Red Científica Iberoamericana

TOXOPLASMOSIS HUMANA, VARIABLES Y DETERMINANTES SOCIALES EN UN MUNICIPIO RURAL EN COLOMBIA

Omar Andrés Ramos Valencia1 y Luis Reinel Vásquez Arteaga2
1Kinesiólogo, Profesor, Universidad del Cauca, Popayan, Colombia
2Biólogo, Docente universitario, Universidad del Cauca, Popayan, Colombia

Popayan, Colombia (SIIC)

El estudio resalta que las variables relacionadas con los determinantes sociales en salud influyen significativamente en la infección por toxoplasmosis.

La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa, zoonótica, de gran difusión mundial, ocasionada por un parásito, Toxoplasma gondii, un protozoario intracelular obligado capaz de infectar las células de los tejidos de todos los vertebrados (con excepción de los eritrocitos). Los hospederos intermediarios de T. gondii son posiblemente más de 220 especies entre las que se hallan aves, mamíferos y el ser humano. Las características principales de este parásito son su particular proceso de multiplicación dentro de las células hospedadoras y la capacidad que tiene este protozoo de integrarse a la pirámide alimentaria, lo que establece la vía de transmisión oral como principal fuente de contagio para los herbívoros; la vía de transmisión por vehiculación de alimentos cárnicos en los carnívoros y la vía de transmisión congénita, que se produce en la fase de gestación en las mujeres.

La toxoplasmosis tiene muchas similitudes con las enfermedades virales, especialmente en lo relacionado con su diagnóstico biológico, que se establece en la mayoría de los casos con métodos serológicos indirectos y, en otros, con la detección del agente causal, utilizando técnicas parasitológicas. Generalmente, en la toxoplasmosis los síntomas se encuentran ausentes; entonces, la demostración de la infección por T. gondii no puede basarse únicamente en los hallazgos clínicos sino en conjunto con los resultados del laboratorio. Los estudios patológicos demuestran que es una enfermedad benigna o asintomática cuando afecta a niños o adultos en condiciones normales; sin embargo, el parásito presenta gran agresividad durante la gestación, provocando abortos o malformaciones congénitas; las investigaciones indican que aproximadamente entre el 39% y el 50% de las mujeres infectadas por primera vez durante el embarazo, no tratadas, tienen probabilidad de pasarle la infección al feto. En los pacientes inmunodeprimidos, las consecuencias pueden, en numerosas ocasiones, conducir a la muerte, ya que este parásito es una de las infecciones oportunistas más frecuentes en los pacientes con VIH-sida con encefalopatía aguda como principal patología.

En Colombia, según el Estudio Nacional de Salud de Toxoplasmosis realizado en 1982, se halló una prevalencia del 47% en la población general; así, se consideró una zona endémica para esta zoonosis y se mostró, además, que cada año aparecen de 2 a 10 casos de toxoplasmosis congénita por cada 1 000 recién nacidos vivos.

En Popayán, en las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) que brindan servicio de oftalmología, en 2007, se detectó que el 10% de la población que acude a infectología oftalmológica es diagnosticada con toxoplasmosis.

Cabe destacar que la toxoplasmosis en Colombia es un problema de salud pública, que en la actualidad no presenta intervención por ningún organismo del Estado, donde hacen falta estrategias de educación, información y comunicación para lograr la promoción de estilos de vida saludable, de convivencia con animales domésticos y de hábitos higiénicos y alimentarios, para mejorar el conocimiento de la infección entre grupos de riesgo y los trabajadores de la salud.

El sistema de salud colombiano cubre, en el Plan Obligatorio de Salud, el diagnóstico serológico de inmunoglobulina G (IgG) y de inmunoglobulina M (IgM) en embarazadas, pero por razones de falta de laboratorios clínicos en las IPS de los municipios categorías 2, 3, 4, 5 y 6, afecta la oportunidad o accesibilidad a los servicios de salud para realizar un manejo integral, lo que hace difícil el diagnóstico oportuno en gestantes y, por ende, ser atendidas oportunamente en su control prenatal.

Según el Instituto Nacional de Salud, esta parasitosis no es de notificación obligatoria a las secretarías de salud departamentales, lo que posiblemente contribuye a la poca conciencia de la magnitud de esta enfermedad y, al no existir un sistema de vigilancia para T. gondii, se subestima el costo social e institucional que esta infección implica, como el impacto clínico ocasionado en las personas que la adquieren, ya que los tratamientos, principalmente para los pacientes con problemas congénitos, inmunitarios y neurológicos, generan costos elevados para las Entidades Promotoras de Salud y, por consiguiente, para el Sistema General de Salud.

La investigación se ejecutó en el municipio de Mercaderes, que se encuentra situado al sudoeste del Departamento del Cauca, a 131 kilómetros de la capital Popayán; con una altitud de 1167 metros sobre el nivel del mar. Este estudio descriptivo de corte transversal se realizó en 665 habitantes del área rural, su población total es de 17 679 habitantes; el 47.53% son hombres (8411) y un 52.47% son mujeres (9286) (DANE 2005).

Se invitó a participar de forma voluntaria; a las personas que aceptaron, se les dio a firmar su consentimiento informado. Para la recolección de la información se utilizó una encuesta estructurada dividida en siete dimensiones: datos sociodemográficos, socioeconómicos, hábitos alimentarios, hábitos de higiene, infraestructura o vivienda, variables clínicas y conocimiento de la enfermedad.

De cada participante se tomaron 3 ml de sangre obtenidos por punción venosa de la vena cubital según las técnicas convencionales de venopunción. Las muestras de suero fueron analizadas en las instalaciones del grupo CEMPA de la Universidad del Cauca. Se consideraron como sueros positivos para IgG aquellos con títulos mayores o iguales a 10 UI/ml; negativos para IgG, los títulos iguales o por debajo de 9 UI/ml, y, como muestras indeterminadas, los sueros con títulos que fueron mayores pero no iguales a 9 UI/ml y menores pero no iguales a 10 UI/ml.

Este estudio fue revisado y aprobado por el Comité Institucional de Revisión de Etica Humana (CIREH) de la Universidad del Valle y por el Comité de Etica de la Universidad del Cauca. Se siguieron las normas éticas estipuladas en la resolución 8430 de 1993 del Ministerio de Salud Pública de Colombia, donde se cataloga como una investigación de riesgo mínimo.

De los 665 individuos estudiados, se encontraron 423 (63.6%) personas seropositivas para anticuerpos IgG específicos para T. gondii. Se hallaron 226 individuos seronegativos que representaron el 34% de la población y 16 muestras (2.4%) fueron indeterminadas, las cuales quedaron para criterio médico y no fueron incluidas en el análisis final de los datos.

El estudio mostró el aumento de la positividad con respecto al aumento de la edad de la población estudiada; se encontró una prevalencia del 45.2% para los menores de 10 años y un 77% de seropositividad para los adultos mayores de 60 años. Se observa que la probabilidad de ser positivo aumenta con la edad del individuo (p = 0.014).


La positividad encontrada mostró una zona endémica elevada; no mostró concordancia con el Estudio Nacional de Salud Toxoplasmosis en Colombia; ésta fue la única investigación hallada de población general en este país, ya que otros estudios se han enfocado en embarazadas, en niños con toxoplasmosis congénita y en pacientes inmunocompetentes.
Con relación a la infección, ésta se puede iniciar en la infancia, donde el presente estudio muestra que la prevalencia es menor y se encuentran prevalencias más altas en los mayores de 40 años; esto puede explicarse porque el sistema inmunitario guarda memoria del anticuerpo y, así, si la infección se adquiere en la infancia, la IgG será detectada con la técnica ELISA a través de los años. El problema radica en las mujeres que adquieren la infección durante la gestación, porque podrán trasmitirla al feto, generándole graves problemas de salud si no es tratada adecuadamente.

Nuestro Sistema Nacional de Salud proporciona, en el control prenatal, una sola prueba de toxoplasmosis en el embarazo; si el resultado es positivo se realiza un seguimiento con más pruebas y con medicación. Cabe enunciar que en las poblaciones rurales existen sólo centros de salud de nivel I o II de atención, donde los laboratorios clínicos no tienen los equipos o reactivos para el diagnóstico serológico. De esta forma, encontramos dos problemas de salud pública ignorados: primero, la ausencia de un programa de cobertura y seguimiento adecuado en el control prenatal; segundo, la falta de un sistema de vigilancia epidemiológica para el control, manejo y disminución del subrregistro.

La falta de serologías mensuales a las gestantes no inmunizadas, la ausencia de equipos para pruebas diagnósticas, la falta de estandarización de las técnicas y de los errores en la interpretación de los resultados para el tamizaje de la patología, las múltiples complicaciones maternas, abortos, malformaciones congénitas, la infinidad de niños con problemas oculares o mentales y las muertes ocasionadas en los individuos inmunodeprimidos, la ausencia de evaluación y capacitación de los profesionales de la salud en torno de las parasitosis y el no poseer un sistema de control y vigilancia epidemiológica para la toxoplasmosis generan una problemática de salud pública de esta enfermedad, huérfana de nuestro sistema general de seguridad social en salud.


Conclusiones

Se levanta una línea de base de conocimiento sobre la prevalencia y los factores de riesgo asociados con toxoplasmosis en Mercaderes y en el Departamento del Cauca, ante la ausencia de información sobre las zoonosis.

Las viviendas de los habitantes de los corregimientos visitados se caracterizan por déficit en cuanto al saneamiento básico, abastecimiento de agua, disposición de basuras, mala disposición de excretas en sus viviendas, contaminación de alimentos por la mala calidad del agua y viven en familias en extrema pobreza, con un nivel socioeconómico muy bajo. El estudio resalta que las variables relacionadas con los determinantes sociales de la calidad de vida o situación socioeconómica de la población influyen significativamente en la infección por toxoplasmosis.

La toxoplasmosis constituye un problema de salud pública en Mercaderes, que muestra las condiciones de vulnerabilidad de estas poblaciones, la falta de atención del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud en incluir estas patologías en el Plan Nacional de salud pública, y está generando costos elevados al sistema, que se pueden evitar con un adecuado manejo de las estrategias de prevención, promoción, control y protocolos de atención de estas zoonosis.



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