plazas de mercado las cuales se encuentran en la zona urbana de la ciudad de Pasto, estas plazas tienen aproximadamente 3331 trabajadores informales.27 Para determinar la muestra, se utilizó el cálculo de muestra finita, con un nivel de confianza de 95% lo que corresponde a una puntuación estándar de 1.96, y con una varianza de la población del fenómeno estudiado de 0.25 y un índice de precisión o error muestral de 5%, que corresponde a 0.05, con lo que se obtuvo una muestra de 345 participantes. Se realizó un muestreo estratificado, en el quela población de estudio se dividió en estratos correspondientes a cada plaza de mercado, realizó una asignación proporcional, como se ve en la Tabla 1. Los datos fueron recolectados en los meses de enero a julio de 2023.





Una vez que se contó con el aval de la Universidad Mariana y la alcaldía municipal de Pasto, se procedió a capacitar a estudiantes del Programa de Fisioterapia de la Universidad Mariana, sobre los objetivos del estudio y los instrumentos de recolección de la información. Cada trabajador informal que cumplió con los criterios de selección fue invitado a participar del estudio mediante la firma del consentimiento informado, para posteriormente realizar la recolección de la información.

Como criterio de inclusión, se consideró la aceptación de los trabajadores informales mayores de 18 años, de las 3 plazas de mercado a participar del estudio, mediante la firma del consentimiento informado. Como criterios de exclusión, se consideró aquellos participantes que realizaban aportes a salud o pensión del SGSS, con diagnóstico confirmado de diabetes y deterioro cognitivo. Ningún participante fue excluido.

Se consideraron tres grupos de variables: sociodemográficas, ocupacionales y riesgo de desarrollar DBT. Las variables sociodemográficas incluyeron: edad, sexo, estado civil, escolaridad, estrato socioeconómico, etnia y régimen de afiliación en salud. Las variables ocupacionales: cantidad de horas trabajadas por día, tiempo que lleva ejerciendo la profesión e ingresos mensuales. La información de estas dos variables fue recolectada a través de cuestionario basado en informes de estadística sociodemográfica aplicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).30 En cuanto a la variable riesgo de desarrollar DBT tipo 2, se evaluó a través del test de FINDRISC, que en América Latina y Colombia ya dispone de estudios de validación y ha mostrado características operativas similares a las reportadas en estudios en otros países, el test cuenta con una sensibilidad del 74% y especificidad del 60%. El Ministerio de Salud y de la Protección Social de Colombia establece como recomendación en la guía de práctica clínica para la prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la DBT tipo 2, la aplicación del test de FINDRISC para la tamización de diabetes no diagnosticada en población colombiana adulta, indica que un puntaje igual o mayor a 12 sugiere riesgo de desarrollar esta enfermedad y es el punto de corte para la realización de marcadores glucémicos que confirmen el estado metabólico.27,31,32 Para la medición del peso corporal se utilizó una báscula digital calibrada, se llevó a cabo con el participante sin zapatos y usando la menor cantidad de ropa; para la talla se empleó un tallímetro, la persona sin zapatos y con los talones totalmente pegados al piso, brazos a los lados del cuerpo y cabeza recta en posición horizontal, y para el perímetro abdominal se utilizó una cinta métrica flexible en contacto con la piel del participante entre de la última costilla y el borde superior de la cresta ilíaca.

Para controlar el sesgo de selección se tuvo como criterio de exclusión aquellos participantes que realizaban aportes a salud o pensión del SGSS y las personas con diagnóstico médico de DBT.

Para el análisis estadístico se utilizó el software SPSS®, versión 23, las variables cualitativas se expresaron a través de frecuencias absolutas y porcentajes. Las variables cualitativas se enunciaron en forma de frecuencias y porcentajes, las variables cuantitativas no distribuyeron normal bajo la prueba de Kolmogorov Smirnov, por lo que se expresaron los valores de mínimo, máximo, media, rango intercuartílico y cuartiles. Estos datos estadísticos son más robustos ante la falta de distribución normal. Para encontrar que variables de estudio se asocian con el riesgo de padecer DBT tipo 2, se calcularon con el odds ratio (OR) crudo, IC 95% y valores p con un nivel de significancia del 5% (p < 0.05).

Para unificar las variables del perímetro abdominal en hombres y en mujeres se categorizó esta variable como “Riesgo cardiovascular” considerando como riesgo en los hombres con perímetros = 94 cm y en las mujeres con perímetros =80 cm, según el Adult Panel Treatment III (ATPIII), al categorizar la variable, se reduce el impacto de posibles valores atípicos del perímetro abdominal, lo que se alinea con las recomendaciones clínicas pues los puntos de corte establecidos por ATP III son ampliamente utilizados para identificar a individuos con mayor riesgo cardiovascular asociado al exceso de grasa abdominal, lo cual es una posible variable de asociación a la diabetes mellitus.

Esta investigación se consideró de riesgo mínimo según la Resolución 8430 de 1993 del Ministerio de Salud de Colombia.33 Todos los procedimientos se realizaron de acuerdo con los estándares éticos de la declaración de Helsinki de 1964 y sus enmiendas posteriores, y contó con aprobación del Comité de Ética para la Investigación Científica de la Universidad del Cauca (Acta n° 6.1 -1.25/15 del día 27 de junio de 2023).


Resultados

Se evaluaron 345 trabajadores informales de las plazas de mercado de la ciudad de Pasto, las mujeres representaron casi cuatro veces la proporción de hombres. En cuanto al estado civil, los solteros y aquellos que viven con una pareja se distribuyeron de manera equitativa. La mayoría de los participantes (un poco más del 50%) tenían como máximo nivel educativo la educación básica primaria. Toda la población evaluada pertenecía a estratos socioeconómicos bajos, con más del 50% en estrato bajo-bajo. La media de edad de los trabajadores fue de 52 años, con el 75% de la población de 63 años o menos, como se detalla en la Tabla 2.





En la aplicación de la escala FINDRISC a los trabajadores informales, se observó que el 78.3% presentaba un índice de masa corporal (IMC) superior a 24 kg/m², lo que indica sobrepeso. El 43% de los hombres tenían un perímetro abdominal igual o mayor a 94 cm, y el 77.7% de las mujeres presentaba un perímetro abdominal superior a 80 cm, lo que ubica esta población en riesgo cardiovascular.

Más de un tercio de la población manifestó no realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física. En cuanto al consumo de frutas, verduras y hortalizas, la frecuencia fue similar entre quienes indicaron consumirlas diariamente y quienes no. Además, el 40.6% de los participantes refirió haber recibido tratamiento farmacológico para la hipertensión arterial (HTA), el 3.8% informó haber tenido alguna vez niveles elevados de glucosa en sangre, el 4% reportó antecedentes familiares de primer grado con DBT y el 29.3% indicó antecedentes en familiares de segundo grado (abuelos, tíos o primos) con este diagnóstico, como se muestra en la Tabla 3.





Al calcular el riesgo de desarrollar DBT en los próximos 10 años utilizando la escala FINDRISC, se encontró que el 53% de la población estaba en riesgo bajo o ligeramente elevado (estimado de 1% y 4%, respectivamente). El 45% de los trabajadores presentaba un riesgo moderado a alto, con un 17% y 33% de riesgo, respectivamente, mientras que el 1.7% tenía un riesgo muy alto de 50% de desarrollar la enfermedad, como se describe en la Tabla 4.





Para determinar la asociación entre las características sociodemográficas y los ítems de la escala FINDRISC con el riesgo de desarrollar DBT en los próximos diez años, se realizaron regresiones logísticas simples, obteniendo OR crudos con intervalos de confianza (IC) del 95% y valores de p <0.05. Se reagruparon las categorías de riesgo de la escala FINDRISC, combinando el riesgo bajo y ligeramente elevado, y utilizando como variable de interés el riesgo moderado, alto y muy alto.

En las variables con mayor riesgo de desarrollar DBT en los próximos diez años las mujeres presentaron un 16% más de riesgo que los hombres y casi el doble de riesgo en comparación con ellos. La edad superior a 64 años se asoció con un riesgo 30 veces mayor en comparación con edades menores. Aunque la ausencia de estudios formales fue la segunda categoría menos común, esta se asoció con un riesgo 13 veces mayor de DBT en comparación con otros niveles educativos.

El perímetro abdominal se categorizó según el riesgo cardiovascular, utilizando los puntos de corte de la Organización Mundial de la Salud (OMS): = 94 cm en hombres y = 80 cm en mujeres.32 Aquellos con riesgo cardiovascular presentaron un riesgo 6 veces mayor de DBT en comparación con aquellos con perímetros abdominales más bajos. La falta de actividad física se asoció con un riesgo casi 4 veces mayor de DBT en comparación con quienes realizan al menos 30 minutos de actividad diaria. Un bajo consumo de frutas, verduras y hortalizas se asoció con un riesgo casi 2 veces mayor en comparación con quienes las consumen diariamente.

Los trabajadores diagnosticados con HTA tuvieron un riesgo 9 veces mayor de desarrollar DBT en comparación con normotensos. Además, aquellos con antecedentes de niveles elevados de glucosa en sangre presentaron un riesgo 7 veces mayor en comparación con aquellos con niveles normales. Se observó que los trabajadores con un IMC entre 25-30 kg/m² tenían un riesgo 8 veces mayor de desarrollar DBT en comparación con aquellos con un IMC inferior, y los que presentaban un IMC superior a 30 kg/m² tenían un riesgo 32 veces mayor, como se observa en la Tabla 5.





Las variables más influyentes, con un riesgo de moderado a muy alto, representan aquellas personas con obesidad (IMC = 30 kg/m²), el mayor riesgo significativo con un OR de 125, esto es, 125 veces más el riesgo de DBT con respecto a IMC menores, del mismo modo si la persona ha sido diagnosticada con HTA, incrementa el riesgo en 5 veces más la probabilidad de padecer diabetes. De igual manera el riego de diabetes se incrementa en 122 veces más, si alguna vez se encontraron los niveles altos de glucosa en sangre. 
En cuanto a las características sociodemográficas que más explica el riesgo de diabetes, es la edad, puesto que es directamente proporcional, al aumentar la edad, aumenta el riesgo, siendo así que las personas con más de 64 años tienen 90 veces mayor probabilidad de padecer dicho fenómeno. Con respecto a los antecedentes familiares cercanos, que han sido diagnosticados con DBT el riesgo de padecer dicha enfermedad aumenta en 19 veces. En lo que respecta a los hábitos de vida poco saludables, se asocian con un incremento sustancial del riesgo (hasta en 9 veces) aquellas personas que no realizan actividad física; en tanto que el bajo consumo de frutas y verduras aumenta 3 veces más el riesgo de padecer DBT, como se puede ver en la Tabla 6.





Este estudio incluyó a 345 trabajadores informales de las plazas de mercado de la ciudad de Pasto, de los cuales el 78% fueron mujeres, la distribución por género de los participantes fue consistente con estudios previos realizados en Antioquia y Bogotá con trabajadores informales, vendedores ambulantes y de plazas de mercado, donde se reportó que más del 50% de la población era femenina. Sin embargo, en términos de edad, este estudio difiere, ya que el 67.5% de la población tenía 45 años o más, mientras que, en los estudios citados, menos del 50% de los participantes se encontraba en ese rango de edad.14,33–35

Según la CEPAL, la informalidad laboral en América Latina presenta desigualdades de género, edad, territorio, etnia y nivel socioeconómico. Las mujeres, los jóvenes y los adultos mayores tienen mayor probabilidad de estar en la informalidad. Las mujeres con hijos tienen una mayor tendencia a trabajar en empleos informales, lo que está relacionado con la flexibilidad de este tipo de empleo para combinar responsabilidades familiares y del hogar.19,21 Esta tendencia se observa también en países de ingresos medios y bajos, como Colombia, donde se ha reportado una mayor proporción de mujeres en el empleo informal.19,21

En cuanto a la condición socioeconómica, todos los participantes de este estudio pertenecían a los estratos socioeconómicos bajo y bajo-bajo (1 y 2), lo que es consistente con otros estudios, como el realizado en el Huila, en los cuales el 98.1% de los trabajadores informales se encontraban en los estratos socioeconómicos más bajos.36 Esta situación refleja un alto nivel de vulnerabilidad y pobreza asociado con el trabajo informal.

El bajo nivel educativo también se evidenció como un factor común entre los participantes: el 57.1% reportó tener solo educación primaria, un dato que coincide con el estudio de Sánchez Torres en Bogotá, en el que el 49.8% de los trabajadores informales había cursado hasta la primaria.33,37 La baja escolaridad es un determinante clave de la informalidad laboral, ya que aquellas personas que han completado la secundaria o tienen formación técnica o profesional tienen menores probabilidades de trabajar en el sector informal, por cada año de estudio, se disminuye la probabilidad de trabajar en la informalidad.33,37 La persistencia en el empleo informal se asocia también con la entrada temprana en el mercado laboral, lo que limita la movilidad hacia otros sectores, por lo tanto, no consideran otra tarea para su sustento económico y terminan realizando la misma labor que sus familiares.19,34

Con respecto al estado civil, el 49.3% de los participantes de este estudio vivía en pareja, un hallazgo comparable con estudios realizados en Antioquia, donde el 50% de los trabajadores informales estaban casados o en unión libre.35 Un estudio mexicano refirió que las personas casadas o que viven en unión libre tienen 0.0214 más de probabilidad de estar en la informalidad, aunque el análisis estadístico no mostró significancia en esta relación.37 La relación entre el estado civil y el empleo informal puede variar dependiendo de la definición de informalidad utilizada, siendo más pronunciada cuando se considera la falta de cobertura de seguridad social.21

En cuanto al perfil nutricional, el 45.8% de los trabajadores presentó sobrepeso y el 32.5% obesidad. Asimismo, el 77.4% no realizaba actividad física diaria y el 51.6% no consumía frutas y verduras de manera regular. Estos resultados son consistentes con estudios en otras regiones de Colombia, donde se ha reportado una alta prevalencia de sedentarismo y una dieta inadecuada entre los trabajadores informales.14,38,39 Se ha demostrado que la falta de acceso a sistemas de seguridad social y los bajos niveles educativos contribuyen a estilos de vida poco saludables, lo que aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad.38

En relación al IMC, se encontró que el 45.8% de los trabajadores informales presentó sobrepeso y el 32.5% obesidad, el 77.4% reportó no realizar actividad física diaria y el 51.6% no consumir frutas y verduras a diario, el 40.6% de la población refirió haber recibido tratamiento farmacológico para la HTA, el 45% presentó un riesgo moderado a alto de desarrollar DBT en los próximos 10 años y el 1.7% tenía un riesgo muy alto. Datos similares se hallaron en estudios colombianos, en Medellín el 42.3% de la población se encontró con sobrepeso y el 26.2% eran obesos, en Antioquia el 62% no realizaba ninguna actividad física y el 67% prefería los fritos en sus comidas, en el Caribe colombiano el 91.1% de los trabajadores informales no tenía hábitos adecuados de actividad física y 90.7% consumía pocas verduras y frutas, con ingesta rica en azúcar, sal y grasa.14,34,35

Se considera que los bajos niveles de escolaridad y el difícil acceso al sistema general de seguridad social influyen en los estilos de vida poco saludables de los trabajadores informales, encontrando que el sedentarismo, el consumo de grasas, harinas y azúcares llevan a problemas de salud como el sobrepeso y la obesidad.34 Las malas condiciones de salud en poblaciones socioeconómicas desfavorables pueden explicarse, en parte, por una dieta inadecuada. El bajo nivel educativo y los bajos ingresos económicos pueden influir en la elección de alimentos con precios módicos, insalubres y de alto contenido energético.36

La obesidad es una enfermedad compleja que se ha incrementado en forma constante entre la población, a nivel mundial el 39% de la población tiene sobrepeso y el 13% son obesos, siendo la causa más común la dieta alta en calorías y la baja actividad física. El sobrepeso es uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de resistencia a la insulina, conduce a complicaciones vasculares como la DBT y la hipertensión arterial. La HTA afecta a 1 de cada 3 adultos en el mundo, y es la obesidad responsable del desarrollo de esta en un 60% a 70%. A nivel mundial la DBT afecta a 347 millones de individuos, y las personas obesas tienen 7 veces mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.37-40 La asociación de la DBT con la HTA tiene 2 veces mayor riesgo de presentar eventos de origen cardiovascular y renal.41

En este estudio, las principales variables asociadas al riesgo de desarrollar DBT en los próximos 10 años fueron: ser mujer, tener sobrepeso u obesidad, bajo nivel educativo, falta de actividad física y bajo consumo de frutas y verduras. Estos hallazgos son consistentes con un estudio realizado en Ecuador, que también reporta un mayor riesgo de DBT en mujeres, personas con menor nivel educativo, ingresos más bajos y hábitos alimenticios poco saludables.37

En la población estudiada, los hábitos y estilos de vida poco saludables como la dieta inadecuada, la falta de actividad física y el sedentarismo están relacionados con el sobrepeso y la obesidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la HTA y la DBT, hallazgos que coinciden con la evidencia científica que demuestra como la DBT es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad a nivel mundial.


Conclusión

La investigación evidencia un riesgo elevado de desarrollar DBT entre las trabajadoras informales, quienes presentan un 16% más de probabilidad de padecer esta enfermedad en comparación con los hombres. Este hallazgo demuestra la necesidad de una atención dirigida con programas de salud pública para las mujeres en el contexto laboral informal, en los cuales los factores sociales, como la distribución desigual de roles y responsabilidades familiares y del hogar, junto a las condiciones socioeconómicas bajas, exacerban la vulnerabilidad a enfermedades metabólicas como la DBT en esta población.

El estudio resalta que, dentro de la población evaluada, pertenecer a estratos socioeconómicos bajos, tener una educación básica primaria y estilos de vida inadecuados, se relaciona con un elevado índice de sobrepeso y obesidad, consecuentemente con el riesgo de desarrollar DBT. Es por ello que implementar estrategias enfocadas en mejorar el acceso a la educación, alfabetización en salud, promoción de hábitos de vida saludables, participación en programas de nutrición y actividad física mejoraría la calidad de vida de esta población informal y disminuiría los factores críticos en la etiología de la DBT.




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